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Estados Unidos: cronología de una elección


Enviado por   •  7 de Noviembre de 2012  •  Tesinas  •  6.062 Palabras (25 Páginas)  •  423 Visitas

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Estados Unidos: cronología de una elección

Sala de redacción

Revista Perspectiva.com

A pesar de la crisis económica, de la ausencia del clima de esperanza que caracterizó la elección del 2008 en donde Barack Obama representaba el cambio, y de mantener aún “en veremos” la solución de muchos de los problemas que dejó la administración Bush (principalmente en materia de economía, inmigración y política exterior), la ciudadanía estadounidense pintó de azul el particular mapa electoral estadounidense y otorgó la relección a Obama.

Un asunto importante sobre el que esta elección representa un punto de inflexión, es la pauta que acostumbra señalar la teoría del voto económico. Dicha teoría suele estar dada por dos dimensiones fundamentalmente: una externa, en donde el votante evalúa el estado de la economía general del país, y una interna en la que evalúa la evolución de su economía personal. Se supone que si el votante hace un mal balance de la economía, su voto será de castigo para el partido en el gobierno, por lo cual muchos analistas estaban seguros de que Obama estaría en serios problemas para conseguir la relección. Jorge Dezcallar, en su columna del diario El País, aseguró que “ningún presidente de Estados Unidos ha sido elegido con más de un 7% de desempleo y ahora está en un 8,3%” y que “el gran problema de Obama es que la victoria no se la dará ni la política exterior ni la de seguridad, donde puede exhibir éxitos como la muerte de Bin Laden, sino que se decidirá por la economía”.

Sin embargo, no fue así. Por esta ocasión la fuerza de la teoría del voto económico, aunque significativa, no fue determinante. Y es que en estas elecciones no solo estuvo en juego el futuro del país y las políticas económicas, en donde las principales diferencias entre los candidatos giraron alrededor de las medidas de rescate, la reforma a la salud y las tasas de impuestos, sino que también se escogió el tipo de sociedad que Estados Unidos desea ser, y esto tiene que ver con temas como el aborto, el matrimonio entre parejas del mismo sexo, la inmigración e incluso el gasto en seguridad y defensa.

De hecho hoy la mayoría de los medios otorgan un papel protagónico al voto latino, al voto de las mujeres y de muchas otras minorías que, o bien se sienten respaldadas y apoyan el camino planteado por el Presidente, o bien votaron en contra de Romney después de que éste hiciera –en varias ocasiones- declaraciones desfavorables para estos grupos de población, que resultaron claves a la hora de definir los “Swing States”.

La carrera por la presidencia de los Estados Unidos estuvo marcada por la confrontación, la descalificación del oponente, pocas propuestas y algunas contradicciones. A continuación presentamos una cronología de los principales eventos de esta histórica y reñida elección.

Elecciones en Estados Unidos: un enfoque único ante inquietudes diversas

Tom Long. Estados Unidos

Candidato doctoral y Fellow de Investigación Doctoral. American University.

A lo largo de las Américas, la elección presidencial estadounidense ha atraído una gran atención. Pero a pesar del notable interés, el enfrentamiento entre el presidente Barack Obama y el candidato republicano Mitt Romney no está despertando las mismas expectativas que marcaron la campaña del 2008. En la elección anterior, este sentimiento fue compartido por muchos países de la región. En esta, en cambio, encontramos un panorama con preocupaciones muy diversas.

Como ya ocurrió en el 2008, América Latina no ha sido tema de campaña. Durante su primer mandato como presidente de los Estados Unidos, Obama no le ha dado mucha importancia a los problemas de los países de la región, con una excepción parcial con México y brevemente con las crisis de Honduras y Haití. El apogeo de Obama con América Latina llegó pocos meses después de su inauguración con el discurso en la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago, pero rápidamente la frustración remplazó a la esperanza cuando la administración vaciló en su posición inicial frente al golpe de estado en Honduras -un cambio aparentemente precipitado por la oposición de una minoría de congresistas norteamericanos de derechas-.

A su vez, el presidente falló en las dos relaciones más importantes que necesitaba potenciar. Lo más importante era cuidar los innumerables vínculos con México; el otro era construir una relación más productiva con Brasil, la potencia emergente suramericana. Con México, los cuatro años han estado dominados por la violencia que tiene su origen en la demanda estadounidense de drogas, mientras la cooperación en otros temas claves como el comercio y la migración ha quedado estancada. Con Brasil, los últimos meses han estado marcados por una tensión creciente alrededor de asuntos comerciales, de tarifas, así como una supuesta “guerra de divisas.”

Frente a este panorama, podría esperarse una ola de apoyo para el candidato opositor. Pero no es así. Especialmente en México y los países de América Central, los comentarios antiinmigrantes de los precandidatos republicanos en los debates provocaron grandes recelos. La posición muy discutida de Romney de que los inmigrantes indocumentados se debían auto-deportar fue calificada como inhumana y poco realista en los países de origen de buena parte de los inmigrantes que residen en los Estados Unidos. Así mismo, Romney se ve vinculado también con otras posturas extremas de su partido, como el apoyo a las medidas draconianas contra el gobierno socialista cubano, y las críticas de congresistas republicanos del hasta ahora incipiente proceso de paz en Colombia. Más aún, muchos analistas y periodistas temen que Romney pueda hacer uso del mismo tipo de discurso agresivo que empleó el Presidente George W. Bush, según el cual Estados Unidos debe jugar un papel preponderante para liderar el mundo. Romney no ha tenido problemas en criticar constantemente al Presidente de Venezuela Hugo Chávez, e incluso calificó de ingenuos los comentarios de Obama acerca de que Chávez no representa una amenaza a la seguridad nacional norteamericana. Algunos opositores del presidente venezolano en los países que forman parte de la Alianza Bolivariana agradecieron las palabras de Romney, pero la gran mayoría de los líderes latinoamericanos no tienen ningún deseo de estar en el medio de una lucha entre los Estados Unidos y Venezuela. Es obvio que Chávez no representa amenaza alguna, pero la retórica da fuerza a los argumentos chavistas y distrae de

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