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Teoría política


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2014  •  Ensayos  •  2.862 Palabras (12 Páginas)  •  161 Visitas

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Platón

Teoría política

La República, la mayor obra política de Platón, trata de la cuestión de la justicia y por lo tanto de las preguntas ¿qué es un Estado justo? y ¿quién es un individuo justo?

El Estado ideal, según Platón, se compone de tres clases. La estructura económica del Estado reposa en la clase de los comerciantes. La seguridad, en los militares, y el liderazgo político es asumido por los reyes-filósofos. La clase de una persona viene determinada por un proceso educativo que empieza en el nacimiento y continúa hasta que esa persona ha alcanzado el máximo grado de educación compatible con sus intereses y habilidades.

Los que completan todo el proceso educacional se convierten en reyes-filósofos. Son aquellos cuyas mentes se han desarrollado tanto que son capaces de entender las ideas y, por lo tanto, toman las decisiones más sabias. En realidad, el sistema educacional ideal de Platón está, ante todo, estructurado para producir reyes-filósofos.

Asoció las virtudes tradicionales griegas con la estructura de clase del Estado ideal. La templanza es la única virtud de la clase artesana, el valor es la virtud de la clase militar y la sabiduría caracteriza a los gobernantes. La justicia, la cuarta virtud, caracteriza a la sociedad en su conjunto. El Estado justo es aquel en el que cada clase debe llevar a cabo su propia función sin entrar en las actividades de las demás clases.

Platón aplicó al análisis del humana un esquema semejante: la racional, la voluntad y los apetitos. Una persona justa es aquella cuyo elemento racional, ayudado por la voluntad, controla los apetitos. Existe una evidente analogía con la estructura del Estado anterior, en la que los reyes-filósofos, ayudados por los soldados, gobiernan al resto de la sociedad.

La política platónica no ignora la realidad empírica ni se propone destruirla, sino que quiere asumirla, sólo que para ponerla en contra de ella misma. Lo decisivo del proyecto metafísico es la posición de un lugar fundante ?por encima? de lo dado. Los ámbitos de la realidad ? physis, pólis- que se habían presentado al pensamiento ?los presocráticos, los sofistas, los trágicos- con toda su densidad ontológica y preñados de movimiento, diferencias y contradicciones, ya no dan cuenta de sí y tienen que ser sostenidos desde otro lugar.

Platón sabe perfectamente que no hay otro lugar para la política que la polis empírica, pero le niega toda creatividad genuina. Su espontaneidad se convierte en el crecimiento de la multiplicidad y la apariencia. Ésta es la pesada herencia del platonismo (esto es, de la metafísica), que descalifica de entrada cualquier posibilidad de que lo dado pueda jugar desde sí, y le impone ser moldeado desde otro lado. La verdad tiene que ser encontrada en un lugar ?más arriba? y desde allí debe ser organizado lo inmediato. No importa la propuesta política concreta, el verdadero contenido es el establecimiento de estos planos. Con ellos se establece un horizonte ?autoritario? o ?totalitario? que pretende disolver toda particularidad y toda finitud positiva colectiva o individual. Dentro de ese horizonte no puede haber juegos de amor y lucha, ni crecimiento orgánico, ni deliberación y elección de fines finitos y múltiples, ni atención a la oportunidad (al kairós, clave de la política sofística). El dios, y no el hombre, es la medida de todas las cosas (Leyes 716c). Por supuesto, lo dado, lo sensible, lo empírico, el cuerpo, la ciudad de los hombres, es un dato primario e imposible de suprimir, y Platón lo sabe.

Política platónica: el hombre es un ser social que solo alcanza su perfección en la ciudad, de modo comunitario. El Estado es el único capaz de armonizar y dar consistencia a las virtudes individuales. Platón diseña la estructura de su República ideal compuesta de tres clases sociales: los filósofos, los guerreros y los artesanos. Los primeros tienen el mando y gobierno general, pues su virtud es la sabiduría, los guerreros velan por el orden y la defensa ( su virtud es la fortaleza ), y los artesanos, pueblo llano, son dirigidos por la templanza, virtud que ha de ser común a todos.

La obra de Platón. Agrupación en bloques de las principales obras.

El conjunto de la obra que ha llegado hasta nosotros bajo el nombre de Platón comprende 41 diálogos, la Defensa de Sócrates, 13 cartas, y las Definiciones. Tan vasta producción ha sido clasificada en diversas ocasiones siguiendo variados criterios: Diógenes Laercio distinguió entre diálogos especulativos, prácticos, ejercitativos, polémicos,etc. Aristófanes de Bizancio los agrupó en cinco trilogías. Trásilo los distribuye en nueve tetralogías. En época moderna las divisiones se basan en criterios de anterioridad o posterioridad a la fundación de la Academia, en diálogos socráticos y postsocráticos, etc.

Sin embargo no todas estas obras pertenecen a Platón, hay algunas apócrifas y otras que parecen no ser auténticas: teniendo en cuenta criterios internos, como la coincidencia del contenido de la obra con la concepción filosófica de Platón, igualdad de estilo, etc, y externos, como la atribución de la obra por varios autores, o su cita en otra obra del mismo Platón, se consideran apócrifos varios de los diálogos del corpus platonicum y las Definiciones. En cuanto a las cartas se admite la VII como suya.

Queda por resolver el problema de la cronología de los diálogos. Los criterios de contenido, léxicos, estilométricos, edad de los personajes, etc, solo han conducido a clasificaciones globales de época inicial, de madurez y tardía del filósofo, que no precisan la cronología entre los diálogos de cada grupo. Tomando como referencia los distintos viajes a Sicilia, FRIEDLÄNDER establece la siguiente sucesión:

Entre la muerte de Sócrates y su primer viaje a Sicilia: Laques, Cármides, Eutifrón, Lisis, Protágoras, Hipias Menor, Ión, Hipias Mayor, Apología, Critón y Gorgias.

Entre el primer y segundo viajes: Menón, Crátilo, Eutidemo, Menéxeno, Banquete, Fedón, República, Fedro, Parménides y Teeteto.

Entre el segundo y tercer viajes: El Sofista y El Político.

Posteriores al tercer viaje: Filebo, Timeo, Crítias y Las Leyes. También la carta VII.

La influencia de Platón a través de la historia de la filosofía ha sido inmensa. Su Academia existió hasta el año 529, en que fue cerrada por orden del emperador bizantino , que se oponía a la difusión de sus enseñanzas paganas. El impacto de Platón en el pensamiento judío es obvio en la obra del filósofo alejandrino del siglo I Filón de Alejandría. El neoplatonismo,

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