ASIGNATURA DE HISTORIA, CIUDADANÍA Y GEOGRAFIA
Juaniyo DPApuntes18 de Marzo de 2016
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PROGRAMACIÓN ANUAL
ASIGNATURA DE HISTORIA, CIUDADANÍA Y GEOGRAFIA
COAR - ICA
2016
PROGRAMACIÓN ANUAL
- DATOS GENERALES:
- Región : Ica
- Institución Educativa : Coar-Ica
- Directora General : Lilia Rivera Muñoz
- Director Académico : Darío Hermoza
- Asignatura : Historia, Ciudadanía y Geografía
- N° de horas semanales : Cinco (05) Hrs.
- Ciclo : VII ciclo
- Grado : A, B, C, D.
- Sección : 3°
- Nivel : Secundaria
- Equipo docente : Lic. Oscar Segundo Soplin Ruiz.
- Horas lectivas : 2016.
- FUNDAMENTACIÓN:
La asignatura de Historia, Ciudadanía y Geografía tiene como finalidad que la y el estudiante adquiera las competencias y habilidades que le permitan una mayor comprensión y análisis de la sociedad y una constante reflexión sobre su participación activa en ella. La asignatura está integrada por tres componentes ejes que analizan al ser humano desde diferentes espacios y temáticas y reciben el aporte de otras ciencias sociales a partir de su metodología y ámbito de estudio.
Por otro lado, se espera que al finalizar el curso, la y el estudiante adquieran un sentido de identidad y pertenencia a su entorno local y mundial y se comprometan a construir una sociedad más justa y democrática. La y el estudiante de los COAR debe ser consciente que es un protagonista histórico así como lo fueron sus ancestros y lo serán sus descendientes y que en la sociedad actual tiene un rol importante como ciudadano activo. La asignatura debe ser un espacio continuo y abierto para que la y el estudiante planteen interrogantes y respuestas abiertas sobre los fenómenos y problemas sociales que les permitan tener una mirada crítica y a la vez sensible ante su realidad.
La asignatura la integra tres componentes que reciben el aporte de otras ciencias sociales o humanas como la Antropología, la Sociología, la Demografía, entre otras, que se presentan con las diferentes temáticas de estudio, metodologías, miradas sobre los fenómenos sociales, geográficos, económicos y otros. La presencia multidisciplinaria permitirá al docente, y por ende a cada estudiante, tener una mirada más objetiva sobre los fenómenos del pasado y del presente y ser constantes observadores críticos, es decir “comprender lo que ocurre en el mundo, la compleja trama de relaciones que existe entre diversos elementos, la interrelación entre los hechos, las razones que se ocultan tras los eventos”[1]. . Presentamos a continuación los tres componentes:
La Historia es la ciencia que interpreta, analiza y evalúa los hechos y procesos históricos del pasado con la intención de reflexionar y asumir un mayor protagonismo sobre nuestros tiempos y para el futuro. La Historia, como apoyo a la investigación, permite construir hipótesis, contrastar diferentes perspectivas, desarrollar argumentos apoyados en evidencias y llegar a conclusiones; y como práctica para la vida esta ciencia nos permite tener una mirada crítica y reflexiva sobre nuestra vida cotidiana y nuestro entorno social.
La asignatura exige que toda persona comprenda y aplique los contenidos conceptuales que van desde los más simples a los más complejos y desarrolle competencias y habilidades sociales que les permita desenvolverse en diferentes contextos. La Historia, al reconocer a toda mujer y a todo hombre como protagonista del proceso histórico, los incorpora como sujetos de estudio y a la vez como intérpretes históricos. Así, la llamada “historia oficial” da paso a la “historia de todos” que involucra a los distintos grupos y con temáticas variadas.
A partir de la Historia se propone dos objetivos para trabajar con los estudiantes en la asignatura y en otras y que pueden emplearse en diferentes momentos y contextos. Uno de ellos es el desarrollo del pensamiento histórico entendido según Seixas y Morton (2012) como el proceso creativo que realizan los historiadores para interpretar las fuentes del pasado y generar las narrativas históricas[2]. La propuesta trabajada por estos y otros investigadores es la promoción de conceptos históricos o “conceptos clave” de mayor complejidad y que se logran con altos niveles de comprensión y análisis.
¿Qué entendemos por conceptos clave?, según el Programa de Años Intermedios del Bachillerato Internacional, son las “ideas importantes que tienen pertinencia dentro del grupo de asignaturas pero que también lo trascienden. Una indagación de los conceptos clave[3] desarrollará una comprensión coherente y profunda de una disciplina en particular y facilitará el aprendizaje interdisciplinario y el establecimiento de conexiones con otras asignaturas”[4]. Así, los conceptos “clave” dan origen a los conceptos importantes que todo estudiante debe comprender y utilizar terminada la asignatura.
A continuación presentamos el esquema de los conceptos clave y los conceptos importantes que todo estudiante de tercer año del COAR debe conocer:
Otro aspecto a tomar en cuenta es el desarrollo de la “empatía histórica” entendida como una competencia “emocional” que permite a la persona sentir y emitir un juicio frente a una situación que ocurrió. Investigadores tales como Gonzáles, Henríquez, Santisteban y Pagés mencionan tres niveles de empatía y siendo el último la “empatía histórica simple” donde el estudiante emite respuesta sobre cómo actuaría en una situación del pasado y diferenciando con su actuar en el presente, lo que permite reconocer dos aspectos importantes: lo cambiante y lo emocional. Preguntas como: ¿qué harías si fueras…?, ¿cómo sería tu vida…?, ¿en qué época te hubiese gustado vivir…?, permiten el desarrollar en los estudiantes las capacidades de creatividad y comunicación y como valores el respeto y valoración a lo “otro”.
El segundo componente es el de Ciudadanía entendida como el espacio de la práctica de las competencias, conocimientos, habilidades y valores que adquieren las personas en la búsqueda de una sociedad más democrática. Todo estudiante de los COAR debe comprender y analizar las categorías o “conceptos importantes” que aportan al componente: democracia, ciudadanía, derecho, interculturalidad, justicia, y otras; así como el propio estudiante debe desarrollar y practicar aprendizajes y competencias ciudadanas tales como la convivencia democrática, la participación y la deliberación activa, y el respeto a lo intercultural.
El componente busca ampliar la mirada sobre el ejercicio ciudadano y que en muchos casos se limita a que la persona conozca sus deberes y asuma sus responsabilidades y es que “la ciudadanía implica ejercicio de derechos, pero también desarrollo de capacidades y responsabilidades. Capacidades para entender, dialogar, con disentir de, criticar a, desmontar y criticar el poder desde el espacio público”[5]. La ciudadanía es más que una cuestión teórica, es la vivencia de las habilidades sociales, las actitudes que nos permitan una buena convivencia social y una buena convivencia política. La ciudadanía permite a toda persona “participar libremente para dialogar, deliberar e intervenir en los asuntos que le conciernen. Se trata, en definitiva, de que todos aporten a la construcción del bien común”[6].
Otra cuestión importante es que la ciudadanía permite un espacio de reflexión sobre los fenómenos sociales y problemas estructurales y coyunturales que aquejan a nuestra sociedad: la pobreza, la corrupción, la discriminación, el racismo, la delincuencia, y otros. Además, permite que en el aula y fuera de ella se consolide actividades que fortalezcan la práctica permanente de valores que fomenten una vida democrática a través del respeto, empatía social, solidaridad, responsabilidad, etc.
La interrogante es ¿cómo practicamos una ciudadanía activa y participativa?, la mayoría de propuestas reconocen que la ciudadanía más que tener un espacio de contenidos —y que son incluidos— debe ser trabajada de manera transversal durante las sesiones y fortaleciendo las diferentes competencias, contenidos y desempeños pedagógicos. Actividades en el aula como la elaboración del manual de convivencia, la elaboración del portafolio personal, la participación de los trabajos colaborativos, los debates y juegos de roles se unen a actividades extraacadémicas como la participación en las elecciones de representantes estudiantiles, debates interescuelas y otros que exijan la práctica y autoevaluación de las competencias y habilidades.
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