Mitos y realidades sobre la sexualidad
kazu_16Monografía21 de Noviembre de 2011
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Colegio hispano
Villa Alemana
Nombres: Carlos Araya
Camila Carrasco
Sigrid Espinoza
Pedro Guerrero
Alexandra Olivos
Curso: 3 medio A
Índice
Portada …………………………………………………………………………………. 1
Índice…………………………………………………………………………………… 2
Introducción……………………………………………………………………………. 3
Mitos y realidades sobre la sexualidad…………………………………………...... 4
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Mitos sobre el Sexo……………………………………………………………………. 7
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Anexos…………………………………………………………………………………. 10
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Opinión personal……………………………………………………………….…….. 12
Bibliografía…………………………………………………………………….……… 13
Introducción
En el siguiente trabajo probaremos cuantos mitos de todos los que rodean a la sexualidad son realidad o simples mitos que inventa la gente.
Todos estos mitos son fundados por la sociedad al desconocer las verdaderas razones o motivos de porque la gente quedaba embarazada. Actualmente se han difundido muchos acerca de prevenciones o sobre el sexo que la mayoría son falsos o simple falacias.
Estos mitos pueden derivar en consecuencias indeseadas como por ejemplo embarazos precoces y no deseados, enfermedades de transmisión sexual como el SIDA entre otras.
Por esta razón hacemos referencia a los mitos que a pesar de ser mentiras revestidas de verdades, muchas veces son falsos y la juventud cree en ellos llevándolos a consecuencias como las ya mencionadas.
A continuación nombraremos cada mito y revelaremos si es cierto o mentira para que la clase tenga pleno conocimiento de ellos para que no comentan errores en su juventud.
Mitos y realidades sobre la sexualidad
• La mujer nunca queda embarazada en la primera relación sexual.
Mito: este es uno de los mitos más comunes y perniciosos que lleva a los adolescentes a cometer muchos errores. Si durante la relación sexual la mujer está fértil, puede producirse el embarazo sin importar que sea la primera, la segunda o la última relación sexual.
• El tener relaciones sexuales de pie impide el embarazo.
Mito: este es otro mito frecuente. La posición en que se tenga la relación sexual no afecta las posibilidades de no embarazarse. Basta que la mujer esté en su período fértil para que la posibilidad de embarazarse si tiene relaciones sexuales esté presente.
• Los varones, para ser más hombres, necesitan tener muchas relaciones sexuales.
Mito: la hombría no está dada por la cantidad de veces que se ha acostado con una mujer, ni por la cantidad de mujeres que tenga “disponible”. La hombría se mide por la responsabilidad y respeto con que el hombre vive su sexualidad, reconociendo en ella un valor y logrando una actitud de cuidado y valoración de ella. Un “verdadero hombre” es quien es capaz de respetar a la mujer y respetarse a sí mismo entendiendo la relación sexual como un acto de intimidad, amor y respeto mutuo.
• A las mujeres que han tenido relaciones sexuales se les arquean las piernas.
Mito: el haber tenido relaciones sexuales no provoca ningún cambio físico en la mujer, ni en el hombre. Por lo tanto no es posible “saber” si una mujer ha tenido o no relaciones sexuales a través de su estructura física.
• El lavado vaginal después de la relación sexual es un método eficaz para evitar el embarazo.
Mito: el lavarse después de haber tenido relaciones sexuales o el tomar agüitas de hierba, no evita la posibilidad de que ocurra un embarazo. Los métodos efectivos para evitar el embarazo se basan en datos y técnicas científicamente probadas y que la pareja debe conocer antes de tener la relación sexual.
• Cuidarse “por las fechas” (método del calendario) no es recomendable para evitar el embarazo.
Realidad: dado que la mujer puede tener ciclos más largos o más cortos, el cuidarse por las fechas se considera muy arriesgado pues ella no puede anticipar si su ciclo va a ser regular y exacto de 28 días. Cualquier variación en él, echa por tierra todos los cálculos de fechas que se hayan podido hacer
• Durante la menstruación la mujer no debe practicar deportes, o lavarse el pelo, porque si lo hace se le puede cortar la regla.
Mito: durante su menstruación, o regla, la mujer puede realizar todas las actividades que desee en forma normal y natural. Los cuidados que ella deberá tener tienen que ver con mantener su higiene personal, por lo que el bañarse, lavarse el pelo, etc. Durante la regla son acciones recomendadas. Sólo en caso de que sienta molestias específicas, puede disminuir la actividad deportiva y tomar algún analgésico
• Las eyaculaciones o emisiones nocturnas son absolutamente normales en los varones.
Realidad: a partir del fin de la pubertad (13-14 años aproximadamente) es natural que los muchachos tengan eyaculaciones espontáneas durante los sueños. Esto es un signo que habla de la maduración sexual-biológica que están experimentando. Esta experiencia se relaciona con el inicio de la menstruación, en la caso de las muchachas. Ambas situaciones indican que muchachos y muchachas han logrado un desarrollo biológico que les da la capacidad de reproducirse.
• La falta de himen en la mujer es la prueba de que ella ya no es virgen.
Mito: el himen es una membrana muy delgada y frágil que se encuentra a la entrada de la vagina de la mujer. El que una mujer no lo tenga o se le haya perforado no es un signo de que ella ya haya tenido relaciones sexuales. Un ejercicio físico, una maniobra brusca o un accidente pueden hacer que se rompa; también hay mujeres que tienen el himen perforado desde su nacimiento y nunca han tenido relaciones sexuales. La mujer debe valorar y cuidar su sexualidad más allá de los mitos que existan en torno a ella.
• Si la mujer no sangra en su primera relación sexual, quiere decir que no es virgen.
Mito: el sangrado durante la primera relación sexual tampoco es un signo de virginidad. Si ha habido una buena estimulación y lubricación vaginal en los momentos previos a la penetración, no tendría por qué haber sangrado ni dolor de ningún tipo. Esto podría llegar a ocurrir cuando no ha habido una buena preparación y estimulación, produciéndose algún tipo de sangrado o dolor producto del roce o de la tensión con que se esté viviendo la relación sexual.
• El embarazo precoz afecta la posibilidad de los adolescentes de mejorar sus condiciones educativa, económica y social.
Realidad: está comprobado que un embarazo durante la adolescencia afecta las posibilidades de que la mujer, y el varón cuando lo asume, logre desarrollar todas sus potencialidades en el ámbito de lo educativo, del desarrollo social y su capacidad para lograr la independencia económica.
Ello implica la interrupción de un proceso de crecimiento y desarrollo y el poder proyectarse en la vida, poniéndose metas, apropiadas a la edad, que les permitan realizarse en la vida adulta.
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• Es común que durante la adolescencia se acceda
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