Utopia Y Barbarie
hc19952 de Junio de 2014
5.403 Palabras (22 Páginas)611 Visitas
En el siguiente texto abordaré algunos aspectos sobre la relación existente entre literatura y utopía. Para ello, referencio diferentes obras literarias universales que sustentan en sus valoraciones axiológicas y en sus análisis utopiaceos la construcción de cuatro grupos de utopías recurrentes en la tradición literaria universal: 1. la Utopía de la consolidación patria . 2. la Utopía pragmática . 3. la Utopía del mundo interno . 4. la Utopía de la ciencia o Utopía negativa . Cada una de las anteriores utopías está conformada, a su vez, por otras utopías que se determinan a partir de sus diferentes contextos históricos de producción y de sus propuestas temáticas e ideológicas.
Utopía y Literatura
Entre los significados del concepto de utopía literaria se encuentran los proporcionados por Darko Suvin (1984): “ Imágenes ideales de otros mundos cuya existencia o posibilidad no puede ser demostrada científicamente”, “Un imposible posible”, “Localidad alterna, radicalmente diferente en lo que toca a las condiciones sociopolíticas del ambiente histórico del autor” . Atendiendo a estos conceptos planteo que cada obra literaria posee un nivel o grado de utopicidad, con esto, la utopía no sólo se reduce al sentido de la obra de Tomas Moro (1516), sino que está presente en cada valoración axiológica que se hace de la realidad, es decir, en cada obra literaria.
De esta forma, la utopía en la literatura oscila entre dos polos: el positivo y el negativo. El primero, está sustentado en lo que el filósofo de la utopía Ernst Bloch (2003) denomina elprincipio de esperanza ; así, las visiones de mundo de las obras y sus propuestas estéticas e ideológicas consolidan valores y pensamientos positivos conforme a la época y el momento histórico. El segundo, por su parte, se argumenta desde el concepto antiutópico científico de la degradación humana. Por tanto, mientras que una utopía positiva muestra un estado que puede generar condiciones de existencia favorables para la humanidad, según los imaginarios e ideologías de cada época, la utopía negativa presenta un estado desfavorable para la condición humana. En esta medida, dicha bipolarización hace que se busquen nuevos referentes literarios que logren superar la sola sustancia filosófica de la utopía positiva, para insertar dentro del análisis utopiaceo las utopías negativas y sus imágenes del mejor mundo deseable negativo.
La utopía de la consolidación patria: Entre el Estado y la religión
Una de las utopías establecidas en la literatura universal es la utopía de la consolidación patria. Desde las antiguas culturas griega y romana las diferentes creaciones literarias han tenido una valoración axiológica referida al deseo de consolidar los estados y cohesionar el pueblo a partir del dogma religioso, por ello, desarrollo conceptualmente esta utopía a partir de la referencia de tres obras construidas en diferentes momentos históricos, que poseen como punto de encuentro la consolidación estatal y la cohesión del pueblo: “ La Eneida ”, de Publio Virgilio Marón ; “ La Divina Comedia ”, de Dante Alighieri , y “ Robinsón Crusoe ”, de Daniel Defoe. Cada una de las anteriores obras permite la construcción de utopías que unificadas conforman la utopía de la consolidación patria. Por tanto, esta utopía está formada, a su vez, por la utopía clásica romana o utopía patriótica , la utopía medieval teocéntrica y lautopía colonizadora inglesa .
La utopía clásica romana o utopía patriótica se especifica en la obra del poeta latino Virgilio “ La Eneida ” ( 29 y 19 a .C), un poema heróico en doce cantos que relata el periplo o viaje de Eneas a Lacio y su posterior conquista; esta creación literaria establece similitudes temáticas con “La Iliada” y “La Odisea” de Homero, de ahí que se plantee que la obra de Virgilio es un hipertexto de las epopeyas del rapsoda griego (hipotextos). En esta medida, la utopía clásica romana es una utopía patriótica debido a que la obra de Virgilio es una epopeya nacional que canta el establecimiento en Italia de los troyanos liderados por Eneas, un príncipe troyano hijo de Venus y Anquises, anunciando con ello la fundación de Roma.
Virgilio, siguiendo los modelos homéricos, exalta la gloria de Roma y la de César Augusto, descendiente de Venus a través de Eneas; su intención es la de plantear el origen divino del príncipe Cayo Julio César Octavio Augusto, su protector, así como la de cohesionar el pueblo mediante la referencia religiosa y la exaltación de los valores del trabajo en el campo, evitando con ello la centralización del pueblo en la ciudad. Por ende, la utopía patriótica es un llamado idílico que se convierte en una necesidad de carácter político, de ahí que se establezca el intento de consolidar valores como el amor patrio, la grandeza de Roma y el humanismo del dirigente (Eneas y Augusto), porque es claro que en las cualidades de Eneas Virgilio quiso plasmar las de un verdadero padre de la patria, cuyo modelo fue el emperador César Augusto, mismo que había reunido todos los poderes del pueblo romano.
Teniendo en cuenta lo anterior, puedo establecer un punto de encuentro entre la utopía clásica romana o utopía patriótica y la utopía clásica griega especificada en las epopeyas de Homero, debido a que poseen como núcleo central el amor a la patria ( La Odisea ); este concepto es también evidente en la poesía de Cayo Valerio Catulo, poeta latino que cantó con delicadeza lírica a su amada Lesbia y, Horacio, poeta latino moralista en sus sátiras y épodos; en sus odas cantó con nobles acentos líricos la grandeza de la Roma de Augusto, las virtudes de sus antepasados y la paz de la vida en el campo; propone reconstruir los valores y virtudes que hicieron fuerte el Imperio Romano, siendo César Augusto el gobernante idóneo, estable y sólido que puede generar el bienestar del pueblo.
De esta forma, las utopías clásicas, tanto romanas como griegas, se consolidan en el anhelo de enaltecer los imperios, sus costumbres e idiosincrasias patrias; aunque, dejo en claro que fueron varios los autores que criticaron la sociedad y las instituciones de la época, entre ellos, Marco Valerio Marcial y Decio Junio Juvenal. En este sentido, se llega entonces a la utopía a través de la exaltación de los valores patrios.
Por su parte, la utopía medieval teocéntrica se especifica en la obra del escritor italiano Dante Alighieri “ La Divina Comedia ” (1307 y 1321), una comedia del alma que comienza en los horrores del infierno y termina en la serenidad del paraíso. El infierno se encuentra en la tierra en forma de abismo hasta el mismo centro como un embudo dispuesto en forma de anfiteatro y dividido en nueve círculos donde están distribuidos los condenados según sus pecados: no ser bautizados, lujuria, gula, avaricia, ira y pereza, herejía, violencia, fraude y traición.
El purgatorio es una montaña que tiene la forma de un cono truncado en posición normal, escalonada por siete cornisas que, cuanto más altas, poseen una circunferencia más breve, de un lado tiene una muralla y de otro, el abismo; la meseta que corona el cono es el paraíso, las siete cornisas responden a los siete pecados capitales: orgullo, avaricia, lujuria, envidia, gula, ira y pereza. El paraíso, por su parte, consta de nueve cielos, esferas concéntricas luminosas sobre las cuales está el cielo empíreo y, alrededor, las jerarquías celestiales y la rosa de los bienaventurados. Los cielos móviles giran formando la esfera celeste que, a su vez, rodea la esfera terrestre: Luna, Mercurio, Venus, Tierra, Sol, Marte, Júpiter, Saturno, cielo estrellado y cielo cristalino.
En esta medida, la utopía medieval es una utopía teocéntrica debido a que la obra de Dante enseña el camino correcto para llegar a la purificación del alma, así, a través del dogma cristiano los seres humanos alcanzan la salvación lograda por la redención de Cristo. Dante se ha perdido en una selva oscura de la que no encuentra salida, dicha selva significa el estado de ignorancia y error; observa el deleitoso panorama iluminado por el sol, que lleva al camino de la salvación, pero, unas fieras (la carne y los apetitos sexuales), le cierran el paso. El hombre no puede salir por sí mismo, necesita la ayuda sobrenatural de Dios, se requiere no sólo la razón y el libre albedrío, sino también el amor. Con estas ayudas, el poeta sale de la selva y emprende el camino de la purificación, guiado por Virgilio. Se le presenta primero el infierno, conocimiento del alma sumergida en el mal, entra después en el purgatorio, etapa del arrepentimiento y la expiación, donde aún vive el instinto del mal; allí vislumbra a Beatriz, su gran amor que es la guía en el paraíso, es el camino de la fe y la gracia. En este último lugar sube de grado en grado de beatitud, hasta llegar a Dios y, en la síntesis de lo humano y lo divino, el poeta encuentra la paz y el sosiego.
De esta manera, la utopía teocéntrica es un llamado fiel de salvación que obedece a un supremo orden. En la época, Florencia convulsiona a tal punto que necesita alguien que le recuerde los modelos en que la humanidad fundamenta su seguridad, de ahí la intención moralista de Dante que enseña el camino correcto para llegar a la purificación total. La hipótesis manejada de la salvación cristiana es abandonar el pecado, sufrir en el infierno, purgar las penas y disfrutar del paraíso. Por tanto, La Divina Comedia tiene como gran alegoría concretizar el infierno, el purgatorio y el paraíso a través de la palabra, hecho que sucede por primera vez en la historia en la obra del poeta italiano.
Teniendo
...