Metodológica

Instituto Tecnológico De Parral

Arquitectura Espacial

Cristian Genaro De Jesús Chaparro

Esta Investigación Documental Se Realizo Para La Aprobación De La Materia, Fundamentos De La Investigación impartida por el profesor David Armendáriz.

PRESENTA.

Noviembre 2012 Hgo. Del parral, chih.

INTRODUCCIÓN

El primer pensamiento asociado al término de Arquitectura Espacial sea tan sólo de expectación... ¿construir en la Luna?... ¿es esto una realidad?... u otras cuestiones similares y un tanto comprensibles.

Esta disciplina emergente es muy ‘real’ y lejos de tener su campo de acción en los proyectos propios al sector aeroespacial (como estaciones orbitales y demás) tiene conexiones con la Tierra desde múltiples e interesantes perspectivas.

El contexto de la Arquitectura en el siglo XXI que, de manera inmediata, surge en la América de los 70, posee un enorme potencial innovador para nuestra sociedad; siendo un nexo o puente entre dos ámbitos: el espacial y el terrestre.

La situación actual se habla de prioridades, la necesidad de reinvención destaca entre ellas. La perspectiva y posición de la Arquitectura Espacial es privilegiada para abordar esta cuestión, haciéndolo desde las transferencias tecnológicas, conceptuales y de conocimiento que un ámbito avanzado como el aeroespacial puede aportar y contribuyendo, así, a una mejora de nuestras vidas.

antecedentes

“La tierra es la cuna de la humanidad, pero uno no puede vivir en la cuna para siempre” la arquitectura es algo mas allá de un proyecto o de una realidad constructiva; por encima de todo es el ‘contenedor de la vida humana’ (el ‘ambiente físico’). Es el entorno creado por el hombre, para el hombre... donde quiera que éste se encuentre.

Desde ésta, ‘su cuna’, hablamos de su Arquitectura y dónde situar su origen dependerá, en último extremo, del criterio de quien observa... Tratamos de Arquitectura y como bien apunta la NASA, podríamos comenzar hace 44000 años, con los primeros asentamientos del hombre de Cro-Magnon hallados en Ucrania, o en el 8000 aC con los primeros vestigios en Jericó o en el 1350 aC con templos egipcios como el de Karnak. Y, también, con las prime ras viviendas ‘aeroespaciales’ de Buckminster Fuller en los 60 o con la puesta en órbita de la Salyut rusa en 1971.

La Arquitectura ha puesto ‘marco’ a la Humanidad en todas sus facetas, siendo su huella sobre el planeta y comienza a serlo también fuera de él.

Sin embargo, no se trata de hacer un recorrido, al uso, por su extensa y magnífica evolución. No obstante, en ella hay dos apuntes relevantes en su relación con el contexto espacial.

En primer lugar, es importante recordar que la Arquitectura y el Cosmos han estado relacionados desde el principio de los tiempos. El estudio de la bóveda celeste no sólo ha sido fuente de mitos y leyendas sino que, además, cautivó nuestra imaginación y nos sirvió para entender mejor el paso del tiempo.

Comprender y anticipar los ciclos de las cosechas, por ejemplo. En definitiva, dar respuesta a interrogantes fundamentales. Ya hemos comentado que el origen de la Arquitectura nos remonta al Neolítico y de esta relación nos hablan algunos de los primeros observatorios, como el templo de Abu Simbel (1244 aC.) en el antiguo Egipto, sus arquitectos lo orientaron de tal manera que dos veces al año (20 Febrero y 20 de Octubre) el sol penetra en su interior e ilumina las esculturas de su pared posterior. Todas salvo la de Ptah, cuya deidad se asociaba al ‘inframundo’ y la oscuridad. Un ejemplo entre otros muchos.

Lejos de entrar en ningún debate, la reflexión que planteamos es la siguiente: la Arquitectura en sus primeros estadios y, a costa de grandes esfuerzos, se relacionaba con los albores del conocimiento y las primitivas observaciones astronómicas. Esas primeras ‘miradas al Cosmos’ constituirían el fundamento para el posterior desarrollo de las disciplinas científicas que nos llevaron a la exploración del Espacio y esa exploración nos conducirá a su eventual colonización.

En segundo lugar existe otro momento en la historia que requiere especial atención para este punto de vista. En el Imperio Romano de Oriente (el Imperio Bizantino) la arquitectura miraba al Cosmos desde una perspectiva única en la historia.

En está época, el título de mechanikoi (mechanopoi) correspondía a aquellos arquitectos cuyos conocimientos iban más allá de los necesarios para la construcción terrestre, más allá de los arquitectos o constructores. Desde esta condición, su formación les versaba en materias como la matemática, la física o la astronomía, además de las propias a la Arquitectura. Y es, en esta etapa de la Edad Media, cuando podemos considerar uno de los primeros momentos (quizá, el primero) en el que estos ‘mecanikos’ establecen, de forma consciente, un vínculo entre la construcción terrestre y los conocimientos derivados de esa exploración/estudio del Cosmos.

Marco teorico

Konstantin E. Tsiolkovsky, 1895

K. E. Tsiolkovsky un pionero de la astronáutica de finales del XIX, tal vez resumió (con la frase) ‘el alma’ de esta disciplina, no tanto en su aplicación como en su visión.

Este vínculo entre dos ámbitos (el científico y el constructivo) trajo consigo la aplicación de dichos conocimientos con espectaculares resultados y tenemos un buen ejemplo en la conocida (y no menos hermosa) Hagia Sopia o Santa Sofia (Divina Sabiduría). Allí, los ‘mecanikos’ Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto consiguieron que su gran cúpula parezca levitar sobre una franja de luz, reflejando en el proceso la imagen del cosmos bizantino (cubo bóveda) e implementado avances tecnológicos y conceptuales ensu proyecto. Marcando una referencia en la Era Moderna, tal vez, la Arquitectura Espacial (entendida como tal) comenzó años después; en la década de los 70, cuando el arquitecto Maynard Dalton y el diseñador Raymond Lowy, ambos americanos, diseñaron el interior de la primera estación espacial americana, el Skylab.

Las dos ultimas décadas del pasado siglo

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