Ética Para Amador

CAPÍTULO I

DE QUÉ VA LA ÉTICA

“Ciertas cosas uno puede aprenderlas o no, a voluntad. Como nadie es capaz de saberlo todo, no hay más remedio que elegir y aceptar con humildad lo mucho que ignoramos”.

El conocimiento es un aspecto que, tratándose del ser humano, tiene un límite exageradamente pequeño en cada individuo comparado a la cantidad existente del mismo. Tenemos conciencia de la infinidad de saberes que la humanidad maneja en la actualidad y del mismo modo, los conocimientos que aún se desconocen; es por este motivo que para cualquier persona, tener el conocimiento absoluto es imposible. Sin embargo, sabemos también que para poder vivir no se requiere el conocer todo, ni siquiera un poco de todo. Cada individuo tiene ciertos conocimientos que le permiten de alguna manera mantenerse y vivir, ya sea con buena o mala calidad de vida, pero esto implica otros factores que por el momento no nos interesa.

Existen ciertos saberes que uno como persona adquiere y que varían de acuerdo al contexto en que la persona se desarrolla, sin embargo, son conocimientos que no se imparten en sí, sino que la sociedad los establece y clasifica las diversas acciones que alguien puede tomar de acuerdo a la consecuencia que dicha acción conlleve. Esta clasificación se descompone en dos partes: bueno y malo.

Este capítulo nos menciona que dichos conceptos (bueno y malo) son totalmente subjetivos, ya que varían de acuerdo a la perspectiva desde donde se vea. Un ámbito que esta íntimamente ligado y que tiene mención es la libertad. Sabemos que por ley todos los individuos tenemos este derecho inalienable pero, hasta que punto puedo yo gozar de este derecho. Para resolver este cuestionamiento existe lo bueno y lo malo, y será la sociedad quien decida si los actos no alteran el orden en ella y lo permita.

CAPÍTULO II

ÓRDENES, COSTUMBRES Y CAPRICHOS

En el transcurso de nuestra vida, muchas veces se nos presentan diversas situaciones o realizamos algunas acciones que en ningún momento planeamos se nos pusieran en frente, pero en mi opinión, el hombre por naturaleza intenta resolverlas, y esto lo logra algunas veces mediante las órdenes, las costumbres y los caprichos. A continuación unos breves ejemplos: El momento en que un niño recibe una orden por parte del padre de familia para realizar una acción. Es un acto que en este caso el niño nunca planeó, pero ahora tiene una encomienda y es su deber resolverla o realizarla puesto que la orden es una instrucción que se le da a un individuo para que, sin ninguna otra opción, realice dicha acción.

Ahora, un joven camina por la calle cuando de repente se da cuenta que va pateando una lata. En este ejemplo se presenta lo que es la costumbre, se refiera a realizar alguna acción o resolver algún conflicto sin ni siquiera molestarnos en pensarlo, ya que este se lleva a cabo de una manera automática. Y, en otro caso: un joven decide llegar a su casa, prender la televisión y sentarse a ver un programa a cierta hora del día. El joven muestra lo que es un capricho, un acto que realizas por el hecho de que uno planea o quiere realizar. Es así como, en muchos aspectos hacemos o llevamos a acabo diversas acciones en nuestra vida cotidiana.

“Aunque no podamos elegir lo que nos pasa, podemos en cambio elegir lo que hacer frente a lo que nos pasa”.

CAPÍTULO III

HAZ LO QUE QUIERAS

“Libertad es poder decir «sí» o «no»; lo hago o no lo hago, digan lo que digan mis jefes o los demás; esto me conviene y lo quiero, aquello no me conviene y por tanto no lo quiero”

Este capítulo, con relación al pasado, nos maneja una forma distinta de actuar frente a las situaciones y decisiones que debemos de tomar día a día. Esta vez, se ejercerá en base a un “si” o a un “no”. En esta ocasión, el individuo tiene la total libertad de tomar sus propias decisiones y elegir si quiere o no quiere realizar alguna acción. Esta claro que la decisión que va a tomar la persona va a ser lo que él piense es más correcto, tenga un mayor beneficio o perjudique lo menos posible.

Al tratar el tema de la libertad del individuo, es necesario mencionar que tal como se dijo, la persona tiene, de acuerdo a su juicio que realizar lo que le parezca mejor sin necesidad de escuchar a alguien, de seguir una orden o de realizarla de una manera automática; él y solo él toma la elección. Sin embargo, la libertad no solo se refiere a esto, también te otorga el compromiso de tener conciencia acerca de qué es lo que vas a hacer, darte cuenta de la decisión que tomarás y analizar sus consecuencias.

Utilizando los ejemplos del capítulo anterior decimos: esta vez el niño al que su padre le dio una indicación tiene la responsabilidad de elegir qué es lo que hará, el joven que pateo la botella ahora puede decidir si la pateará o no y el último dirá también si quiere o no ver la televisión. En todos los casos existen consecuencias y, es ahí, en donde la libertad toma partido.

CAPÍTULO IV

DATE LA BUENA VIDA

“No le preguntes a nadie qué es lo que debes hacer con tu vida: pregúntatelo a ti mismo”.

En tu vida, solo tú tomas las decisiones. Este capítulo nos dice que no debes depender de nadie para formar tu vida, tu futuro. En todo momento debes actuar en base a lo que tú quieras y tengas ganas de hacer, y no vivir siguiendo los mismos pasos de individuos que probablemente llegan a una meta a la cual no se quiere llegar. No se debe vivir a costa de los demás.

En este punto entra de lleno lo que es la libertad, el hecho de decir “haz lo que quieras” se refiere a que sí, uno como individuo debe realizar la actividades del interés propio, pero se debe de tener cuidado o una cierta medida para no caer en lo que la sociedad llama “malo” si realmente lo es, porque como ya se mencionó en el capítulo I, son conceptos muy subjetivos, y en el caso en que tus actos lleguen a tocar ese concepto, puede ser el momento en que tus libertades sean suspendidas.

De manera breve y concisa, el punto central de éste capítulo es, vive tu vida pero permite que los demás vivan la suya, no interfieras

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