Tartufo

     La verdad y la preocupación por el bienestar vienen siempre inscritas dentro del núcleo familiar, pues la familia se puede comparar con una red conectada en donde el resto de miembros se preocupa por las condiciones favorables para la existencia de sus integrantes, el juicio humano se pierde muy fácilmente cuando una fuente externa engalana sus intenciones y doblega su fuerza de voluntad basado en fingir sentimientos o cualidades, y de forma lamentable esto se llega a comprender cuando ya es demasiado tarde, como lo describiría en otras palabras, todo lo que se ignora, se desprecia; todo lo que ofende a lo que veneramos es considerado por cada uno de nosotros como una farsa, de manera imperecedera la familia más allá del autoritarismo siempre nos apoya, las apariencias y las máscaras nos pueden engañar, pero la verdad y la moral hallan su camino, y siempre salen a la luz, la verdad triunfa sobre la intriga y las intenciones turbias.

    La lealtad de los corazones exige obediencia de pensamientos que se ajustan a la satisfacción que solamente puede brindarnos la realidad, las relaciones entre personas es algo indispensable, pero la confianza no se debe otorgar con los ojos cerrados.

    El autor Moliére conocía de primera mano las desventuras de la vida, al haber sido encarcelado por deudas y haber tenido que dedicarse al oficio de la comedia y drama, gracias a su voz y a su mímica excepcional, de esta manera pudo describir de una muy buena manera el comportamiento de los individuos de su época, Tartufo fue prohibida en inicio, lo que fue otro fracaso para el autor, pero la perseverancia da frutos y luego de cinco años logra su publicación.

    La doble moral y la falsedad de una persona, se ven plasmadas en su obra Tartufo, pues su personaje principal es experto en manipular a las personas a su alrededor para que hagan lo que él quiere y seguir pareciendo santo e inocente ante los ojos de su benefactor, sin que su imagen se vea mermada por las mentiras que formaban parte de su vida. Tartufo era alguien que aparentaba ser una persona santa y devota, pero en su interior solo quería riquezas y placer, tenía una personalidad muy inteligente, al punto de poner al patriarca de la familia de su lado, haciendo que repudie a su propio hijo y desoiga a toda su familia.

    El padre de familia y máxima autoridad es Orgón, cuya palabra se cumplía y respetaba sin cuestionamientos, muy diferente a lo que sucede actualmente, Orgón era un burgués de París con una muy buena situación económica y reconocimiento en la sociedad, pero a pesar de su gran perspicacia sufría la influencia de Tartufo , el personaje principal que tiene como característica principal su hipocresía y falsa devoción a lo divino, haciendo creer que para él siempre está primero el prójimo incluso sobre su propio bienestar, extremadamente embustero, pero por esta razón tenía la máxima admiración de parte Orgón, y de la señora Pernelle que es la madre de Orgón, y quién cree ciegamente en las virtudes que su hijo le cuenta de Tartufo, defendiendo la honra de este ante su sirvienta Flipota a quién golpea, lo honra incluso delante de sus nietos, la preocupación por Tartufo era tal que le preocupaba más la salud de este que la de su propia esposa Elmira, una mujer muy sensata, pues cuando su esposo  llega a su hogar en París acompañado de su cuñado Cleanto y pide que se le haga partícipe de las noticias de los acontecimientos que han sucedido en su ausencia, compadece a Tartufo que ha vivido como un rey, en lugar de sentirse mal por los quebrantos por los que pasó Elmira, todos estos quebrantos muy enfatizados en su relato así como los buenos momentos de Tartufo, eran detalladamente relatadas por Dorina, que es la sirvienta de la casa y confidente de Elmira, pero ensalzar a la señora y tratar de dañar la imagen del protegido del señor Orgón, no funcionaba para nada, pues le creía siempre más a Tartufo que a cualquier miembro de su familia, o de la servidumbre.

...