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Teoría De Etica


Enviado por   •  28 de Noviembre de 2013  •  3.665 Palabras (15 Páginas)  •  286 Visitas

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Universidad Diego portales

Facultad de las Ciencias de la Comunicación

TRABAJO DE ETICA

“El existencialismo es un humanismo”

INTRODUCCIÓN

El camino del hombre es incierto. Él lo forja y se dirige a su propio destino. A diferencia de los otros seres, el ser humano tiene intelecto. A lo largo de su vida, es el mismo hombre, el que realiza decisiones tomando rumbos tan diversos, que ni él se los imagina.

Precisamente éstos son dos de los temas a los que alude el filósofo francés Jean Paul Sartre, “la libertad y la existencia”.

El libro en primer lugar como él lo llama un panfleto que se arrepiente de haber escrito. Es una conferencia en la cual defiende y de alguna manera defina lo que es el existencialismo y de que trata éste. No es sencillo definirlo, y así nos lo hace ver en este libro. Este término ha sido explicado en una gama muy amplia de expresiones y movimientos que ya como Sartre afirma “ no significa absolutamente nada”.

Hay un punto en común entre todos los filósofos existencialistas y éste es, que la existencia precede a la esencia. Este será el punto clave de este libro, el cual nos dejará pensando y hasta creyendo esta teoría, quizás nunca antes formulada por nosotros.

“Si verdaderamente el hombre precede a la esencia, el hombre es responsable de lo que es. El primer paso del existencialismo es poner a todo hombre en posesión de lo que es, y asentar sobre él la responsabilidad total de su existencia, no sólo de sí mismo sino que es responsable de la existencia de todos los hombres”

El hombre tiene una enorme responsabilidad en su vida, de acuerdo a lo que Sartre nos dice. El hombre elige lo que quiere ser, lo que implica conciencia de una decisión. Y esta involucra a la humanidad entera.

En el libro “El existencialismo es un humanismo” nos muestra claramente Sartre, acerca de las diversas concepciones y corrientes existencialistas que podemos encontrar, pero hablando sobre la cual este filósofo francés defiende entendemos que Dios no existe para él, lo cual genera una carga aún mayor para el ser humano, pues el hombre está desamparado, no puede encontrar los valores en un ser superior, los tiene que encontrar en él mismo.

Sartre nos lleva a concluir que “EL hombre está condenado porque se dio a sí mismo la existencia, pero es libre porque es el único responsable de lo que hace”

“Para mi corazón basta tu pecho,

para tu libertad bastan mis alas.

Desde mi boca llegará hasta el cielo

Lo que estaba dormido sobre tu alma”

La idea que se trata de plantear aquí, es que la libertad la tenemos todos, pero así también la responsabilidad de lo que ella implica. Y es una libertad compartida, ya que lo que yo elijo le ataña a los demás, incluso la decisión más pequeña, porque el hombre es individualmente universal, aunque suene paradójico.

La pregunta que nos surge a partir del tema planteado, es “¿Hasta qué punto el hombre tiene determinado su propio destino?.

Muchos creyentes en distintas doctrinas religiosas podrán objetar que para ellos el destino de cada individuo está trazado de ante mano, pero esto será precisamente lo que el autor tratará de contrapesar en esta conferencia, pues el hombre “hace su propio camino al andar”.

De esta manera trataremos de darle a este trabajo la visión ética que necesita, centrándonos en la idea de que los principios y valores, (libertad y la moral) propios del ser humano son compartidos de manera tangible por el existencialismo.

BIOGRAFÍA DE JEAN PAUL SARTRE

Sartre, Jean-Paul (1905-1980), filósofo, dramaturgo, novelista y periodista político francés, uno de los principales representantes del existencialismo.

Sartre nació en París el 21 de junio de 1905; estudió en la Escuela Normal Superior de esa ciudad, en la Universidad de Friburgo (Suiza) y en el Instituto Francés de Berlín (Alemania). Enseñó filosofía en varios liceos desde 1929 hasta el comienzo de la II Guerra Mundial, momento en que se incorporó al Ejército. Desde 1940 hasta 1941 fue prisionero de los alemanes; después de su puesta en libertad, dio clases en Neuilly (Francia) y más tarde en París, y participó en la Resistencia francesa. Las autoridades alemanas, desconocedoras de sus actividades secretas, permitieron la representación de su obra de teatro antiautoritaria Las moscas (1943) y la publicación de su trabajo filosófico más célebre El ser y la nada (1943).

Sartre dejó la enseñanza en 1945 y fundó, con Simone de Beauvoir entre otros, la revista política y literaria Les tempsmodernes, de la que fue editor jefe. Se le consideró un socialista independiente activo después de 1947, crítico tanto con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) como con Estados Unidos en los años de la Guerra fría. En la mayoría de sus escritos de la década de 1950 están presentes cuestiones políticas, incluidas sus denuncias sobre la actitud represora y violenta del Ejército francés en Argelia. Rechazó el Premio Nobel de Literatura que se le concedió en 1964, y explicó que si lo aceptaba comprometería su integridad como escritor.

Las obras filosóficas de Sartre conjugan la fenomenología del filósofo alemán Edmund Husserl, la metafísica de los filósofos alemanes Georg Wilhelm Friedrich Hegel y Martin Heidegger, y la teoría social de Karl Marx en una visión única llamada existencialismo. Este enfoque, que relaciona la teoría filosófica con la vida, la literatura, la psicología y la acción política suscitó un amplio interés popular que hizo del existencialismo un movimiento mundial.

El ser y la nada

En su primera obra filosófica, El ser y la nada (1943), Sartre concebía a los humanos como seres que crean su propio mundo al rebelarse contra la autoridad y aceptar la responsabilidad personal de sus acciones, sin el respaldo ni el auxilio de la sociedad, la moral tradicional o la fe religiosa. Al distinguir entre la existencia humana y el mundo no humano, mantenía que la existencia de los hombres se caracteriza por la nada, es decir, por la capacidad para negar y rebelarse. Su teoría del psicoanálisis existencial afirmaba la ineludible responsabilidad de todos los individuos al adoptar sus propias decisiones y hacía del reconocimiento de una absoluta libertad de elección la condición necesaria de la auténtica existencia humana. Las obras de teatro

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