Patrimonio Cultural Gastronómico

La gastronomía siempre es la base de una cultura, y esta a su vez de la tradición. México cuenta con una extensa gastronomía y de tras de cada platillo hay un momento histórico con interesantes sucesos y evolución. Así, la gastronomía incluye, además, el momento de elaboración como una rica manifestación de los sentimientos y costumbres de nuestros pueblos. Porque, hay que decirlo: el patrimonio gastronómico no sólo cumple la función de alimentarnos, también la de proporcionarnos placer y la de estimular todos nuestros sentidos. Este es un arte dispuesto que se halla determinado por factores geográficos como el clima, los tipos de suelo; factores históricos como invasiones, colonizaciones e inmigraciones que han contribuido con sus costumbres y alimentos a la cocina de los pueblos. Justamente, para conocer un pueblo es preciso conocer su memoria y su cultura.

Vale aclarar que El patrimonio gastronómico es el valor cultural inherente y añadido por el hombre a los alimentos su cultivo, preparación, presentación, fechas u ocasiones en los que se comen o beben, sitios, recetas, rituales, que responde a unas expectativas tácitas, forma parte de una memoria común y evoca sentimientos con sólo su mención, compra o consumo. Y es así que con toda esta mezcla, el choque cultural que se presentó desde la conquista hasta nuestros días se fueron modificando nuestras creencias, formas de pensar, estilo de vida y por supuesto la forma de preparar nuestros alimentos.

El proceso del patrimonio contempla las diferencias culturales locales y regionales, como también las desigualdades socio-económicas que marcan procesos todos esos procesos históricamente construidos y que son de distinción social, los que sin duda contribuyen a la autentificación oficial de algunas compilaciones culinarias.

México es uno de los mejores ejemplos de la complejidad de estos procesos y de la lenta formación y transformación de la idea de patrimonio cultural, ya que sobre su territorio se han sucedido, encontrados o fusionados los más diversos grupos étnicos, dueños de particulares y mezcladas culturas.

Étnica y culturalmente, México ha sido siempre escenario del mestizaje, de la fusión de pueblos y culturas, a través de los más diversos y complejos procesos, en cuyas condiciones no se reconoce siempre el libre y natural intercambio o comercio cultural, sino también las superposiciones, las oposiciones y las sustituciones de las formas culturales.

Por ello, si bien cada pueblo ha generado actitudes propias y formas en las que se reconocen maneras de entender o valorar lo que podría considerarse su patrimonio cultural, el concepto de éste como sistema de vasos comunicantes entre los grupos y comunidades que en un sentido más amplio constituye un pueblo como factor de integración de sectores y estratos diversos, como suma, en consecuencia, de elementos y formas heterogéneos tiene sus orígenes en el surgimiento mismo de nuestro Estado nacional.kkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk

No es casual que haya sido el más temprano ideal del movimiento de independencia el que, partiendo del reconocimiento de la diversidad de la nación, se propusiera construir un estado capaz de unir a todos los individuos y grupos en términos de equidad, no suprimiendo sus diferencias, sino afirmando la pertenencia de todos a una misma condición, la de ciudadanos mexicanos, por el solo hecho de haber nacido en esta tierra, más allá de toda particularidad étnica, cultural y social.kkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk

Al mismo tiempo que se rechazaban las distinciones étnicas en la prescripción de derechos y obligaciones, se afirmaba la pluralidad como una característica intrínseca de nuestra sociedad, más allá de todo juicio o adjetivo. Ello implicó una gradual asunción, que se prolonga hasta nuestros días, de los patrimonios y las formas culturales de los grupos como mexicanos.hhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

Así, la idea de patrimonio cultural tal como hoy la entendemos, como la suma del legado cultural de todas las épocas y todos los grupos étnicos que han habitado nuestro territorio, remonta sus orígenes a nuestro siglo XIX.

Es cierto que ya desde los primeros años de la colonia hubo, junto al desarrollo de la cultura hispánica trasplantada a nuestro suelo, fusiones con la cultura indígena e intentos de valorarla o preservarla, pero la noción de que las diversas formas culturales desarrolladas en México se identifican en términos de valor e importancia en cuanto emanaciones genuinas de los múltiples y heterogéneos grupos que en el país han coexistido, es relativamente reciente, y parte del inicio de la construcción del Estado nacional en el siglo XIX.

La cocina nacional, basada en una mezcla de rasgos prehispánicos y coloniales; dando como consecuencia que la gastronomía mexicana sea una mezcla de arte, rituales religiosos y misticismo.

El maíz, el chile y el frijol son los ingredientes de la influencia prehispánica, básicos hoy en día en nuestra dieta.

La incursión de los insectos escamoles, jumiles, chinicuiles, chapulines)los sabores particulares de aves (guajolotes, chichicuilotas, patos, codornices), xoloitzcuintles y reptiles como iguanas, serpientes forman esa tradición culinaria que se perdió un poco con el paso del tiempo.

Durante el tiempo en que México vivió como colonia española, se incluyeron diversos ingredientes y productos a su cocina como: el cerdo, la vaca y todos sus derivados, las ovejas; los cereales como el arroz y el trigo además de muchos ingredientes más que se añadieron a nuestra dieta cotidiana.

Actualmente la diversidad es la característica esencial de nuestra cocina. Cada estado posee sus propias recetas y tradiciones culinarias, hay ciertas creaciones gastronómicas que surgieron localmente y que por su calidad y aceptación generalizada se han vuelto emblemáticas. Por esa fusión cultural entre otras razones.

Es así que México cuenta con toda esa riqueza cultural que a través de su historia ha logrado convertir a México como lo que es hoy en día

Como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, la cocina mexicana se ha convertido, junto a la de Francia y la dieta mediterranea, en las primeras del mundo que forma parte de ese patrimonio.

Algunos expertos creen que este reconocimiento va acompañado de una serie de complicados problemas. Por ejemplo, se deben adoptar normas que obliguen a que las recetas tradicionales sean preparadas con productos tradicionales y libres de transgénicos.

Las Autoridades del Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana, en vísperas de la decisión de la UNESCO, insistían: "Nuestra gastronomía insiste en ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, porque conforma un mosaico y un mestizaje único en el mundo, es decir, a partir de la cocina prehispánica, de la llegada europea y cómo se fueron incorporando los ingredientes, las técnicas y la forma de preparación de los alimentos en México".

Es de sentirnos orgullosos por toda esa riqueza tanto cultural y gastronómica eso que construye y forma en sí, un patrimonio gastronómico. Nuestra cocina es eje de identidad cultural. Dice Gloria López del Conservatorio de la Cultura Mexicana. “La cocina mexicana sigue siendo un acto eminentemente social, familiar, ceremonial, ritual, articulado con el calendario religioso de las comunidades, de los pueblos, de las localidades. La cocina mexicana no es un acto para alimentarse, sino que forma parte de un complejísimo sistema cultural”.

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