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Fases y períodos históricos Mayas

jans_florianTutorial19 de Agosto de 2013

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Fases y períodos históricos Mayas

La historia de los mayas se divide en etapas o períodos, cada uno corresponde a una fase delimitada por las características de la fecha: estructura social, costumbres, avances y desarrollo.

La riqueza de esta antigua civilización inunda los años con distintas características afines, causando por ende, su división en etapas o épocas.

Las diferencias en las construcciones y arquitectura maya, así como las huellas de sus costumbres y estructuras sociales dejadas en sus vestigios hacen posible agrupar de manera lógica su historia en épocas en el siguiente orden cronológico:

- Época Arcaica (del 24,000 al 3,000 a.C.)

 Época Preclásica (del 2,000 a.C. al -250 d.C.)

 Perí­odo Clásico, caracterí­stico por el brillo de la civilización (250-900 d.C.)

 Postclásico, fin intrigante de la civilización (900-1,200 d.C.)

El fin del Período Post Clásico se marca en en año 1,524, cuando se cierra el capítulo histórico de los mayas originales y se inicia la historia de conquista y mestizaje qe involucra a los españoles en América.

Los mayas no vivieron un brillo cultural simultáneo (todas las ciudades y sitios ceremoniales). Mientras unas ciudades alcanzaban su mayor apogeo en un período, otras apenas se formaban, luego algunas se debilitaban, abriendo paso al crecimiento y brillo de otras ciudades.

Epoca o período Arcaico Maya

La historia de los Mayas se inicia con el establecimiento geográfico de los primeros grupos creando estructuras sociales y abandonando sus costumbres nómadas que los hacían migrar constantemente.

El origen de los mayas se remonta a sus antiguos antecesores que llegaran a poblara el contintente americano muchos años atrás y esto marca el inicio del período.

Los primeros colonizadores migratorios arribaron al continente por el estrecho de Bering durante la última glaciación.

Este tramo, hundido bajo el mar formó un puente natural con la influencia de la congelación que creara un área presta para movilizarse. Esto ocurrió en un período entre el 60,000 y 8,000 a.C.

Las características generales de esta nueva población los ubican como nómadas, cazadores y recolectores, ocupando lentamente con el paso del tiempo, las tres zonas geográficas que corresponden a las tres mayab.

• Tierras altas

• Tierras bajas

• Litoral Pacífico

Evidencias históricas ubican a este conjunto poblacional en distintas actividades durante el año, viviendo en cuevas (comunes y frecuentes en territorio norte, en su mayoría kárstico) o en la superficie expuesta a forma de campamentos.

La obsidiana, por su dureza, versatilidad y filo, les permitió fabricar distintos tipos de herramientas útiles para la caza.

Subsistieron de esta forma durante años sin conocer o aprovechar los beneficios de la agricultura, que apareciera según indican hallazgos en el norte de Guatemala y Belice alrededor del 2,800 a.C., principalmente de maíz.El abandono de la vida nómada

Como nómadas, al principio emigraban constantemente sin establecerse en una ubicación fija. Factores como la riqueza natural de las tierras, abundancia de aguas y materiales para fabricar herramientas hacen que esta costumbre migracional quede atrás y se establezcan.

Es la permanencia de los grupos poblacionales en un solo lugar, construyendo viviendas con materiales rudimentarios, la que acarrea consigo la consecuencia natural de cuidar el entorno inmediato que les rodea, observarlo y aprovecharlo.

De esta forma, la tierra que se ubicara alrededor de sus viviendas fue utilizada para la agricultura ya casi al final del período.

De inmediato se evidencia el inicio del Neolítico, caracterizado por la elaboración de las primeras piezas cerámicas, recursos como plantaciones y la permanencia duradera de las poblaciones en un solo lugar. Como consecuencia inmediata aparecen los primeros indicios de estructuras y construcciones, al igual que interacciones sociales más complejas.

Viviendas

Los mayas vivían en chozas de adobe o troncos en filas formando las paredes. Este tipo de vivienda aparece en el primer período histórico de los mayas y sobrevive incluso hasta la época de construcción de las pirámides. La Joya de Ceren en El Salvador ha proporcionado inmensa información sobre la vida de los mayas.

Las pirámides mayas no eran edificios de habitación. Algunos palacios de baja altura dan muestras de uso habitacional exclusivo para nobles o sacerdotes, sin embargo tenían techos de paja a excepción de algunos templos encontrados en México cuyo techo es de roca.

Los mayas vivían en chozas construídas por lo general con troncos, adobe, combinación de ambos y techos de ramas y hojas. Este tipo de construcción (su forma) tipo choza sobrevive incluso hasta en la parte alta de las pirámides que recuerdan la silueta de las chozas originales excepto por las cresterías.

Habitaciones mayas en El Salvador

Los materiales utilizados en las chozas no sobrevivieron el paso de los años excepto por un lugar: La Joya de Ceren en El salvador. En este sitio se encuentran excavaciones de habitaciones mayas enterradas y conservadas por la ceniza de erupciones volcánicas años atrás. Las construcciones aparecen a forma de casas de adobe cubiertas por ramas y paja con un techo separado de las paredes con entradas de aire (no ventanas). Eran casas pequeñas y se muestran habitaciones con camas elevadas.

En la fotografía se ve lo que parecen ventanas pero no lo son. En realidad estos cuadros no tienen salida al exterior de la habitación y se usaban para colocar pequeños fuegos que iluminaban el interior.

Tanto las puertas como la altura de la habitación sugieren una baja altura de los mayas. Esta altura no representa la altura general de todos los mayas sino la propia de los habitantes de Ceren.

Estudios sobre huellas halladas en La Joya de Ceren revelan que los mayas de este sitio no sobrepasaban el 1.40 metros de altura.

Ceren, ciudad conservada bajo cenizas

Ceren fue sepultada por la ceniza lanzada por erupciones volcánicas al igual que Pompeya en Roma. No se han encontrado cuerpos ni huesos en el lugar y los estudiosos sugieren que antes de la erupción, los seísmos alertaron a la población para huir previo a la catástrofe.

A la fecha Ceren es el único lugar que muestra habitaciones de los mayas, las cuales se conservan por la ceniza que las cubrie. Existe toda una ciudad bajo metros de ceniza que espera a ser estudiada. Existían casas unifamiliares donde vivían los padres y los hijos quienes adoptaban a miembros viejos o jóvenes de la familia o fuera de ella (ejemplo: Tulum). También había edificios multifamiliares habitados por personas de lazos sanguíneos comunes de elevada posición social (ejemplo: los complejos residenciales de Kohunlich). Los materiales de las casas varían de muros y techos de madera y palma a materiales resistentes como piedra y estuco. También la vivienda podía estar formada por tres estructuras principales separadas, (dormitorios, la cocina, la bodega) y podían construir otras estructuras separadas (talleres, baños, saunas) (ejemplo: Joya de Cerén).

Dormían sobre unas plataformas bajas adosadas a los muros donde colocaban colchones rellenos de algodón (las hamacas fueron una adaptación de las redes de pesca, invento de los indígenas caribes de Haití llegado a Yucatán con el arribo de los españoles). También se dormía sobre petates en el suelo.

Este tipo de habitaciones tenían poca ventilación y luz porque carecían de ventanas. Las habitaciones fueron usadas para dormir y guardar pertenencias; sus ocupantes trabajaban en las afueras y poseían huertos para consumo familiar.

La gente común vivía en palapas alrededor de las ciudades, los materiales que usaban eran renovables como la palma chiit (para los techos), la madera, el bajareque y el estuco (para las paredes). En el centro de la ciudad habitaban los sacerdotes y la nobleza en los castillos, pirámides y templos ceremoniales.

Vestimenta

Gran parte de la población estaba dedicada a las jornadas agrícolas, por ello usaron ropa adecuada a las condiciones necesarias, además la indumentaria dependía del nivel social. La mayoría de la gente vestía sencillamente: las mujeres con el sovon o hipil o una falda y su manto; y los hombres con una especie de calzón llamado patí. Sin embargo, la nobleza utilizaba ricos y complicados atuendos bordados con plumas y gemas, calzaba sandalias de mixa y lucía grandes tocados de plumas, además de collares, pectorales y pesados cinturones con incrustaciones de nácar y piedras grabadas. Otras prendas comunes entre los nobles fueron las faldas, capas cortas o largas, chaquetas (generalmente de piel de jaguar o algodón), adornos de conchas, caracoles y diseños geométricos. Aparte del tocado, algunos nobles y sacerdotes llevaban enormes orejeras, narigueras, brazaletes y anillos de jade, cuarzo y oro, y se perforaban la barbilla, bajo el labio inferior, para incrustarse un bezote.

Entre los accesorios había sombreros, turbantes, penachos, diademas y gorros cónicos. Por lo general el jade era muy utilizado hasta el 900 a. C. (aunque no desaparece) y posteriormente llega la joyería de oro.

Podemos imaginar, por las pinturas murales de Bonampak, la riqueza y suntuosidad que irradiaban estos atavíos en las ceremonias y también en las batallas, en donde los guerreros añadían al vestuario sus armas, escudos y cotas o chalecos protectores también profusa y bellamente adornados.

Para teñir sus artículos

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