Tipología Metodologica
tirifilo123422 de Julio de 2013
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METODOLOGÍA DE DESARROLLO DE UNA TIPOLOGÍA:
APLICACIÓN AL CASO DE LA CULTURA ORGANIZATIVA
Sánchez Quirós, I.
Universidad Complutense de Madrid
RESUMEN
La investigación organizativa suele apoyarse en la agrupación de empresas. Sin embargo,
los resultados que se han obtenido utilizando métodos de agrupación no son convergentes, lo que ha
puesto en duda su utilidad. Nosotros pensamos que parte de los problemas son debidos a
inconsistencias metodológicas. Nuestro objetivo es el de clarificar una parte de la confusión existente
al respecto. Para ello, definiremos el proceso metodológico de desarrollo de una teoría configurativa
basada en la teoría o tipológica, la más problemática, identificando los errores en los que
frecuentemente se ha incurrido e ilustrando su aplicación al caso de la cultura corporativa.
PALABRAS CLAVE: Configuraciones, Tipologías, Taxonomías, Cultura Organizativa,
Metodología.
ABSTRACT
Organizational classifications approach is a very useful research method in organizational
field. However, the results of the studies are not consistent. This situation argues about its usefulness.
We think that many if this problems can be explained by methodological problems. Present paper
tries to clarify key characteristics of typology classification method, identifying most recurrent
problems of the literature. To fulfill these objectives, we will review organizational culture literature.
KEYWORDS: Configurations, Typology, Taxonomy, Organizational Culture, Methodology.
1. INTRODUCCIÓN
La investigación organizativa se apoya, en muchas ocasiones, en la búsqueda de grupos
homogéneos de empresas, esto es, en conjuntos de organizaciones con características similares
que se puedan agrupar. El investigador configurativo parte de que las organizaciones tienden a
caer en patrones repetidos de comportamiento y trata de captarlos para organizar la realidad
que está investigando. El estudio de clasificaciones de organizaciones frente al análisis de
empresas aisladas permite una descripción más rica de la realidad empresarial. La principal
ventaja del estudio de configuraciones es que los investigadores pueden identificar
características comunes a un colectivo de estudio, lo que hace que su potencial de
generalización, así como su poder explicativo, sea mucho mayor.
En las investigaciones configurativas subyacen siempre dos conceptos o ideas clave. La
primera es la idea de coherencia entre los elementos organizativos. La teoría ha sugerido, y
mucha de la literatura empírica ha confirmado, que los elementos organizativos tienden a
correlacionarse de una manera estable, formando grupos con sentido (Donaldson, 1986). De
ello se deduce el segundo principio, la naturaleza holística de los fenómenos organizativos, es
decir, la posibilidad de estudio conjunto. Ambas afirmaciones configuran este tipo de análisis
como un fundamento idóneo para la contrastación de teorías complejas como las de ajuste o
alineación (Galbraith y Kazangian, 1986; Merron, 1994; Nadler y Tushman, 1988, 1989;
Semler, 1997).
Aunque los estudios configurativos tienen ventajas evidentes y rompen la tendencia
contingente dominante durante mucho tiempo, muchos investigadores han dudado de su poder
para generar teoría. Su utilidad es indiscutible, como veremos a continuación, pero el
Sánchez Quirós, I.
14 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 13, Nº1, 2007, pp. 13-37
verdadero debate existente en la literatura se centra en su aplicación concreta. Los
investigadores organizativos que han utilizado las aproximaciones configurativas basadas en la
teoría no han seguido el proceso metodológico común (Carper y Snizek, 1980; Hambrick,
1984; McKelvey y Aldrich, 1983; Pinder y Moore, 1979, Rich, 1992; Sánchez, 1993; Sneath,
1986). La consideración de las organizaciones como configuraciones complejas compuestas de
muchas condiciones individuales hace que la construcción de una agrupación con sentido deba
tener en cuenta múltiples factores para respetar la realidad que trata de representar. Es decir, a
pesar de su potencial descriptivo, agrupar organizaciones requiere de un proceso metodológico
riguroso si se quiere que tenga sentido, siempre marcado por los objetivos del estudio.
La génesis de la teoría de las configuraciones es la detección de grupos homogéneos.
Para ello, el investigador tiene dos opciones o métodos básicos: o bien detectar los tipos a
priori basándose en la teoría previa, con lo que se sigue un método de definición deductivo, o
bien encontrarlos en la muestra concreta, es decir, obtenerlos a posteriori, con lo que se sigue
un método inductivo. La elección de uno u otro es fundamental, puesto que determinará la
técnica a seguir para desarrollarlos, como se muestra en la figura nº 1. La aproximación
inductiva dará lugar a taxonomías y la deductiva a tipologías. Por su parte, cada una de ellas,
servirá a un propósito de investigación concreto. Como señalaron Ketchen y otros (1997), las
aproximaciones inductivas tienen como objetivo una clasificación exploratoria de
organizaciones (Ketchen y Shook, 1996). Por ello, no especifican a priori el número,
características o resultados de cada una de las configuraciones. Las aproximaciones deductivas
usan, por su parte, la teoría a priori para especificar la naturaleza de las configuraciones
(Ketchen y otros, 1993), por lo que detectan formas ideales válidas en cualquier contexto. Las
revisiones de la literatura efectuadas a este respecto (Carper y Snizek, 1980; Hambrick, 1984;
McKelvey y Aldrich, 1983; Pinder y Moore, 1979, Rich, 1992; Sánchez, 1993; Sneath, 1986)
certifican la confusión semántica y el debate existente sobre los méritos de cada una de las dos
aproximaciones: estudios llamados tipológicos que son taxonómicos, denominaciones
indistintas, metodologías inconsistentes con la terminología utilizada...
Figura 1: Técnicas de agrupación organizativa
Fuente: Elaboración propia.
Metodología de desarrollo de una tipología: Aplicación al caso de la cultura organizativa
Investigaciones Europeas, Vol. 13, Nº1, 2007, pp. 13-37 ISSN: 1135-2523 15
Cada uno de los métodos para la definición de las configuraciones va a dar lugar a la
generación de agrupaciones concretas, de las que surge el concepto de tipología frente a
taxonomía. Los tipologistas, que siguen generalmente la lógica Weberiana de los tipos ideales,
fijan las características claves que les permiten realizar una distinción a priori de tipos
generales de organizaciones. Es decir, estamos hablando de una aproximación deductiva cuyo
resultado es la generación de una tipología. Ejemplos de tipologías son la conocida de
Mintzberg de formas organizativas o de Burns y Stalker de formas orgánicas frente a
mecánicas. Dado que se apoyan en el fundamento teórico previo a la hora de definir las
configuraciones, las tipologías permiten contrastar hipótesis generales, pero también pueden
explicar e incluso llegar a predecir el funcionamiento del fenómeno organizativo que se
encuentra bajo observación.
Frente a ellos se colocan los taxonomistas. Su filosofía parte de la dificultad de
establecer a priori la clasificación de organizaciones. Para la definición previa de las categorías
normalmente no existen muchos referentes empíricos de los que partir, por lo que las
taxonomías son difíciles de usar empíricamente. Por ello, la lógica de la taxonomía, como
aproximación configurativa alternativa, descansa en la clasificación a posteriori, basada en el
análisis multivariado de múltiples dimensiones que pueden referirse a estructuras, procesos,
estrategias y contextos, sin definir las categorías por anticipado. La taxonomía permite a los
investigadores formular proposiciones teóricas (no hipótesis) en una muestra concreta.
Mediante la identificación de similitudes o diferencias entre elementos organizativos, las
taxonomías proporcionan una base para la descripción y el entendimiento científico de un gran
número de fenómenos organizativos (McKelvey, 1975). Debido a la inexistencia de base
teórica que permita efectuar dichos supuestos de partida, no se parte de la realización a priori
de predicciones sobre la naturaleza de las configuraciones resultantes, sino que éstas se
identifican a posteriori.
Los resultados que se han obtenido utilizando una y otra base de agrupación son
divergentes. Esto ha hecho que los investigadores se planteen la utilidad de este tipo de
métodos. Nosotros pensamos que una parte muy importante de las inconsistencias puede
deberse a problemas metodológicos. El hecho de definir tipologías o taxonomías no sólo tiene
relevancia en el proceso de generación de las mismas, sino también por las consecuencias que
acarrea el estar tratando con una u otra. Cada método de agrupación va a conllevar un proceso
metodológico de construcción diferente,
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