Monte Verde

Representa de manera creativa y detallada uno de los espacios de la arquitectura monte verdina.

Escribe un relato propio que imagine un día en la vida de un monte verdino.

Un día me levanté al amanecer, el día estaba agradablemente soleado. Me día un chapuzón en el estero chinchihuapi y luego acompañé a mi Madre y otras mujeres del campamento al bosque, en busca de frutas y hierbas, además pendientes si encontrábamos algún animal pequeño para comer.

Mi Padre salió junto a nosotras, pero él estaba con unos amigos, ellos querían encontrar algún gonfoterio, habíamos pasado muchos días sin comer un solo bocado de carne. Para nuestra suerte aquel día encontramos uno; estaba muy viejo y ellos decidieron cazarlo, a decir verdad sentí mucha pena por el animalito, pero teníamos demasiada hambre

Entre todos lo llevamos al campamento como pudimos, lo cocinaron sobre un gran fuego que estaba en el centro del campamento y una vez terminado lo comimos, su carne, era muy dura y con algunos pelos entremedio, pero aun así estaba exquisita, demasiado sabrosa.

Con las pieles del gran animal mi Madre me confecciono un vestido nuevo y unas calzas muy a la moda y abrigaditas, yo estaba feliz.

Mi Padre aprovecho de reforzar nuestra ruca, con los fuertes huesos del pobre gonfoterio y con los restos de piel que a mi Madre le sobraron, terminó de forrarla por dentro ya que algunas noches el frio nocturno, nos despertaba y eso nos ponía de muy mal genio.

Un día encontré una liebre, era muy grande, esponjosa y regalona, mis Padres me dejaron quedármela con la condición que debía quererla y no comerla, esa liebre con el paso del tiempo paso a ser nuestra mascota…hasta que un día la perdimos, la busqué por todos lados pero no la he encontrado, aun sospecho de la familia del frente se la comió.

Un vez que las labores de la ruca se completan, comemos algo junto al fogón con toda mi familia, vienen mis abuelos, mis tíos y primos… después de comer comentamos nuestros días, nos reímos mucho y la pasamos estupendo. Nos vamos a dormir y yo espero con ansias que mañana sea aun más entretenido con ellos.

Dibuja un bosquejo propio que imagines para el museo arqueológico de Monte Verde.

¿Qué sientes al haber estado en Monte Verde?

Fue algo fantástico, hace muchos años lo visité junto a mi familia y no fue divertido ya que era solo un campo, igual a miles de otros campos que hay en la región… pero esta vez con más años en el cuerpo, fue completamente diferente ya que fuimos con un guía, quien realmente nos hizo sentir la magia de Monte Verde, a mi me gustó mucho y me gustaría repetirlo con mi familia y contarles lo maravilloso que es.

Tal vez aún le falta construir al espacio de Monte verde algo más real, algo tangible, algo místico, y poder traer de una sola vez todos los restos

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