ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Shattered Glass Ética y trabajo en la organización.


Enviado por   •  25 de Octubre de 2015  •  Ensayos  •  2.372 Palabras (10 Páginas)  •  181 Visitas

Página 1 de 10

Ética y trabajo en la organización.

En la sociedad vemos que la ética profesional se ha desboronado ya que muchas personas están preparadas técnicamente pero éticamente no. El trabajo en la organización se ejerce mejor teniendo las dos dimensiones, la ética y la técnica unidas van de la mano ya que con ellas se ve la perfección de las cosas, aunque esto funciona más en lo teórico que en lo práctico.

El profesional que no evalué las posibles consecuencias de su trabajo para bien o para mal, puede estar cometiendo atropellos e injusticias o por lo contrario, puede estar realizando un mejor trabajo por hacerlo con ánimo de dar respuestas a necesidades humanas reales sobre las que ha pensado profundamente. En realidad, la razón para considerar ambas dimensiones viene dada por la propia naturaleza del trabajo y de quien lo realiza. El trabajo es acción humana y esta indivisible, si bien sus dimensiones técnica y ética pueden distinguirse en el plano teórico, resultan indisociables en el plano practico.

Cualquier trabajo, en cuanto que es acto humano, tiene una dimensión técnica y otra ética. Se puede trabajar bien técnicamente hablando, con una intención torcida o mala, éticamente hablando, y viceversa. En su sentido objetivo, el resultado de un trabajo puede ser técnicamente malo habiendo sido realizado bien desde el punto de vista ético. La ética está referida al resultado del trabajo sobre la persona, a su repercusión subjetiva, sobre el sujeto.

La ética, o lo que es lo mismo, la posibilidad de desarrollo humano, es lo propio de aquellos seres que poseen entendimiento y voluntad libre. De no ser así, el trabajo dejaría de ser humano para convertirse en maquinal o en tarea puramente animal, en lo que instintivo tiene el movimiento animal, de estímulo-respuesta. El trabajo sin ética se convertiría en actividad alienante.

La dimensión ética del trabajo y la responsabilidad personal.

Es el cumplimiento de su fin como empresa: la creación de aquellas condiciones que permitan a sus miembros la consecución de su fin individual. Pero tiene una entidad propia: es el fin de la empresa que, como tal, existe, y se puede diferenciar del fin de sus miembros. No es, pues, la suma de esos fines individuales, primero, porque éstos incluyen muchas más cosas que lo que la empresa les puede dar y, segundo, porque la empresa facilita la consecución de los fines de las personas de modo indirecto, a través de su propio fin. Esta concepción comprende la relación empresa-persona al explicar que la medida en que la empresa desarrolle el bien común, todos participarán de él aunque de maneras diferentes y en proporciones diversas. El concepto de responsabilidad es universal y se aplica a campos como el de la política, la economía o el derecho. La responsabilidad ética se refiere a la capacidad del ser humano de responder de los actos que realiza y de las consecuencias de esos actos en su contenido ético. El profesional que no evalúa las posibles consecuencias de su trabajo para bien o para mal puede estar cometiendo atropellos e injusticias o por el contrario. Con ánimo de dar respuesta a necesidades humanas reales sobre las que ha pensado previamente.

Elementos constitutivos de la ética en el trabajo profesional

Como se acaba de explicar, toda persona es responsable de su trabajo en la medida en que es libre para realizarlo y ésta es la condición que permite que el trabajo se convierta en un bien desde el punto de vista ético.

Toda acción humana, si es libre y responsable, implica un efecto externo (la cosa producida) y otro interno (el mejoramiento o empeoramiento personal). Todo trabajo, por pequeño o desapercibido que pueda parecer, es ocasión para la realización personal y el servicio a otros. La calidad ética no viene dada necesariamente por los beneficios que genera o el reconocimiento que otorga, sino por la oportunidad que da a quien lo realiza de obrar bien.

Un trabajo bien hecho, constituye mayor bien para el que lo realiza, y para quien lo contrata, si pone en práctica normas o principios tan básicos como son: “quien lo contrata, si pone en práctica normas o principios tan básicos como son: “ hacer las tareas con atención e intereses”, “cuidar y proteger los bienes de la organización”, “actuar con mentalidad de ahorro”, “cuidar los detalles”, “pensar en el que ha de recibir los resultados de ese trabajo”, aspectos que al ser puestos en práctica de modo habitual pasan a denominarse virtudes o cualidades éticas. Un buen profesional procura formarse y estar al día en lo que le compete.

Tipología ética de las organizaciones; enfermas, sanas y excelentes

Organizaciones éticamente enfermas:

Son las que contribuyen, en mayor o menor medida, al empobrecimiento humano de sus miembros, de las personas implicadas en el logro de su misión, y de los afectados por su actividad. Cuando organismo está enfermo, sufre una patología, es decir, alguna o algunas de sus funciones dejan de trabajar armónicamente en el ámbito interno o de la relación con su entorno. En otras palabras es cuando sus miembros y las funciones que estos realizan no lo hacen correctamente.

Organizaciones éticamente sanas:

Son aquellas que contribuyen, en mayor o menor medida, al enriquecimiento humano de sus miembros, de las personas implicadas en el logro de su misión y los afectados por su actividad. Un organismo está sano cuando trabaja de modo armónico y sus funciones internas y en la relación con su entorno. En otras palabras, cuando sus miembros y las funciones que estos realizan lo hacen correctamente. En términos éticos la corrección es equivalente a la actuación con calidad humana.

Organizaciones éticamente excelentes:

Son aquellas que se esfuerzan permanentemente en contribuir al pleno desarrollo humano de todos sus miembros, de todas las personas implicadas en el logro de su misión y de todos los afectados por su actividad

El termino de salud ética permite, por tanto, describir organizaciones que, en términos generales, no contribuyen a degradar humanamente a sus miembros, no fomentan comportamientos deshonestos, injustos, engañosos, dañinos. Son organizaciones que permiten, o contribuyen, al desarrollo humano. En la medida en que esta contribución se convierte en misión y tarea permanentemente de la organización, en propósito estable de mejora continua para todos los afectados de la actividad de la organización, se puede hablar entonces de salud ética en plenitud, de calidad ética plena o de excelencia ética

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (14.9 Kb)   pdf (57 Kb)   docx (16.7 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com