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ELEMENTOS DE CAMBIO SOCIAL EN LA ESTRUCTURA ECONÓMICA ESCLAVISTA.


Enviado por   •  4 de Junio de 2013  •  1.987 Palabras (8 Páginas)  •  713 Visitas

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 ELEMENTOS DE CAMBIO SOCIAL EN LA ESTRUCTURA ECONÓMICA ESCLAVISTA.

El régimen esclavista venezolano se caracterizó por no poseer un orden estático, es decir, no tuvo fecha exacta de inicio ni del final, sin embargo; una serie de eventos relacionados a las contradicciones internas y relaciones externas que materializaban una dependencia del mercado global, generó los elementos de su propia transformación que sometió a la fuerza de trabajo esclava a un cambio hacia la servidumbre, fenómeno originado entre los años 1.750 y 1.770.

La contradicción económica fundamental fuera- trabajo de esclavo- terrateniente y esclavista se agudizó en las primeras cinco décadas del siglo XVIII, traduciéndose en luchas de esclavos o rebeliones armadas y el desarrollo de un área de cimarrones que debilitó los fundamentos del régimen esclavista venezolano contribuyendo a su disolución. Con la ampliación de la producción agropecuaria en los llanos, ingresó gran cantidad de esclavos, destacando la contradicción de que parte importante de ellos no fue introducido en las haciendas en calidad de esclavos, sino en lazos atenuantes hacia la servidumbre, es decir, los amos iban forjando relaciones feudales.

Por otra parte, los indígenas fueron liberados de los servicios personales y el proceso de mestizaje fue un poco más complejo puesto que a pesar de considerarse esclavo el hijo de una esclava, un gran número de estas ya eran consideras “libres” y muchos de los descendientes podían ejercer labores de servidumbre o inclusive ser pequeños propietarios; evidenciando cada vez más la estructura económica social del feudalismo.

El incremento de las fugas individuales de los esclavos y la expansión del área de negros cimarrones, además de los alzamientos contribuyeron a minimizar la capacidad productiva del régimen económico esclavista, ya que el trato inhumano a los esclavos reducía significativamente su fuerza de trabajo y la vida de estos, además la fuga de los negros se traducía en pérdidas económicas para los amos.

Debido a la magnitud del problema, los dueños de hatos realizaron una serie de denuncias ante la Audiencia de Caracas, tomando ésta decisiones radicales en contra de los revoltosos, autorizó la formación de cuadrillas armadas destinadas a castigarlos con pena de muerte o cincuenta azotes atados en botalón o picota, satisfaciendo las normativas legales. Entre los años 1.794 y 1.795, fueron entregados a los propietarios 500 negros cimarrones capturados en Valles del Tuy, Aragua, Yaracuy y costas centrales, esta cantidad sólo representaba el 2 por ciento del total de los cimarrones y esclavos alzados, cuyas luchas continuaron a pesar de la represión y crueles torturas.

Las rebeliones de negros conjugaron en la segunda mitad del siglo XVIII dos elementos de pugnas que expresaban el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad venezolana: la lucha de los esclavos en sentido absolutos contra sus propietarios legales y la lucha de la masa territorial (indígenas libres, peones- jornaleros, mulatos) contra los terratenientes esclavistas que sin ser sus amos sometían a aquellas masas, apoyados bajo el monopolio que ejercían sobre las tierras, los medios de producción y las instituciones políticas.

La insurrección de los negros de las serranías corianas, la más significativa y conocida de cuantas ocurrieron en la sociedad colonial venezolana, expresaba en su programa las contradicciones contra los sistemas esclavistas y feudales sobre un fondo ideológico común inspirados por la revolución democrática burguesa europea.

• LAS RELACIONES ECONOMICAS DE SERVIDUMBRE Y ESCLAVO.

Las insurrecciones y la lucha general de los negros asestaron golpes mortales al modo de producción esclavista pero no detuvieron la expansión de la propiedad latifundista de las tierras; los terratenientes incorporaron más tierras “de realengo” o comunas indígenas que favorecían el desarrollo de las relaciones económicas de servidumbres que significa a los esclavos una mayor libertad respecto a su anterior condición y aseguraba a los terratenientes una renta estable por vía de los tributos pagados por los manumisos y negros libres.

En las plantaciones se acostumbró a utilizar como mayordomos a mulatos y negros libres, a quienes se les prometía la libertad a cambio de este u otros trabajos similares por un tiempo oscilante de 10 a 25 años. Luego de este periodo el esclavo podía gozar de su libertad y recibía algunos bienes económicos.

Este fenómeno se manifestó en el período de la expansión de las plantaciones de cacao, cuando este fruto se transformó en el más importante de la economía agropecuaria venezolana y cuando todavía el régimen económico esclavista predominaba, siendo esta promesa de libertad la que favorecía los planes de producción en las haciendas, transformándolas en una base efectiva de riqueza.

En la quinta década del siglo XVIII, este fenómeno económico repercutió en la estructura social puesto que el 17 por ciento de los cosechadores para aquel momento ya eran pequeños propietarios pardos, mulatos y negros libres, con plantaciones que en conjunto representaban una superficie de 115 y media fanegadas, equivalentes en medidas modernas a 231 hectáreas.

Los contratos de manumisión sobre la base del trabajo extra de los esclavos en beneficio de sus amos en primer momento fueron verbales, pero a partir de las últimas décadas del siglo XVIII, adquirieron un carácter de instrumento público debidamente legalizado ante un escribano o reconocido en los testamentos, siendo transferida por herencia la obligación de manumitir a los esclavos, de ser omitida esta acción los esclavos tenían derechos adquiridos para reclamar su libertad por vía judicial, y las muestra en este sentido son numerosas.

El mestizo negro (mulato, zambo, pardo, entre otros), ingresaba a un grupo social con libertad jurídica comprobada u otorgada por sus ascendientes, sin embargo; no podían tener más perspectivas que “los oficios bajos y serviles”, es decir, el cultivo de la tierra en condiciones de servidumbre, concertarse en los centros urbanos como jornaleros o sirvientes, o continuar ligado a la familia de uno de sus progenitores.

La manumisión en artículo de muerte, favoreció igualmente el proceso

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