Síntesis "Metafísica Natural (Juan David García Bacca)
lero9619 de Octubre de 2014
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“METAFÍSICA NATURAL ESTABILIZADA Y PROBLEMÁTICA. METAFÍSICA ESPONTANEA”. (Juan David García Bacca)
POR: LUIS EDUARDO RICO OROZCO
Bogotá D.C, 14 DE JUNIO DE 2014
1. SOBRE EL AUTOR:
Juan David García Bacca (1901-1992).
Juan David García Bacca es, sin duda, una de las mentalidades más destacadas del exilio español. Empezó interesándose por problemas de lógica y filosofía de la ciencia hasta acabar en una elaboración filosófica muy personal donde se trata de dar razón del mundo actual transformado por la ciencia, la técnica industrial y la economía.
Español de nacimiento, aunque nacionalizado venezolano, es hombre de plena dedicación a las letras, especialmente a la filosofía. No obstante, en su libro Metafísica natural estabilizada y problemática metafísica espontánea, culmina su preocupación y atención por la ciencia. Basada en la experiencia de la realidad, esta obra supone un conocimiento de toda la ciencia moderna bajo un punto de vista original y dentro del más exigente rigor científico. En cierto modo, la metafísica de García Bacca es opuesta a la de Aristóteles ya que este fundamenta su metafísica en una concepción natural del mundo, mientras aquél en una concepción artificial del mismo, de conformidad con los tiempos actuales, o sea, la instauración de una nueva metafísica o una metafísica de carácter transformador. Se ha considerado esta obra como una de las más atrevidas del siglo XX, llamada a realizar una verdadera revolución en los conceptos metafísicos tradicionales, y muy especialmente dentro de la fenomenología.
Juan David García Bacca nace en Pamplona el 26 de junio de 1901 y fallece en Quito el 5 de agosto de 1992. Hizo sus estudios primarios con los claretianos en Alagón, Zaragoza. Ingresa muy joven en el Seminario de los Padres Claretianos. Estudia en Cervera, Filosofía y Teología, y, en Solsona, Moral y Derecho. En 1925 se ordena sacerdote claretiano. Se traslada a Suiza para consolidar su formación, cursando estudios en la Universidad de Zurich y, posteriormente, en las universidades de Munich, París, Lovaina y Friburgo. A partir de los años treinta se produce su distanciamiento de los estudios eclesiásticos. Estudia en la Universidad de Barcelona donde se licencia en Filosofía y Letras en 1934 y un año más tarde termina su tesis doctoral Ensayo sobre la estructura lógico-genética de las ciencias físicas. Enseña en la Universidad Autónoma de Barcelona Filosofía de las Ciencias y Lógica Matemática. En febrero de 1936 gana la cátedra de Introducción de la Filosofía de la Universidad de Santiago de Compostela, que no ocupa, debido a la guerra provocada por la rebelión militar del general Franco. ‘Estaba de corazón y mente de parte de la República’, nos dice García Bacca, que se exilia en París en 1937. En noviembre de 1939 parte para Quito, Ecuador, donde profesa en la cátedra de Filosofía de su Universidad. En esta ciudad conoce a Fanny Palacios, con quien contrajo matrimonio. En 1942 es nombrado profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y miembro de El Colegio de México. Fue colaborador de las revistas del exilio español Las Españas y UltraMar En 1947 se traslada a Caracas donde establece su residencia. Es uno de los profesores fundadores de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Venezuela, y se le nombra decano de la Facultad de Humanidades y Educación, durante varios años, y director del Instituto de Filosofía. En 1952 obtiene la nacionalidad venezolana y permanece activo hasta 1971. En 1972 el Instituto Pedagógico de Caracas le otorga la medalla Augusto Pi Suñer. En 1977, restablecida la democracia, regresa a España. ‘Salí de España en 1937, -nos diría García Bacca-, por motivos de conciencia democrática; volví en 1977, por el restablecimiento de la democracia en España. El intervalo, en América hispánica’. En 1978 recibe el Premio Nacional de Literatura y en 1982 la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. En 1985 la Universidad Complutense le otorga el título de doctor honoris causa.
Entre los títulos de más relieve de sus numerosas obras se cuentan: Introducción a la lógica matemática (1934), Ensayos modernos para la fundamentación de las matemáticas (1934), Introducción a la lógica moderna (1935), Invitación al filosofar (1942), Filosofía en metáforas y parábolas (1945), Teoría de la relatividad (1956), Antropología filosófica contemporánea (1956), Gnoseología y Ontología en Aristóteles (1957), Existencialismo (1962), Historia filosófica de las ciencias (1963), Metafísica natural estabilizada y problemática metafísica espontánea (1963), Introducción literaria a la Filosofía (1963), Humanismo teórico, práctico y positivo según Marx (1965), Elementos de filosofía de las ciencias (1967), Invitación a filosofar según espíritu y letra de Antonio Machado (1967), Elogio de la técnica (1968), Cosas y personas (1977), Vida, muerte, inmortalidad (1983), Qué es dios y Quién es Dios (1985), De magia a técnica. Ensayo de teatro-literario-técnico (1989) y Confesiones (2000). Y como dijo la personalidad fundamental de la filosofía española del exilio: ‘Mi vida ha sido un atrevimiento constante contra todo’.
(Arias Solís, 2010).
2. METAFÍSICA NATURAL ESTABILIZADA Y PROBLEMÁTICA. METAFÍSICA ESPONTANEA.
2.1 Sobre los fundamentos generales y el desarrollo de la obra (Parte primera: Prolegómenos generales; Parte segunda: Prolegómenos especiales [capítulos I – IV])
La obra parte de la necesidad de afirmar una metafísica que se constituya en principio y no sólo en comienzo de la reflexión, a saber, que el sujeto que reflexiona se encuentra ya siendo en la actividad misma de dar sentido al objeto de su reflexión a través de sus propios conceptos que antes de dirigirse hacia la tarea de la metafísica expresan la intencionalidad de decir algo: «poniendo palabras a algo» (GARCÍA Bacca, 1963, p. 11) lo que hace evidente el hecho de estar diciendo. Se relaciona lo anterior con el acto en el que se aprecia el contenido de lo que se dice , esto es, que lo expresado no es otra cosa que lo que se dice en forma afirmativa, como dado, a través de un sujeto real que piensa, lo habla y se encuentra en una situación circunstancial precisa (biológica, geográfica, histórica, cosmológica). A la base de estas afirmaciones se encuentra su posición de afirmación de los datos como primordiales, primarios y primeros y si bien este es su punto de partida, luego abordará la forma y el contenido que adoptan las respuestas que de ellos resulten, permaneciendo o no como preliminares.
Reconoce García Bacca que el origen de su reflexión se encuentra enraizado en la organización, contenido y preminencia de los datos por él utilizados: que lo primordial es aquello en lo que se establece «identidad inmediata entre primero y primario respecto de una cosa» (Ibíd. 17); lo primario «cualquier cosa que sea primera, aunque no esté siendo de vez primaria, con tal que pueda ser puesta en estado de primaria por mediación simple, con un solo paso» (Ibíd); lo primero, «cualquier cosa que en su orden esté siendo primera, mas no de vez primaria; pueda, no obstante, levantársela al nivel de primaria por mediación múltiple» (Ibíd.); «Dato bruto o elemental: cualquier cosa que sea simplemente primera, sin que ni inmediata ni mediatamente se funde en lo primario» (Ibíd.). En estas definiciones se encuentra también la necesidad de abarcar el campo de los datos que nos son dados: en su singularidad hacen referencia a cualquier cosa que se presente como primera, sin que ello signifique que sea primaria.
El reconocimiento de las anteriores condiciones presenta la necesidad de volver al punto en el que tiene lugar la reflexión; esto es, que en el comienzo del pensar, es el sujeto (como yo) quien advierte la proximidad de sí mismo sobre el objeto que piensa.
Presenta García Bacca la necesidad del sujeto reflexionante como principio de la cuestión pensada, que soy yo quien piensa en la cualidad de todo aquello que se presenta como mío, es decir, que hace “el oficio de mí” (Ibíd. 18) que es igual a afirmar que es el “uso” (Ibíd. 19) que se hace del yo en el presente, lugar en el que surge la «conciencia» (Ibíd.20) como identidad.
El pensar provee aquellos datos que se han pensado como existentes, pues ha sido tal actividad quien los ha provisto. Entonces, pensar es primordial, condición que presenta al «enser» (Ibíd.22) en estado de ser ante el entendimiento, con identidad y diversidad, aún no de manera abstracta – real - como lo que es en sí, si bien es cierto que al pensarlo se están obteniendo datos primordiales que dirigen tal pensar al plano ontológico: «La ontología comienza por estar siendo en estado preontológico; a saber, el ser en estado de enser; lo primario, en estado de primero» (Ibíd.23). Ahora bien, desde la afirmación del sujeto que se piensa y que piensa al mundo en el que se encuentra se reconoce el dato primordial en el que tal proposición es posible, a saber, que «es imposible que al mismo convenga y no convenga de vez lo mismo según lo mismo; si o no; ser o no ser…» (Ibíd.24) o la premisa en la que fundamenta el principio de no – contradicción, que un atributo no puede y puede convenir a la vez a aquello de lo que se predica. Sin embargo, la afirmación o la negación de la existencia pone de manifiesto que la segunda «no tiene efectos sobre el yo» (Ibíd.28) pues la afirmación de la duda sobre la existencia es, de suyo, la aniquilación de la misma; de donde se afirma que las cosas
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