México de 1968

Introducción

Cincuenta años después de lo ocurrido en México de 1968 no es fácil expresarlo, a pesar del largo tiempo transcurrido, venimos cargando con el dolor en nuestras almas de aquellas víctimas de las que ni siquiera sabemos con certeza la cifra y como este muchos datos que se desconocen, sin embargo algo de lo más aberrante que si sabemos y no tenemos duda es de ese México que todavía vivimos donde el presidente como jefe de las fuerzas armadas encabeza una guerra contra su propio pueblo, es por eso que se le recuerda todo el tiempo a los estudiantes lo importantes que son ya que si algo nos ha mostrado este capítulo en nuestra historia es que los estudiantes son y serán los primeros en poner al país de pie, recordando así a un estudiante del politécnico parado con un megáfono en la azotea del edificio repitiendo “todo el tiempo durante los tres días, nos pueden matar pero no pueden matar la verdad” hasta que un francotirador le dispara en la cabeza este tipo de defensas que tuvieron los jóvenes fueron los actos más heroicos y debemos recordarlas así como la defensa de Churubusco o la invasión francesa, es igual de importante. Aunque sabemos que no es un asunto de género esta investigación planteara estos actos de heroicidad pero en mujeres como la Tita, la Nacha, Adelita Salazar, entre otras.

Las mujeres que participaron en las movilizaciones, no han sido reconocidas debidamente una de muchas es “Ignacia Rodríguez” (La Nacha) que en 1968 tenía unos 24 años de edad, había ya concluido la carrera de derecho en la Universidad Autónoma de México (UNAM) ella relata que su participación constaba de encargarse en la sección de finanzas para conseguir los materiales que hacían las brigadas. Se unió formalmente al movimiento cuando el ejército entro a Ciudad Universitaria en donde fue detenida junto con otras 41 mujeres durante 72 horas en Lecumberri, parecería mentira pero los agentes del ministerio público le preguntaba a los estudiantes cuantas veces habían ido a Cuba o la Unión Soviética, lo único que les importaba era saber si los estudiantes habían visitado países comunistas, también preguntaban si leían a Marx o Lenin. No era de extrañarse era la época en la que acababa de darse la pastilla anticonceptiva, estaba también la revolución cubana, la guerra de Vietnam, el movimiento hippie. La Nacha pudo salir de esa noche del 2 de octubre en Tlatelolco, en donde se escondió en el departamento de un amigo que era medico pues habían ordenes de aprehensión en su contra. Al día siguiente fue a la universidad a buscar a sus compañeros pero no había nadie, los teléfonos estaban intervenidos y las autoridades sabían en donde se refugiaba. La Nacha es trasladada al reclusorio de Santa Martha Acatitla después de que se entregara a cambio de la liberación de la esposa de uno de sus amigos, la cual fue detenida solo por conocer a la Nacha. En 1968 las mujeres adquieren el carácter de participación política al igual que los hombres ellas también fueron a plazas, mercados, fabricas, autobuses y camiones, informando lo que la prensa no decía. Les tocaron golpes, corre tizas y sustos como a los hombres. Fue muy fuerte, había mucha mujer participando pero se ha hablado, de parte de las mujeres ha habido mucho silencio en torno a su participación en el movimiento.

Roberta Avendaño "La Tita", fue una mujer no muy reconocida por su país a pesar de haber sido una de las representantes ante el mayor movimiento en México. Ella, como muchas otras mujeres ha sido borrada de lo historia como una de las participantes con mayor influencia en el 68. No es mentira recalcar que los hombres han sido quienes se han llevado todo el crédito... Cientos y cientos de libros sobre aquella masacre del 2 de octubre y casi ninguno

...