RESISTENCIA INDÍGENA EN LA CONQUISTA HISPÁNICA: CASO WAYUU, PÁEZ, MOTILON-BARI Y PIJAO

RESISTENCIA INDÍGENA EN LA CONQUISTA HISPÁNICA: CASO WAYUU, PÁEZ, MOTILON-BARI Y PIJAO

Sin lugar a dudas, la llegada de los conquistadores al recién conocido Nuevo Mundo cambió la  forma de percibir la realidad para los europeos, quienes vieron en este continente la oportunidad de generar mayores riquezas y realizar un sincretismo cultural con los nativos imponiendo sus creencias y costumbres. La conquista, las guerras, los saqueos y las distintas expediciones marcaron la primera parte de la colonización y conquista de América, en donde los indígenas se vieron perjudicados por el sometimiento. Sin embargo, estas actividades generaron distintas relaciones entre europeos e indígenas nativos, por lo que resulta interesante conocer la visión y reacción de los indígenas frente a las invasiones de su territorio y la tiranía de los conquistadores. Por ello, en este trabajo se buscará abordar algunos casos de resistencia indígena que se presentaron en el territorio colombiano durante la conquista.

Para el territorio colombiano, existen distintas hipótesis y discrepancias para ubicar la primera llegada de europeos al actual territorio colombiano. Sin embargo, de acuerdo a   (Caballero, 2018) se evidencia a través de crónicas que el primer europeo que pisó el actual territorio colombiano fue Cristóbal Colón, quien en su cuarto y último viaje hacia Las Indias pudo llegar a playas que hoy en día son colombianas, como lo es Cabo Tiburón, en la frontera de Panamá. En 1510, Vasco Núñez de Balboa fundó la ciudad de Santa María la Antigua del Darién, considerada como la primera fundación de América, y de esta manera inició la colonización y conquista de la actual Colombia, iniciando un régimen de terror y guerra (Caballero, 2018, p. 2-3).

Caballero (2018) menciona que los conquistadores presentaban una actitud bárbara y tirana frente a la población nativa. Por ejemplo, el gobernador de Santa Marta Rodrigo de Bastidas fue asesinado por sus soldados debido al buen trato que daba a los indígenas, mientras que en la gobernación de Cartagena, Pedro de Heredia fue sometido a juicios por el abuso indígena y el robo de riqueza a grupos Zenúes. De la misma manera, Liévano Aguirre (2002) expone que los conquistadores y encomenderos que llegaban al territorio se encargaron de esclavizar las tribus indígenas y saquear la riqueza ajena a través de prácticas infames como la guerra, la tortura o el sometimiento religioso. Como se puede observar, es evidente que la primera etapa de conquista estuvo marcada por la guerra, la avaricia, la anarquía y el poder mediante acciones infames de abuso, tiranía y tratos inhumanos contra la población aborigen, quienes fueron considerados como seres inferiores.

Entonces, es inequívoco asegurar que la principal razón del levantamiento indígena fue el abuso y sometimiento que ejercían los españoles sobre la comunidad, pues los constantes castigos, asesinatos y saqueos forjaron una conciencia de resistencia en estos grupos indígenas. Entre estos movimientos de resistencia, se destacan las defensas y luchas de los indígenas Wayúu, Paeces, Motilones y Pijaos, los cuales se tratarán a continuación.

1. Wayúu.

Desde 1499 se evidencia un interés por parte de la monarquía hispánica para conquistar el territorio peninsular que ocupaban los wayuu. A partir de la información de González (2010), se evidencia una expedición encomendera por parte de Alonso de Ojeda en 1501 con el objetivo de fundar una provincia en la península. Al llegar a la península, la compañía de Ojeda logró fundar un fortín militar y el poblado de Santa Cruz de Cocinetas, mediante el cual se introdujo ganado, vacuno y caballos para la región. Sin embargo, también existe evidencia de una explotación perlífera a través de esclavización indígena por parte de Ojeda, lo que originó una hostilidad en la comunidad wayuu frente a los hispánicos.

La defensa y hostilidad de los wayuu se debe principalmente a su naturaleza, pues eran un pueblo de cazadores, recolectores y pescadores, que al verse amenazados por una transformación cultural mediante la cual serían sometidos a una sociedad pastoril esclavista, desarrollaron una personalidad belicosa y violenta, en base a sus propios valores y tradiciones culturales, despreciando a todo extranjero (González, 2010). Además, el valor cultural y su apego al territorio ancestral de su territorio, impulsó los levantamientos de defensa y fortalecimiento de identidad (Villalba-Hernández, 2008).

A finales del siglo XVI, este grupo habitaba la península de la Guajira junto a otras etnias, sin embargo, lo interesante del territorio que ocupaban los Wayuu es que era un lugar disputado por las gobernaciones de Santa Marta y Maracaibo debido a su riqueza perlífera, lo que originó conflictos violentos que atentaron contra esta comunidad indígena (González, 2010) . Es por ello que los wayuu empiezan a sentir un desprecio y aberración en contra de los hispánicos, quienes solo buscan robar su riqueza. No obstante, es importante resaltar que los wayuu lograron entablar relaciones de intercambio comercial de contrabando con Holanda, Francia, Inglaterra y las islas del Caribe, lo cual los fortaleció comercial y militarmente (Villalba-Hernández, 2008). Este comercio consistía principalmente en el intercambio de ganado y caballos wayuu por armas inglesas o francesas. Con este poder y estas alianzas, los wayuu lograron enfrentar a las autoridades monárquicas durante todo el periodo colonial, convirtiéndose en la única región que nunca fue dominada por la monarquía.

Toda esta condición de defensa y rechazo frente a los establecimientos españoles en la península es un aspecto que provocó la conversión del poblador e indígena wayuu, pues se evidencia una transición de un indígena recolector-cazador a un guerrero experimentado y victorioso que controlaba el mercado de las costas marítimas y protegía las fronteras de su territorio ancestral con éxito (González, 2010). Finalmente, González (2010) afirma que las condiciones de defensa Wayúu obligaron al Estado español a aplicar nuevas estrategias colonizadoras, debido a la fortaleza política, administrativa y social de los nativos para defender y afianzar su autonomía y soberanía territorial. Esta lucha con un aspecto cultural reforzado por la continuidad de su patrimonio cosmogónico y lingüístico duró por más de dos siglos y concluyó con la emancipación Wayúu sobre la Corona española.

1. Resistencia Páez y alianza del Cauca

Es a través del texto de Bonilla Sandoval (1982) que se puede conocer sobre la resistencia realizada por los Paeces en el Cauca desde la conquista. Bonilla explica que los grupos indígenas eran grandes sociedades desarrolladas política, cultural y económicamente que lucharon contra la conquista de los españoles al ver su territorio amenazado. Asimismo, Bonilla (1982) menciona que no solo se luchaba por el significado ancestral de la tierra, pues también se defendía la prevalencia de la lengua, la cultura y la dignidad indígena, rechazando  la institución de encomienda y su tributo (p. 5).

A principios del siglo XVI, los soldados españoles al mando de Sebastián de Belalcázar encontraron obstáculos a su incursión conquistadora: por un lado, la conformación montañosa y quebrada del terreno y sus torrentes profundos y caudalosos; por el otro, la oposición tenaz y belicosa de sus habitantes, los indígenas Paeces. Este grupo indígena se caracterizaba por su destacada labor alfarera y orfebre, además de mantener una agricultura de subsistencia muy rica. Tras la llegada de los primeros españoles, este grupo indígena se refugió en las montañas del Cauca para resistir y combatir desde las alturas.

Las guerras llevadas a cabo en el Cauca fueron muy largas, y de acuerdo a Bonilla (1982), el inicio de estos conflictos enfrentaban pequeñas tribus contra grupos de invasores moderados. Sin embargo, al observar el poderío militar hispánico, las tribus y comunidades del bajo Magdalena se aglutinaron para formar una alianza con los indígenas del Cauca, y así, Paeces, Pijaos, Timanaes y Andaquíes forjaron una feroz defensa  frente al invasor en una guerra que duró por casi 100 años. Y es que según crónicas e historias como el de La Gaitana, se demuestra que estos indígenas lograron formar un ejército de hasta 20.000 soldados que a través de orgullo y sed de venganza lograron derrotar al ejército de Belalcázar en una sangrienta batalla (Bonilla Sandoval, 1982, p.7)

Tras la victoria, los Paeces no se conformaron y destruyeron e incendiaron las poblaciones de La Plata y Caloto, fundadas y habitadas por hispánicos. Incluso se llegó a pensar en una toma a Popayán por parte de estos aguerridos indígenas, aunque el poderío arquitectónico de los españoles lo impidió. Pues bien, las condiciones de los Paeces fueron cambiando con el paso del tiempo debido a la catástrofe demográfica,  ya que el grupo se veía disminuido y debilitado, mientras que los españoles eran cada vez más (Bonilla Sandoval, 1982). Sin embargo, a pesar de la debilidad demográfica y del poderío hispánico, el pueblo Páez nunca dejó de resistir frente a la conquista hispánica.

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