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gonzaqqApuntes26 de Junio de 2019
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2. ¿Qué aportan la mitología Griega y la romana respecto al valor de
la mirada? ¿Ocurre lo mismo con la judeocristiana?
En la mitología Griega y Romana, la vista cumple un rol muy importante, siendo sinónimo de poder y omnipresencia. Notamos esto haciendo mención, por ejemplo, al príncipe Argos (el que todo lo ve). El cual tenía el cuerpo repleto de ojos, lo que lo convertía en símbolo de vigilancia absoluta, ya que, cuando dormía no cerraba todos sus ojos. Notamos lo mismo en la cosmogonía judeocristiana, en la que la mirada cumple su rol de poder. Por ejemplo en el Génesis, Jehová inicia su obra de Creación con la luz, condición necesaria para mirar.
3. Merleau Ponty dice que Cada órgano de los sentidos interroga al
objeto a su manera” ¿a qué se refiere?
Se refiere a que cada sentido otorga una información diferente en cuanto a la percepción de la realidad. Este conocimiento fue perfeccionado moderadamente, gracias a la experiencia de ciegos congénitos operados de cataratas, que muy raramente pueden reconocer mediante la visión objetos que les son muy familiares por el tacto, y admiten que la experiencia táctil no era suficiente para suministrarles el verdadero conocimiento de las formas en el espacio.
4. ¿Es posible según R. Gubern establecer una jerarquía de los
sentidos?, Desarrolle.
Según Roman Gubern, es posible establecer una jerarquía de los sentidos en función a su complejidad y capacidad de autonomía de sus representaciones o respuestas con respecto a estados emocionales. Usando la terminología de Head, podemos hablar de sensaciones protopáticas (o primitivas) y epicríticas (o complejas), que corresponden además a fases consecutivas de la evolución biológica de los sistemas sensoriales. El gusto y el olfato son así sentidos primitivos, poco complejos y de acción emocional, siendo el olfato el más arcaico de los sentidos capaces de detectar cambios del medio a distancia. Por ello el olfato desempeña para muchos mamíferos un rol esencial en el reconocimiento del territorio, en la sexualidad y en la detección -como agresor o como presa- en la operación de la caza.
5. ¿Cómo clasifica Gubern a los “estímulos visuales”?
Gubern menciona, que los etólogos clasifican a los estímulos visuales como “desencadenantes perceptivos de respuestas neurológicas innatas”. Dichos estímulos se refieren a el accionar de las distintas especies frente a estímulos ópticos específicos para su supervivencia biológica.
6. Hay muchas maneras y de ver y de reaccionar frente a la mirada,
¿entonces por qué el ser humano ve al mundo en la forma en que
lo ve?
La importancia de esta función se va modificando con la evolución de las especies y, en el caso del hombre, su devaluación estuvo asociada a la adquisición de la estación erecta, que lo alejó de los lugares interesantes para olfatear. Volviendo a la importancia relativa del sentido de la vista, se observa sin dificultad que la extensión en el córtex del área de proyección visual de los mamíferos tiende a aumentar en relación con la entera superficie cerebral a medida que se asciende en la escala evolutiva, mientras otras áreas sensoriales tienden a reducirse. En el caso del ser humano, la adquisición del lenguaje articulado fue un factor fundamental e irreversible en la nueva rejerarquización de los sentidos, desfavoreciendo a los menos complejos y más emocionales en favor de los más complejos y con mayor potencialidad intelectual. Entonces se podría decir que la respuesta a esta pregunta nos la suministra la evolución. La necesidad de la visión panorámica protectora disminuyó en el curso de la evolución para aquellos animales capaces de encaramarse a los árboles, como los primates, o para aquellos convertidos en depredadores, como los felinos. En los animales de ojos laterales y visión panorámica, el área visual solapada por ambos ojos (área binocular) es muy pequeña o inexistente, por lo que carecen de visión estereoscópica, mientras que los primates, monos antropoides y seres humanos, con ojos frontales y un campo de visión de unos 180", cuyos movimientos oculares están además coordinados, poseen un amplio campo de convergencia binocular favorecido además por 'la pequeñez de su nariz. El origen arborícola del hombre hizo que tuviera que desarrollar para su supervivencia un control preciso de los movimientos de sus brazos y manos, para sus tareas de sustentación, de recolección de alimentos y otras manipulaciones. Los ojos frontales y la visión binocular optimizan por tanto las condiciones estereoscópicas para el cálculo de, distancias y para la ubicación precisa de objetos en el espacio. La prueba de esta capacidad la ofrecen a “sensu contrario” los hemianópsicos, pacientes que disponen tan sólo de la mitad del campo visual, y que por ello cometen errores y no atinan al ir a coger un objeto. En resumen, los ojos frontales son típicos del animal cazador y del hombre, mientras los ojos laterales y la visión panorámica son más funcionales para la vigilancia de los herbívoros que son presa de bestias carnívoras. Y de, este dispositivo óptico se derivan dos modos de percepción visual radicalmente distintos: el de la precisión estereoscópica y telemétrica de los amos y el de la extensión difusa de las víctimas.
7. ¿Cómo condicionan los factores culturales la mirada?
Los factores culturales y contextuales afectan la mirada, condicionándola de acuerdo a la necesidad de los seres vivos. Gubern lo cuenta ejemplificando y sin nombrar a la mirada del hombre como la mirada “correcta”. Destaca la agudeza visual de las aves rapaces que cazan desde grandes alturas, así como también destaca la movilidad ocular de ciertos saurios lo que les permite la retrovisión. Pero también nombra a la especie humana usando de ejemplo a los “niños salvajes”, habituados a vivir en la sombra que adquirieron capacidades fisiológicas de otra especie, sintiéndose con la visión herida si la exponen a la luz del día como lo hacemos nosotros.
8. ¿Cómo define Gubern la percepción? Se trata de un “automatismo
cerebral pasivo”?
La percepción es el fruto de una combinación entre las capacidades innatas, la maduración del sistema nervioso y el aprendizaje, siendo este último requisito más decisivo para el hombre que para los restantes animales mejor equipados de facultades innatas y menos dependientes del aprendizaje.
En resumen, Gubern define a la percepción como una vivencia, es decir, mediante el sentido se lleva a cabo un proceso fisiológico que desemboca en un percepto (vivencia).
Para que este proceso se desarrolle, se necesita de la visión. Cuando observamos algo, ese algo que observamos genera el estímulo que forma la percepción de la realidad.
No se trata de un automatismo cerebral pasivo, sino de una actividad cognoscitiva compleja, basada en las experiencias vividas por el sujeto y por las características de su lenguaje.
9. ¿Cómo es que percibimos la profundidad?
Percibimos la profundidad gracias a que nuestra visión es binocular, es decir, contamos con dos canales ópticos por los cuales percibimos los estímulos visuales. Dichos canales ópticos son los ojos, y gracias a la formación de los mismos, podemos mirar hacia un objeto y enfocar la visión en él, y a su vez desenfocar la nitidez de todo lo que no sea ese objeto. También, secundariamente, hay ciertas condiciones que nos permiten percibir la profundidad y el relieve, índices productos del aprendizaje visual. Los cuales son:
a) Si un objeto parece cubrir u ocultar total o parcialmente a otro, está más cerca del observador.
b) SI parecen converger bordes que se saben paralelos, es que retroceden (fundamento de la perspectiva lineal o geométrica).
c) Si objetos de tamaño similar parecen más pequeños es que están más alejados, siendo su distancia proporcional a la reducción de su tamaño.
d) Si una cosa parece estar encima de otra, puede indicar que está en el mismo plano, pero a mayor distancia.
e) Si un objeto parece azulado y borroso puede ser debido a su gran lejanía (fundamento de la perspectiva aérea).
f) Si los contrastes entre las partes claras y las sombreadas de un objeto aparecen atenuadas, es porque el objeto está alejado.
g) Si un objeto es en parte claro y en parte sombreado bajo una luz homogénea, su superficie no puede ser plana.
h) Si un objeto aparece sombreado, puede indicar que se halla detrás de otro que se interpone entre él y la fuente de luz.
i) Si un objeto parece desplazarse más extensamente que otro cuando el observador mueve la cabeza lateralmente, el primero está más cerca que el segundo (fenómeno de paralaje de movimiento).
La suma coordinada de todas estas informaciones visuales -añadida a factores extra ópticos acústicos, táctiles y cinestéticos-- suministra al observador una percepción segura del mundo tridimensional, un mundo físico que, en términos generales, se toma visualmente más denso, con detalles más diminutos y menos nítidos (y por lo tanto de peor legibilidad) cuanto más se aleja del observador, si bien con tal alejamiento se amplía la también la extensión del paisaje visual y crece correlativamente el mosaico de estímulos y de información.
10. La visión es un sentido de anticipación ¿comparte esta
característica con otros sentidos?
La visión es un sentido anticipatorio al igual que el olfato y el oído. Ya que dichos sentidos funcionan a distancia y no mediante el contacto como lo hacen el tacto y el gusto.
11. ¿El sentido de la visión puede ser engañada? ¿Pasa lo mismo
con los otros sentidos?
Cada sentido es fuente de vivencias muy diversas y difícilmente (o muy convencionalmente) traducibles al lenguaje verbal. Comparando los diversos sentidos, Aristóteles, en De Anima, era víctima del empirismo ingenuo cuando consideraba al tacto como el sentido fundamental del hombre y de los animales, porque los otros sentidos perciben a través de un medio transmisor y pueden por ello ser engañados. Obviamente; en tiempos de Aristóteles se sabía muy poco acerca de las alucinaciones táctiles. Se sabía ya en cambio que las vivencias suministradas por cada sentido son específicas y diferenciadas, conocimiento perfeccionado modernamente a través de la experiencia de los ciegos congénitos operados de cataratas, que muy raramente pueden reconocer por la visión objetos que les son muy familiares por el tacto y admiten maravillados, por ello, que la experiencia táctil no era suficiente para suministrarles un verdadero conocimiento de las formas en el espacio. De todos modos, en descargo de Aristóteles debe señalarse que los experimentos de laboratorio han demostrado que el sentido del tacto es el más poderoso auxiliar y complemento (corrector) de la vista, junto con el oído, auxiliar en la determinación de distancias y direcciones a través de la información acústica. Su correcta coordinación integra al hombre normal en un espacio homogéneo y coherente y, empleando un símil cibernético, podría añadirse que el cuerpo humano está formado por un conjunto de servomecanismos coordinados entre sí y autorregulados por órganos de control e información tales como los ojos, los oídos, etcétera, que le guían en sus actividades en el espacio y tiempo.
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