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Absolutismo


Enviado por   •  1 de Noviembre de 2013  •  6.104 Palabras (25 Páginas)  •  278 Visitas

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El Absolutismo

El predominio francés

Como consecuencia de la decadencia española, Francia logró afirmarse en Europa y conquistar posteriormente el primer lugar con los reyes de la casa de Borbón: Enrique IV, Luis XIII y Luis XIV.

Enrique IV (1598-1610)

Este monarca, famoso por su inteligencia y su bondad, se propuso reparar los males causados a Francia por cuarenta años de guerras civiles y mejorar la situación de los sectores más humildes de la población.

Para ello contó con la colaboración de su ministro y amigo, el duque de Sully. No obstante ser éste un calificado guerrero, fue el verdadero ministro de la paz.

Sully tenía competencia sobre la economía y las finanzas del estado. Fomentó la agricultura, abrió carreteras bordeadas de árboles, construyó puentes y estimuló varios proyectos para abrir canales que unieran los ríos navegables. Además aumentó la marina mercante y logró la firma de un tratado con Turquía, por el cual el comercio cristiano en Medio Oriente queda bajo la protección de Francia.

En mérito a una contabilidad exacta y rigurosa, aseguró la recaudación de impuestos, pagó gran parte de las deudas, logró rescatar considerables rentas y disminuir los tributos de los campesinos.

Para obtener nuevos recursos estableció un impuesto anual, mediante el cual los magistrados adquirían el derecho de transmitir a sus herederos los cargos que ejercían.

Enrique IV soñaba con llevar a la práctica un plan de reorganización de Europa que asegurase el equilibrio, de acuerdo con los intereses de los pueblos y los derechos de las nacionalidades. A tal efecto proyectaba la existencia de un consejo de delegados que se reuniera para impedir las guerras.

La obra de Enrique IV quedó interrumpida por su muerte acaecida en 1610 como consecuencia de un atentado realizado por un fanático llamado Ravaillac. A raíz de la muerte de este monarca los disturbios comenzaron. El hijo mayor de Enrique IV solo tenía nueve años. La regencia del reino, durante la menor edad del rey, pertenecía a la reina madre, María de Médecis, mujer supersticiosa y de muy limitado talento, que se dejaba dominar enteramente por una pareja de aventureros italianos, Leonora Dori, llamada Galigdi, y su marido Concini.

Los príncipes de la sangre y los grandes señores, irritados por el gobierno de ese extranjero de baja ralea, se sublevaron contra él. Concini, sólo atendió a comprar su sumisión, pagándoles enormes pensiones que agotaban el tesoro real.

En 1617, el joven rey Luis XIII cansado de la tutela de Concini hizo que su capitán de guardias le diera muerte, alejó a la reina madre y dio el poder a su halconero favorito de Luynes. Pero Luynes, como Concini, tenía particularmente avidez de honores y de dinero. Los disturbios y las asonadas continuaron. El rey no logró dominar una revuelta de los protestantes y hubo que pactar con ellos. En esa nueva guerra de religión murió Luynes (1621).

Richelieu Ministro

Al cabo de dos años de intrigas, en 1624, el cardenal Richelieu, que había sido hasta entonces el hombre de confianza de la reina madre, consiguió formar parte del consejo del rey y llegar a ser bien pronto jefe del consejo, es decir el ministro director, cargo que debía conservar hasta su muerte, esto es, durante dieciocho años (1642). Luis XIII nunca le tubo cariño, pero le juzgó por su valer y encontrando que era el único capaz de llevar por buen camino los negocios del estado, le mantuvo al lado suyo a pesar de su opuesta inclinación y contra la opinión de todo el mundo.

Richelieu tenía genio violento, brutal, autoritario; corazón duro e inaccesible a la piedad. Pero sus miras políticas eran claras y penetrantes, y su abnegación por el trono, absoluta. Para él, el rey era "la imagen viva de la divinidad, y la majestad real era la segunda después de la divina" De aquí que considerara que en el reino, todos, sin excepción debían obedecer al rey: "los hijos, hermanos y demás parientes del rey están sometidos a las leyes como los demás", escribía. En cambio tenía igualmente altísima idea de los deberes del trono: "los intereses públicos, escribía también, deben ser el único fin del príncipe y de sus consejeros."

La obra que Richelieu se propuso a realizar, la resumió más tarde él mismo en estos términos: "arruinar al partido hugonote, que compartía el estado con el rey; humillar el orgullo de los grandes, y reducir todos los súbditos a sus deberes, elevando el nombre del rey en las naciones extranjeras al puesto que debía ocupar". Los tres puntos de su programa: ruina del partido protestante, humillación y sumisión de la nobleza, y restablecimiento del poder exterior de Francia, fueron sucesivamente realizados.

Richelieu continuó la lucha contra los protestantes, atacándolos en el centro de su poder, que era la ciudad de La Rochela. Sitió la plaza y construyó un inmenso dique en el mar para impedir el paso de los barcos ingleses en el puerto.

Los hugonotes se vieron obligados a capitular y Richelieu, por la paz de Alais (1629), les dejó solamente la libertad de culto, privándolos de los demás privilegios que gozaban.

Duro para con los nobles, el gobierno de Richelieu no lo fue menos para con el pueblo, pues, a consecuencia de las continuas guerras, los impuestos habían llegado a ser insoportables. Los sufrimientos de la gente campesina fueron tales que hubo en varias regiones verdaderos levantamientos populares; pero la represión fue tan implacablemente rigurosa como la que empleó para las revueltas de los nobles.

La lucha contra los grandes fue más larga y duró hasta 1642, es decir hasta la víspera del fallecimiento del cardenal. Este tubo que debelar conspiraciones dirigidas contra él y revueltas a mano armada.

De aquí que Richelieu muriese odiado de todos. Ahora bien como se comprendería más tarde que la miseria interior había sido como el rescate de las victorias de fuera, y se considerara que Richelieu había dado a Francia tres magníficas provincias, Rosellón, Artois y Alsaica, su política fue digna de admiración y lo llamaron el Gran Cardenal.

El porqué del Absolutismo

Luis XIII murió algunos meses después de su ministro (1643), dejando para sucederle a Luis XIV, que no tenía entonces cinco años. La regencia debía pertenecer a la reina madre, Ana de Austria. Dos días después

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