Medios de comunicacion post dictadura

OPINION PÚBLICA Y MOVIMIENTOS SOCIALES: UNA REVISIÓN HISTÓRICA DE CHILE POST-DICATURA

Con el término de la dictadura en Chile y el comienzo de la era concertacionista, ha ido quedando poco a poco en evidencia la fragilidad de una democracia que ha actuado hasta hoy como una pantalla política, pero que en verdad esconde y avala a un capitalismo extremo, donde las voces de la derecha se mantienen en su reinado político y económico.

Sin embargo, con el paso del tiempo la concertación ha logrado desviar la atención popular de las heridas de la dictadura y enfocarla en el aparente crecimiento económico, el glamour y el consumo que vienen de la mano del capitalismo.

Podemos identificar aquí a la Iconofagia: “La proliferación indiscriminada y compulsiva de imágenes exógenas en todos los lenguajes, en todos los tipos de espacios mediáticos generan en los receptores la compulsión exacerbada de apropiación. No se trata de un proceso de apropiación de cosas, sino de sus imágenes.”[ CITATION Nor04 \l 13322 ], éste consumo proveniente del capitalismo, también se ve reflejado en los medios de comunicación post- dictadura ya que se logra identificar en ellos este consumo masivo de imágenes para fracturar aún más la imagen de la democracia.

A pesar de esta frágil comodidad y globalización, las alertas de la realidad comenzaron a sonar el Chile con la llamada “crisis asiática”, que puso al descubierto la vulnerabilidad de la economía y política chilena.

Ahí es donde se hace relación entre las esferas de comunicación y las culturas: “A saber, cómo se desenvuelve una cultura de las imágenes al lado de una cultura de los cuerpos (de la materialidad tridimensional) y como se comunican, se inter-relacionan esos dos mundos, o sea, qué tipo de vínculo comunicativo se desenvuelve entre ellos.” [CITATION Nor04 \l 13322 ], esto quiere decir que, los comportamientos culturales en esta época no hacen más que verse reflejados en el desarrollo de los medios de comunicación, pero en la manera que los medios “desdibujen” el proceso que realmente se vive.

Esta crisis fue seguida luego por la “revolución de los pingüinos” que manifestaron el malestar general estudiantil y luego por otra crisis económica durante el 2008. Aunque la explosión máxima del descontento ciudadano estalló en el 2011, donde ya no había respuestas que calmaran la frustración de una población hastiada del modelo capitalista clasista y excluyente. Aquí igualmente es importante señalar, la develación de la antropofagia; millones de fotografías que inundaron la “revolución pingüina”, en el sentido de convertirse en las caras visibles de los movimientos sociales que nacían en esas circunstancias, y que se enmascaraban tras éstos logos vistos desde dos caras, la primera como incansables luchadores de derechos, y la segunda como víctimas de una represión violenta.

Actualmente son las nuevas generaciones las que buscan retomar la verdadera democracia que se perdió con la dictadura y que ha sido casi imposible recuperar.

No se trata de volver hacia atrás, sino de reestablecer la participación, la justicia social y la injerencia real del estado en materias económicas, pero de forma ética y responsable.

“En Chile, el aplastante peso protagónico del Estado sobre la sociedad (durante algunas décadas también sobre el mercado) y, junto con eso, la exaltación hegemónica del sistema parlamentario, los partidos políticos e incluso de las Fuerzas Armadas, han situado a la sociedad civil (incluyendo aquí la clase popular y la ciudadanía como tal) en una posición subordinada y políticamente marginal. De modo que cuando los actores sociales han actuado como ciudadanos y con autonomía frente a esos poderes hegemónicos, han sido invariablemente calificados de «anarquistas» o «subversivos» y tratados represivamente, a partir de las leyes que protegen al Estado de toda irrupción ciudadana no prevista en la Constitución.” [CITATION Gab12 \p 345 \l 13322 ]

En nuestro país los únicos movimientos sociales validados son los que van siempre de la mano con la ley, de otra forma son solo movimientos “informales” o de “clase” que tratan problemas puntuales, por lo mismo nunca se ha llegado a hablar de un movimiento popular en casos donde claramente lo han sido, pero que, por estar liderados por sectores que no se rigen por las leyes, no han sido aceptados.

“Sólo en 1985 -cuando las jornadas de protesta nacional contra la dictadura de Pinochet estaban en su apogeo- se realizó un seminario de tinte académico, en el que la cuestión central planteada fue «si en Chile existían, o no», movimientos sociales.” [CITATION Gab12 \p 437 \l 13322 ]

No hay duda que la concepciones en torno a lo que significan los “movimientos sociales” durante la década de los ochenta en Chile, no serían capaces de comprender lo que verdaderamente es la esencia de éstos, por lo que se termina concluyendo que la única forma de terminar con el descontento social era mediante la aplicación de movimientos sindicales subordinados a las exigencias del gobierno.

En cuanto a los medios de comunicación en la post-dictadura, se debe comenzar destacando su enorme influencia política en la población, jugando un papel central en la consolidación de la democracia en Chile.

Esto se aprecia en el rol activo que ejerce la televisión en los procesos de elecciones, propaganda política y la relación

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