Problemáticas ambientales y desastres naturales en Haití
JUUULISANCHEEnsayo2 de Abril de 2018
3.456 Palabras (14 Páginas)569 Visitas
TRABAJO PRÁCTICO
Problemáticas ambientales y desastres naturales en Haití
Florencia Zelicovich y Julieta Sánchez Pastor
En las últimas décadas, la relación sociedad-naturaleza tuvo cambios desfavorables. Estos problemas ambientales pueden ser locales, regionales, continentales o planetarias, y los principales son: contaminación del aire, agua y suelos; escasez de agua dulce; destrucción de bosques; perdida de la biodiversidad; perdida de la fertilidad de los suelos; desertificación y deterioro del medio ambiente urbano.
Los cambios en la atmosfera provocados tienen efectos directos e indirectos sobre el bienestar humano y van a perjudicar a los pobres más que a los ricos. El aumento de la temperatura se debe a la concentración de gases que actúan en la atmosfera, pero retiene parte de su calor que sería irradiado de vuelta al espacio. Esto constituye una amenaza para las poblaciones que viven en las zonas costeras bajas porque se producen inundaciones. El agotamiento de la capa de ozono, la cual protege a los seres vivos, aumenta probabilidad de enfermedades en personas y animales.
La biodiversidad, es la variedad total de vida en la tierra, y esta se encuentra en peligro por el mal manejo de recursos que produje la destrucción de los hábitats. Y este tema preocupa ya que los animales y vegetales son necesarios para mantener y acrecentar la oferta alimentaria, las selvas y bosques tropicales, la industria farmacéutica, como materia prima para las industrias, fuente de energía y medio de vida y producción.
El agua es un recurso imprescindible para la vida. Su disponibilidad y nivel de consumo indica el desarrollo económico-social de Estado. El problema de la explotación y regulación del agua, no es solo cantidad sino calidad. No presenta perdidas por mucho que se la consuma pero, debido a su degradación y al aumento de la población mundial, la proporción de agua a cada habitante es cada vez peor. La escasez de agua repercute en las sociedades, provocando enfermedades y mortalidad infantil. La contaminación de las aguas se produce por desechos de actividades industriales y agrícolas. Como consecuencia se producen graves enfermedades en la población como la hepatitis, el cólera y los parásitos intestinales.
La cobertura de agua potable en las zonas rurales de Haití sigue siendo la más baja del hemisferio occidental, apenas el 55% de la población tiene acceso a una fuente mejorada de agua potable, comparado con un promedio de 80% en las áreas rurales de América Latina y el Caribe, de acuerdo a los indicadores más recientes de la OMS y UNICEF.
Las mujeres y jóvenes pierden un tiempo precioso haciendo eses largos y costosos viajes, que de otra forma podría ser usado para actividades hogareñas o económicas. Además, el agua acarreada desde lugares muy distantes no siempre es potable, una situación que puede volverse mortal debido al cólera.
Hasta épocas recientes, Haití sufría enormemente debido a la casi total ausencia de instituciones en áreas rurales, esto derivó en proyectos de agua potable y saneamiento sin planeación y poco sistemáticos que muchas veces se desmoronaban pocos meses después de la partida de los donantes.
A partir del establecimiento en 2009 de la Dirección Nacional para el Suministro de Agua Potable y Servicios de Saneamiento (DINEPA), la responsabilidad por el agua potable y saneamiento se ha descentralizado al nivel local para mejorar el acceso a estos servicios tan vitales.
El suelo es uno de los elementos básicos del medio ambiente y del equilibrio ecológico del planeta. Su rápida degradación, constituye una grave problemática ambiental. Esta tierra, que va a parar al mar y a los pantanos, es la más fértil y cuesta millones de dólares. Esto es resultado de variaciones climáticas y humanas. Las principales consecuencias de esta problemática son que se convierte a la gente en refugiados ambientales en busca de mejores tierras, se reduce la disponibilidad de tierra y producción agrícola y se reduce el forraje para alimento de ganado.
La deforestación en Haití es una comúnmente vista como un grave problema ambiental. Haitianos queman madera de carbón para el 60% de su producción nacional de energía. Recientes estudios concluyen que Haití tiene aproximadamente un 30% la cobertura de árboles. En 1923 más del 60% de Haití fue cubierta por tierras de bosques. En 2006, el país se tuvo cubierta forestal inferior al 2%.
Haití tiene 27,720 kilómetros cuadrados de terreno. Menos del 20% de la tierra cultivada es apropiada para la agricultura. Una vez cubierta por bosques, este país ha sido muy explotado y ahora en su mayoría deforestado. La mayor parte de la tierra cultivable se cultiva más allá de su capacidad de carga. El área total bajo la producción agrícola es 6 veces mayor que las áreas estimados adecuados para la agricultura que resulta en un deterioro significativo de la tierra. A pesar de que los gobiernos nacionales, así como otros gobiernos han hecho varios intentos para combatir la desertificación, pocas iniciativas han tenido éxito.
La mayoría de los bosques nativos que cubrían el planeta han desaparecido y otros sufrieron cambios fundamentales. Los bosques son recursos renovables si son utilizados de forma sostenible. En las regiones tropicales, 10 hectáreas son taladas por una plantada. En los motivos principales por destrucción de estos bosques son la explotación madera, las tierras dedicadas a agricultura y minerales, el uso de la leña como fuente de energía, el cultivo y el asentamiento de ganado y la infraestructura urbana. Esto ocasiona la privación del medio de vida de las persona y de una importante fuente de alimentos y medicamentos, la erosión de los suelos, menos oxigeno generado por los árboles, la modificación de clima y perdida de la biodiversidad.
Tanto el Gobierno haitiano como los organismos encargados de la reconstrucción del país luego del terremoto de 2010 dejan de lado el problema medioambiental que padece Haití. Por año se pierden más de 15 millones de árboles a causa de las empresas madereras y de la utilización del carbón vegetal como método de subsistencia. Aunque ya se intentó reforestar, cuando se solucione la crisis política se deberá, en conjunto con la ONU, financiar otros métodos de producir energía sin que se recurra a la tala indiscriminada, que dejó solo el 2% del suelo arbolado.
Los desastres naturales son fenómenos extremos de la naturaleza que ocasionan pérdidas humanas y económicas. Estos son provocados por el comportamiento violento de los elementos naturales, generando movimientos sísmicos y erupciones volcánicas. Las consecuencias generadas son: la vidas que se pierden, el gasto económico que es un obstáculo para el desarrollo económico y social, la reducción del producto nacional bruto por varios años, la calidad de vida y salud de la población y la lentitud de la recuperación (sobre todo para los países en desarrollo) y la ayuda material y apoyo psicológico para las víctimas.
La cultura de prevención es la preparación de las sociedades frente a los desastres naturales. Son de suma importancia los medios de comunicación y los docentes. Cada planificación depende de los factores políticos, culturales y socioeconómicos del país. El número de victima fatales es mayor en los países en desarrollo, quienes no cuentan con una planificación adecuada. La planificación debe tener en cuenta todas las actividades de prevención, todos los actores sociales, la investigación del fenómeno, la aplicación del conocimiento científico y tecnológico, la toma de medidas preventivas, la previsión de los riesgos secundarios y el trabajo en red con los medios de comunicación.
Hay cuatro tipos de desastres naturales: los hidrológico-biológicos, los meteorológicos, los hidrológico-meteorológicos y los geofísicos.
Los movimientos sísmicos, se originan por el desplazamiento de las placas de la corteza terrestre, que en sus movimientos de reacomodamiento liberan energía. El aumento de la población y la concentración urbana incrementan los riesgos. La intensidad de los sismos, se mide con el sismógrafo y se utiliza la escala de Richter. Los terremotos destructivos tienen una escala de 8 a 10.
Haití se encuentra ubicado justo en la zona limítrofe entre dos placas tectónicas, la placa del Caribe y la placa Norteamericana, y por eso es una región muy propensa a los terremotos. El 12 de enero de 2010 se produjo un terremoto cerca de la capital Port-au-Prince, y murieron aproximadamente 220.000 personas. Este fue uno de los terremotos más fuertes en la historia de América del Norte y del Sur (con una escala de 7). El terremoto afectó en total a más de tres millones de personas, alrededor de un tercio de la población de Haití. Aún tres años más tarde, muchas personas siguen sufriendo las consecuencias. Se calcula que el terremoto dejó sin hogar a 1.500 millones de personas aproximadamente, de las cuales unas 350.000 todavía hoy viven en campamentos. La razón por la que el terremoto golpeó con tanta fuerza a Haití y el país lleve una recuperación tan lenta está en que el país ya era pobre antes del terremoto.
...