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Socio antropologia trabajo de incestigcion


Enviado por   •  20 de Agosto de 2015  •  Ensayos  •  4.441 Palabras (18 Páginas)  •  177 Visitas

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ARTFACTOS CULTURALES, VALORES Y SUPUESTOS SUBYACENTES

Juego de La Herradura

Este juego consistía en tratar de embocar las herraduras en unos postes que estaban ubicados frente a una línea que servía de límite, donde quién pretendiera jugar no podía pasar al intentar lanzar. La forma de agarrar y/o lanzar la herradura, queda al libre arbitrio de los jugadores, quiénes debían ingeniarse para acertar, poniendo en juego las capacidades de fuerza, velocidad y coordinación (sentido y dirección deseado, aceleración y desaceleración adecuada, gasto de energá mínimo, entre otros apectos) óculo manual, trabajar la alteralidad y el lanzamiento de puntería. Necesarias para embocar más cantidad que el contricante. Quién lograra ésto, era el ganador del juego (quíén obtenía un premio de obsequio que en otros parrafos describiremos).

Las herraduras utilizadas por los participantes estaban construidas de cartón, (simulando ser herraduras de hierro, las cuales se caracterizan por tener forma de "U" y se clavan en el borde de los cascos de los caballos). Estaban pintadas de color gris, eran aproximadamente de 20 centímetros en su tamaño y con la forma idéntica a las originales.

 Los postes estaban forrados con papeles de colores celeste y blanco frente a la línea que los separa de los participantes a unos tres metros aproximadamente (aunque la línea limite variaba según las capacidades de los participantes, ya sean motoras, de edad o de sexualidad). Y a la vez los postes estaban enfrentados entre sí a unos 2 metros de distancia entre el uno y el otro en una misma línea.

La línea limite estaba marcada por una citinta de tela de aproximadamente tres metros, de color celeste en los bordes y blanca en la parte central. El lugar en el que estaba ubicada variaba según los factores antes puestos que hacen referencia a las condiciones individuales de cada persona. Su función era marcar la distancia que debía existir entre quién estaba dispuesto a lanzar y los posetes.

Las reglas del juego eran muy flexibles ya que la cantidad de tiros que se podían realizar o la distancia en la que estaba la línea, las disponían alumnos de primer año verde del Instituo Superior San Miguel, los cuáles tenian entre 20 y 22 años (con quienes tuvimos la posibilidad de dialogar y preguntarle cosas acerca del juego) y estaban vestidos con alpargatas, medias blancas, pantalón de color crema y otros de negro (simulando ser las bombachas de los gauchos), cinto de cuero, camisa blanca (uno de ellos tenía un chaquelo color negro), sombrero negro (había uno de color marrón claro) y un pañuelo alrededor del cuello de color celeste y con una cinta blanca en las puntas que las rodeaban de forma horizontal.

El premio, estaba constituído por una tapa de gaseosa pintada de color verde (con témpera), un escarbadiente con una alambre simulando ser una herradura en el medio y en el extremo una cinta celeste y blanca. El otro extremo estaba clavado en la tapita, todo asegurado con pegamento, lo que simulaba ser una bandera flameando clavada en el suelo.

Con respecto al juego en sí, fue un juego fácil de entender, con reglas muy simples, pero a la vez difícil de lograr el objetivo, ya que las herraduras eran demasiado livianas y había que arrogarlas con fuerza para que lleguen a la distancia deseada.

Quiénes estaban a cargo del juego, supieron sobrepasar las dificultades presentadas con los niños, y lo hicieron por ejemplo, acercando la línea que servía de límite para acercarse a los posetes; tambien fueron sensibles a las capacidades diferentes de los chicos de Fundacion El Faro, adaptando el juego para los niños de dicho instituto. Para lo que colocaron una rampa en la cual la herradura se deslizaba, hasta caer directamente en el cono donde había que embocarla.

Un dato interesante para aportar es que según el historiador Rodrigo Caro podemos encontrar su origen en los ejercicios de lanzamiento de discos que practicaban griegos y romanos. En Gran Bretaña el Rey Eduardo III, desterró este juego en favor del deporte en arco, ya que la opinión de la nobleza, era que "el herrón (herradura) era demasiado vil para la gente instruída".

Juego de La Taba

Vamos a hacer una pequeña explicación del juego original, para poder entender y apreciar un poco más las adaptaciónes que tuvo este juego el día de la Kermes.

Era uno de los juegos preferidos por el gaucho, además de las carreras de caballo y las bochas. Se jugaba con cuatro pequeñas tabas de carnero o de cordero que se utilizaban como nuestros actuales dados.

Para jugarlo, hay que asentarse sobre un terreno liso que separe dos canchas, una a seis metros de la otra, y de aproximadamente dos metros de ancho. El espacio entre las dos canchas es un rectángulo llamado “adentro”. La cancha debe ser de tierra regada o humedecida para que permita la “clavada”, que es el tiro máximo de la tabeada: consiste en hacer que la taba caiga en la cancha contraria y quede adherida al suelo.

La taba criolla es el hueso del tarso que en anatomía se llama “astrágalo”, que corresponde a un hueso de las extremidades posteriores de toros o bueyes. Tiene cuatro caras: la mayor se llama “carne” o “suerte”; la menor se llama “culo”; y las dos laterales “hoyo” y “tripa”.

Las reglas que debían respetarse (aunque notamos que a veces tienen una pequeña modificación de acuerdo a los lugares que se juegue son:

El jugador que lanza la taba tiene que hacerlo desde los límites de su cancha, es decir, sin pisar la línea.

Si la taba cae adentro de su campo el tiro queda anulado.

Las apuestas (si se hacen) deben concluir antes del lanzamiento.

El jugador que “pisa la taba” y es echado en el primer tiro, tiene opción a seguir jugando.

Si la taba cae “suerte” -para arriba-, gana el que lanzó y sigue jugando. Si cae “culo” –para abajo- pierde y debe dejar paso a otro jugador.

Fuente: página de internet Argentina.ar.

El día 23 de mayo, en el festejo del 25 de mayo pudimos apreciar una versión adaptada de este juego y se lo hizo de la siguiente manera:

El juego consistia en lanzar la taba, entre dos líneas marcadas en el suelo, y debía caer lo más cerca posible de la segunda línea. También dependiendo de qué cara cayera la taba, se obtenía más o menos puntos.

La taba estaba hecha con masilla, asegurada con pegamento (parecido a la fana por su olor), la forma era parecida a la original y de color gris. En la parte superior estaba pintada de color amarillo.

La primera línea (marcada con cinta de papel blanca) se encontraba a 1,5 metros desde donde estaba parado el jugador. Éste lugar (donde se paraba quién arrogara) no estaba demarcado en el suelo, sinn que los jugadores debían guiarse por los postes (palos cortados de escoba de aproximadamente un metro, con una base plástica) que sostenían unas cintas de color celeste y blanco, las cuales iban a lo largo del juego, separandolo de los otros que estaban a sus laterales. Los postes estaban a unos tres metros, uno frente a otro.

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