Ética Para Amador - Ensayo

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE HIDALGO

INSTITUTO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

CIENCIAS POLÍTICAS Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

“ÉTICA PARA AMADOR” – FERNANDO SAVATER

POR: DANIELA DENNISSE GALLEGOS GARCÍA

“Ética para Amador” es una obra literaria, que en sus líneas explica un poco de lo que es la ética, este libro dirigido principalmente a la población adolescente, fue escrito por el autor Fernando Savater para su hijo Amador. “Este libro no es un manual de ética para alumnos de bachillerato. No contiene información sobre los más destacados autores y más importantes movimientos de la teoría moral a lo largo de la historia…” es así como Savater describe en general este libro.

Este ensayo, pretende a grandes rasgos, mostrar y determinar la relación que existe entre los temas abordados en el primer parcial del curso de Ética Profesional, impartida por la profesora Anay Ramírez Pacheco, a los alumnos del primer semestre, grupo dos, de la carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública, de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, y así mismo y mediante las narraciones que se relatan en “Ética para Amador” de Fernando Savater, ejemplificar los temas y que resulte para el lector y los mismos alumnos más fácil de comprender la Ética.

Esta obra, cuenta con un aviso antipedagógico, un prólogo, nueve capítulos y un epílogo.

En el primer capítulo además de abordar por primera vez lo que es el principio prefilosófico de la mora y el objeto material de la ética a través dos narraciones, una acerca del deber que tienen las termitas dependiendo del rol que desempeñan, y otra es un fragmento de “La Ilíada” en donde cuenta en pocas palabras la vida de Héctor, puede resultar un tanto difícil de entender el por qué de estas dos narraciones, y la respuesta es muy sencilla, estos dos relatos tienen relación en el momento en el que comparamos los hechos con la libertad, y es que si bien es cierto que no podemos elegir ciertas cosas, como por ejemplo a nuestros padres, si somos capaces de elegir lo que nos conviene o no, a diferencia por ejemplo de las termitas soldado, que en primera instancia no eligen serlo, sino nacen siéndolo, y en segunda, no eligen si pelear o no aún arriesgando su vida, sino solo lo tienen que hacerlo y ya, por naturaleza. Es justo en este instante cuando se puede apreciar notablemente la diferencia que existe entre los animales y los seres humanos.

El segundo capitulo ya se basa en la diferenciación que existe entre los animales y el hombre, sino se basa en la capacidad que tenemos para tomar la decisión que mas nos convenga, claro ejemplo del objeto material de la ética, que habla sobre tomar decisiones dependiendo de la voluntad de cada quién. Además de hacer mención sobre las costumbres, las órdenes y los caprichos y relacionarlos en una historia sobre un capitán de un barco que tras una tormenta se encuentra por un momento en el dilema de arrojar al mar su valioso cargamento o no hacerlo, este capitulo deja la moraleja de que debemos de ser prudentes y asertivos a la hora de tomar decisiones y saber cuando debemos de actuar por orden, por costumbre y por capricho, se aborda también lo que es el objeto formal de la ética, cuando el individuo decide ejecutar actos ya sean buenos o malos, si se refiere a actos buenos se dirá que será una virtud, y por el contrario, si son actos malos se hablará de un vicio.

En el tercer capítulo se adentra más al tema del objeto formal de la ética, cuando se hablan acerca de las virtudes y los vicios y de la felicidad que tienen como resultado, y como se hacía mención anteriormente sobre actos que causan menor satisfacción y actos malos que causan una mayor satisfacción, en este tercer capítulo se pregunta si decir siempre la verdad es “bueno” y mentir es “malo” y cuestiona la bondad de los actos en dos casos: primero si decir por crueldad al moribundo que se va a morir, y segundo si por decir la verdad se delata donde se encuentra escondida la víctima de un asesino.

El capítulo cuarto, al igual que en los capítulos anteriores habla sobre la libertad, y le aconseja a Amador que no ponga este derecho en manos de alguien más por buenos, sabios y respetables que estos sean. Se toca un tema muy importante e interesante en este apartado, y es sobre lo que se quiere realmente y lo que se apetece en el momento y antes de toar una decisión, es necesario pensar bien en las consecuencias de una mala elección y no dejarse llevar por las emociones del momento.

El quinto capítulo, de manera trágica pero evidente, habla sobre la importancia de otorgarle un valor a las cosas y no darle mayor valor a las cosas materiales porque sacian el vacío por un rato, pero este es un sentimiento pasajero y a lo largo del tiempo se va deteriorando esta satisfacción, esto fue lo que le pasó a Kane cuando muy por encima de sus sentimientos decidió saciar su vacío con cosas materiales, dinero, poder, servidumbre, etc. Muchos a este tipo de vida pueden llamarle como tener una “vida buena”, pero a pesar de que Kane tenía hablando materialmente todo lo que quería, le hacía falta lo indispensable, eso que el dinero no puede comprar y es el amor.

En el sexto capítulo, se da a conocer en lo que consiste tener un buen oído ético y buen gusto moral, en pocas palabras en lo que consiste la conciencia y de los remordimientos. Tener conciencia es darle importancia a las cosas que la merecen, hacer lo que queremos porque de verdad lo queramos, desarrollar la conciencia moral, y responder de manera adecuada por nuestros actos, y por otra parte, el remordimiento es el descontento que sentimos con nosotros mismos cuando empleamos mal el sentido de libertad. En el capítulo anterior, se planteaba la pregunta sobre ¿Por qué está mal lo que hacemos malo?, y en este capítulo se le da la respuesta siguiente: es malo por que no le deja a uno vivir la buena vida que queremos.

El séptimo capítulo, Fernando Savater lanza la siguiente pregunta: ¿En qué consiste tratar a las personas como a personas, es decir, humanamente?, a lo que responde que consiste en la capacidad de ser empáticos y ponernos en el lugar de las otras personas, así poder ser capaces de reconocer sus derechos, sin en cambio, no por esta razón significa que los demás siempre van a tener la razón, ni tampoco que se tenga que actuar igual a los demás, sino es algo que va más allá.

Octavo capítulo, toca el tema de los placeres, cuando estos rebasan los impulsos, y explica que la ética consiste en apostar a favor de lo que vale la pena en la vida, y que hasta estas penas de la vida, valen la pena. Y valen la pena porque es de este modo como es posible alcanzar los placeres de la vida. Al igual que en los capítulos anteriores, en este capítulo se plantea una pregunta: ¿Cuál es la recompensa más alta que podemos obtener por nuestro esfuerzo? Y la respuesta es muy sencilla: cualquier cosa que nos produzca felicidad.

El último capítulo, tiene que ver con la ética en la política, y habla sobre las críticas que un pueblo hace para con sus gobernantes, esto tiene similitud con un dicho político: “El pueblo tiene a los gobernantes que merece” y es que se critica al gobierno pero no se reflexiona que fue el mismo pueblo en su mayoría quien eligió a ese representante. La ética y la política se pueden relacionar desde el punto de vista que la ética es el arte de elegir lo que más convenga, y vivir de mejor posible, mientras que la política es el arte de organizar lo mejor posible la convivencia social, de modo que cada quien pueda elegir lo que le conviene. Y lo que diferencia a estos dos conceptos, es que la ética se ocupa de lo que uno mismo hace con su libertad, y la política coordina lo que un conjunto hace con este derecho.

Fernando Savater define lo “bueno” como las cosas que nos convienen porque nos provocan un sentimiento de bienestar, y lo “malo” como lo que nos causa sentimiento de malestar. Esto se relaciona con el principio filosófico de la moral, que reconoce mediante el sentido común lo “bueno” y “malo” de los actos, y depende de cada persona elegir entre lo que es bueno y lo que es malo. Sin embargo, es importante decir que, en muchas ocasiones se pueden presentar situaciones que a pesar de causar satisfacción, no son consideradas precisamente como buenas, pues dañan no solo a los demás, sino a nosotros mismos. Y por el contrario, hay veces que la situación no causa un alto grado de satisfacción, sin en cambio éstas resultan favorables.

Existen situaciones a nuestro alrededor, por más simples y naturales que sean las dejamos pasar, y no nos tomamos la molestia de cuestionarnos por qué es que ocurren, sino sencillamente percibimos que pasan y ya o las hacemos de manera automática, como por ejemplo cuando en el libro se hace mención sobre que no nos cuestionamos si ducharnos o no, o si debemos levantarnos cuando suene el despertador o no. La mayoría de las veces hacemos este tipo de cosas de manera automática, y no las cuestionamos porque muy probablemente sean parte de nuestra vida diaria, de nuestro ethos, es decir de nuestra forma de ser, de los hábitos que tenemos.

Savater habla de que la moral es intentar comprender por qué ciertos comportamientos nos convienen y otros no, comprender de que a la vida y qué es lo que puede hacerla “buena” para los individuos. El hombre es constitutivamente moral, y cada individuo así como es libre de decidir su estilo de vida, no pude desatenderse de tus responsabilidades y ni mucho menos transferirlas.

Gracias a la lectura de este libro, ahora resulta más claro el concepto de “Libertad” y es que “Libertad” no solamente es la facultad de hacer todo lo que se nos venga en gana, sino es hacerlo con responsabilidad de no dañar a los demás ni mucho menos a uno mismo, es también el saber elegir entre lo que es bueno y malo, sujetándonos a principios éticos y así poder tomar la mejor decisión, tomando también muy en cuenta que las decisiones se deben de elegir no por sentimientos de satisfacción pasajeras. Se demostró en esta lectura que por ningún motivo se debe de poner por encima valores como el del amor o amistad las cosas materiales, pues estas con el tiempo de desgastan, sin embargo el amor y la amistad conforme pasa el tiempo se fortalecen más.

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