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Pensamiento Político Revolucionario en América Latina y el Caribe


Enviado por   •  5 de Noviembre de 2014  •  2.854 Palabras (12 Páginas)  •  245 Visitas

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Pensamiento Político Revolucionario en América Latina y el Caribe

Emiliano Zapata

Emiliano Zapata (1879-1919) desarrolla sus ideas políticas en el contexto histórico e ideológico de la Revolución Mexicana, la revolución agraria y social más trascendental del área en su época, la cual, desde 1910, va a cuestionar violentamente los fundamentos del poder del régimen estructurado con la primera independencia latinoamericana. Los descendientes de quienes pelearan junto a Hidalgo y Morelos conforman las masas de hombres y mujeres que siguen a los caudillos populares bajo la consigna de tierra y libertad.

Desde su natal Anenecuilco (Estado de Morelos) Zapata es elegido en 1909 presidente del Consejo Comunal y con el apoyo de los campesinos y las comunidades indígenas, encabeza un movimiento revolucionario para continuar la lucha hasta el final desafiando el poder de la oligarquía “constitucionalista”. A través de la toma de tierras y la expropiación de los terratenientes fue creando un poder político y militar alternativo basado en la participación directa y en la iniciativa del campesinado y el proletariado agrícola de la región, especialmente del Estado de Morelos.

El texto fundamental de la estrategia zapatista fue el Plan de Ayala (noviembre de 1911), que figura entre los documentos más avanzados –y más conocidos– de la Revolución Mexicana. El Plan avalaba la redistribución de la tierra a los pueblos, comunidades indígenas y pequeños campesinos, o sea, la base de la democracia con la que se intentó proclamar la independencia del movimiento campesino respecto a la dirección burguesa de la revolución. En él se afirma la expropiación completa de las tierras de los grandes propietarios, la devolución de todos los terrenos comunales arrebatados en los decenios anteriores y la nacionalización de los bienes de los enemigos de la revolución.

En diferentes llamamientos a las armas, proclamas y manifiestos, Zapata precisa la esencia clasista de la revolución que encabeza la cual marchará contra ¨la soberbia de las altas clases¨y a favor de la ¨gran masa de los oprimidos…¨. A su juicio esto redundaría en el cese del desequilibrio económico existente en el país donde ¨Los ricos se hacen cada vez más ricos, y los pobres se vuelven cada vez más pobres…¨. Era una revolución para el bien de la clase humilde del país. (Zapata, 1914)

En el presente acerca del socialismo en el siglo XXI, se destaca la continuidad de las ideas enarboladas por la revolución mexicana de los campesinos y pobres del campo dirigidos por Zapata, quien llevó la lucha hasta sus últimas consecuencias. Se habla de revolución mexicano–zapatista y su influjo en la mayoría de los procesos de cambio político, social y económico que son impulsados en los diferentes países de la región en las primeras década del siglo XX y en la actualidad.

Pancho Villa

José Doroteo Arango Arámbula, mejor conocido por su seudónimo Francisco Villa o el hipocorístico de éste, Pancho Villa, fue uno de los jefes de la revolución mexicana, cuya actuación militar fue decisiva para la derrota del régimen del entonces presidente Victoriano Huerta. Originario del estado de Durango (se desconoce si era de Río Grande o de San Juan del Río ), nació el 5 de junio de 1878 y murió asesinado en una emboscada en Hidalgo del Parral (Chihuahua) el 20 de julio de 1923. Durante la revolución fue conocido como "El Centauro del Norte".

Villa destacó por su astucia, su sagacidad y por su agresividad sorpresiva, pero este implacable guerrillero mexicano sobresalió más, substancialmente, porque él mismo era un producto nato de la discriminación, del abuso y de la pobreza de su contexto social. Villa evolucionó de ser víctima a vengador de su propia identidad de segregado, razón que explica por qué la clase pobre y explotada se identificaba con él; el caudillo era el pueblo mismo a caballo, voz y expresión colectiva de los desposeídos, quienes anhelaban una emancipación social. A través de Villa, ya como elemento de la catártica revolución, el clamor por justicia encontraba un portavoz para promover el cambio social.

Villa fue una temible descarga emotiva para el grito reprimido del desheredado social, del ciudadano doblegado por la vara desmedida del abuso. Como fenómeno social, Pancho Villa fue la hoz que recogió la cosecha de las semillas de injusticia sembradas por la elite de ricos. Como manifestación sociológica y antropológica, Villa fue un monstruo social, concebido en el vientre de una sociedad ultrajada. En su irracionalidad bandolera, Pancho Villa fue el vómito de una nación hartada en su gula de despotismo, atropello, y dictadura; en su raciocinio revolucionario, en contraste, este ser, mitad hombre y mitad caballo, mitad realidad y mitad leyenda, fue un grito de parto para el nacimiento de un México con facciones de justicia social.

Cuando cabalgó por la avenida de la causa sociopolítica, bajo la inspiración democrática de Madero, la agenda de Villa fue la reforma social, y su actitud, la de un líder igualitario. Pero cuando los avatares de la revolución lo despojaron de esa expresión justiciera, Villa volvió a transitar por sus conocidos atajos de bandolerismo, y a reagruparse en las montañas que atestiguaron su endurecimiento como bandido sanguinario. Villa volvía a comunicarse en el dialecto de la venganza y el odio violento. A causa de esa ambigüedad que caracterizó su vida y su muerte, no es posible encasillarle solamente como bandolero o revolucionario, o como héroe o villano, porque su carácter traspasó no sólo las estructuras sociales, pero también las dimensiones de su propio pensamiento guerrillero y militar, el cual le mitificó y le convirtió en un personaje de leyenda.

A pesar de su eminencia guerrera, la visión revolucionaria de Villa nunca llegó a ser desarrollada plenamente. Su naturaleza indómita y combativa al servicio de la causa lo encumbró como un soldado nato e ideal para la batalla, pero su interés por la reforma social fue esporádico, y su movimiento careció de una clara ideología política. Villa no tuvo la capacidad de establecer un aparato legal para implementar un programa de progreso social a gran escala, debido a que la suya era una conciencia de lucha armada, no de discernimiento político. Su protesta violenta fue un símbolo de redención, pero fue por igual un estigma de penitencia.

Augusto Nicolás Calderón Sandino

Más conocido como Augusto César Sandino (1895 – 1934), fue un patriota y revolucionario nicaragüense.

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