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Ayotzinapa: 46 "desaparecidos" A 46 años De La Masacre De Tlatelolco


Enviado por   •  1 de Diciembre de 2014  •  1.546 Palabras (7 Páginas)  •  393 Visitas

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Ayotzinapa: 46 “desaparecidos” a 46 años de la masacre de Tlatelolco

rubèn ramos

El pasado 26 de septiembre del 2014 tuvo lugar en el municipio de Iguala, del Estado de Guerrero, al sur de México, una marcha de los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, (“cuna de la conciencia social”), donde se forman profesionales de la educación para las áreas rurales del Estado de Guerrero y de otros estados de México.

“Iguala de la Independencia”, es un municipio que debe su importancia (poco conocida) a hechos históricos vinculados con la independencia mexicana. Aquí se firmó en 1821 el “Plan de Iguala” que reconocía la Independencia de México del colonialismo español, se creó el ejército mexicano y la bandera mexicana, entre otros hechos. Fue la primera capital del Estado de Guerrero.

La marcha de los normalistas de Ayotzinapa anticipaba el viaje de éstos a la capital federal para la conmemoración de los 46 años de la masacre de Tlatelolco. Aquí, el 02 de octubre de 1968, estudiantes, obreros, intelectuales y profesionales que se habían congregado en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, en la capital mexicana, para exigir al gobierno mayor autonomía universitaria, libertad de los presos políticos, fin de la represión estatal y mejores condiciones laborales, fueron masacrados por el ejército y la fuerza especial “Olympia”. Gobernaba México, por entonces, Gustavo Díaz Ordaz, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

La masacre de 3 estudiantes a los que desollaron y la de otras tres personas que transitaban por la calle, puso el nombre de Iguala y de Ayotzinapa en todas las portadas de los medios, evidenciando la situación que se vive en el Estado de Guerrero, considerado bastión del narco tráfico, de la corrupción y del cohecho, generados por EEUU, para asegurar la funcionalidad del crimen organizado a sus intereses. Cuarentaitres estudiantes más, fueron desaparecidos y hasta el día de hoy no se sabe sobre su paradero.

A raíz de esta situación se han descubierto fosas comunes en las afueras de la ciudad de Iguala, pero, se dice, que los cadáveres encontrados no son los de los estudiantes “desaparecidos”.

El alcalde de Iguala y su consorte

La pareja colaboró activamente con el cártel de la droga, “Guerreros Unidos”, que ha convertido a Iguala en el feudo del crimen organizado. El Alcalde y su consorte recibían millonarios sobornos en dólares. Parte de los cuales se repartía entre los agentes de policía más allegados a los esposos Abarca.

Según información de la Procuraduría de la República, el alcalde Abarca pagaba entre dos y tres millones de pesos (más de 200 mil dólares) a la mafia de “Guerreros Unidos” para tener a Iguala bajo control. No menos de 600.000 pesos (unos 50 mil dólares) eran usados para el control de la policía local.

Los Abarca llevaban una vida de lujo y gozaban de todo tipo de comodidades y una fortuna, proveniente del narcotráfico y la corrupción, en bienes inmuebles y negocios entre joyerías y un centro comercial.

Inmediatamente de producidos los hechos del 26 de septiembre, la población sindicó al alcalde y a su consorte de estar directamente implicados en los asesinatos y la desaparición de los estudiantes. Razón por la que tuvieron que ocultarse aprovechando la red mafiosa con la que cuentan. Viajaron a Ia capital federal para contar con las seguridades pertinentes en caso de un posible arresto. Hace unos días fueron “hallados” y detenidos.

Las circunstancias tienen indudablemente que ver con el serio peligro que corrían sus vidas frente a la indignación de todo el pueblo mexicano que los sindicaba como los culpables mediatos de las muertes de los normalistas y de las otras tres personas, así como de la masacre que es evidente haya ocurrido con los otros 43 estudiantes. Aparte, sobre el alcalde pesa el asesinato a tiros que él mismo hiciera contra un contendor político por la alcaldía de Iguala.

La comparsa gubernamental

Peña Nieto, fantoche de turno en el gobierno mexicano, y las autoridades del poder judicial y de la policía han explicado su detención como el resultado de una “paciente labor de inteligencia”. Tal como es usual llamar a los contubernios entre la policía y las mafias y al “soplonaje” institucionalizado.

A sabiendas de lo que se oculta tras los hechos de Iguala, el “yuppie” que Estados Unidos decidió poner en el gobierno de México para dar una imagen renacida del añoso y mafioso PRI, no tuvo empacho alguno en decir “yo espero que esta detención contribuya al esclarecimiento y la investigación”.

Por su parte y coincidiendo con su jefe, el gobernador

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