El Dorado. Mito O Realidad?

“El dorado” ¿Mito o realidad? Describe el contexto histórico de este mito desde la perspectiva de los indígenas americanos por un lado y por otro la perspectiva española. ¿Estas perspectivas se pueden generalizar dentro del marco americano? Da uno o varios ejemplos.

Desde sus comienzos, la empresa conquistadora y la colonización del Nuevo Mundo estuvo signada por el afán de encontrar riquezas. Bajo este motivo, las tierras de América fueron el escenario de una frenética búsqueda de metales preciosos y especialmente de oro. Después de la conquista y la destrucción de los grandes imperios de los aztecas y de los incas y el saqueo de casi todo el oro de sus palacios y sus templos, la desesperada obsesión de los conquistadores los llevó a crear decenas de imperios imaginarios de leyenda llenos de oro. El mito de El dorado fue, según Arturo Uslar Pietri, la concepción más tenaz de la noción mágica de la riqueza que caracterizó los viejos pueblos de Occidente. (Becco, pág. 7)

La leyenda de El dorado se construyó en relación a un evento religioso de los indios chibchas que habitaban la zona alrededor de la laguna Guatavita, a unos 3000 metros de altura, en la actual Colombia. De acuerdo a la historia recogida por el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo, el pueblo chibcha celebraba una ceremonia ritual relacionada con la proclamación de un nuevo cacique. Durante el ceremonial, el nuevo soberano, con su cuerpo cubierto con polvo de oro, se conducía junto con sus sacerdotes, mediante una balsa llena de ofrendas, en medio de la laguna donde ofrendaba objetos dorados y joyas a los dioses, arrojándolos a la laguna. Al final de este ritual religioso, el señor de los chibchas se introducía en las aguas desprendiendo de su cuerpo el polvo de oro y luego se retiraban del lugar. En la época que llegaron los españoles en la zona, la ceremonia había caído en desuso, probablemente a causa de enfrentamientos entre las tribus de los chibchas y los muiscas. (Favale)

Frente a la indiferencia de los indígenas para el oro, puesto que para ellos era simplemente material de decoración y de realizaciones artísticas, la perspectiva de los españoles fue totalmente contraria. Estimulados por las referencias de los nativos a ciertos sitios lejanos donde el oro abundaba en cantidades inimaginables, los relatos de los indios muiscas sobre la costumbre ritual de los chibchas y bajo la desesperada avidez por el precioso metal, comenzó a edificarse una distorsionada historia sobre el hombre dorado que se convirtió en un poderoso monarca de una deslumbrante ciudad o un reino, El dorado, localizado en medio de la jungla de Colombia, aunque, según el origen y la época de la versión, podría estar en Venezuela, en la selva amazónica o en los Andes. La imaginación de los conquistadores los condujo a ver una ciudad donde había edificios de oro, donde las calles eran pavimentadas de oro y el preciado metal era

...