Algunos Aspectos Sobre La Mineria En Zacatecas A Partir De 1546

INTRODUCCION.

En el año de 1546 es el punto de partida a numerosos cambios en la región mexicana de Zacatecas, pues es en este año en el cual Juan de Tolosa y otros colonizadores españoles llegaron a la zona del cerro de “La Bufa” en donde descubren los primeros yacimientos de plata. Para ese entonces esta zona de Zacatecas ubicada hacia al Norte de México, se caracterizaba por ser paisajísticamente una región con rasgos desérticos, con la predominación de suelos pobres desde el punto de vista agrícola, y ocupadas por poblaciones indígenas pertenecientes principalmente al grupo de los Chichimecas.

Como primera medida ante el hallazgo de estas minas de plata se procedió con rapidez a la continuación de la exploración y al inicio del poblamiento de esta zona, aunque al principio solo mediante el establecimiento de campamentos mineros de manera de comenzar la explotación de los minerales allí existentes y por ende beneficiarse de ello. Sin embargo tal tarea no fue fácil, ya que las poblaciones indígenas que habitaban allí fueron los primeros en iniciar campañas en contra de estos centros poblados. Estos conflictos trajeron como consecuencia que en algún momento Zacatecas se encontrara aislada, sin posibilidad de abastecimiento de alimentos ni de combustibles, lo que creó la necesidad de abandonar las actividades mineras momentáneamente.

No obstante, a pesar de la hostilidad de estas poblaciones indígenas las exploraciones no fueron paralizadas por completo, y más temprano que tarde el descubrimiento de nuevos yacimientos mineros conduciría no solo al desarrollo económico de la región sino también a la transformación de un paisaje de características desérticas hacia a uno más urbanizado, con las nuevas formas de producción minera, técnicas más modernas y complejas para la extracción de la plata, nuevas redes de caminos para la comunicación, además para el abasto de otros centro o poblados, y en si la nueva forma de sociedad que se fue formando y atrayendo estos nuevos poblados mineros.

LA PRODUCCION MINERA:

La plata, pues, fue el elemento que empezó a impulsar el interés de las personas para la colonización de las tierras situadas mas allá de los territorios mesoamericanos. Aun así se advirtió desde un principio que el rendimiento de las minas dependía no solo de las riquezas de los veneros sino también de otros factores, se decía que principalmente de la fuerza de trabajo que se encontraba disponible y otro factor importante fue la obtención del azogue, ya que de este modo se producía la plata más pura que cuando se fundía.

En cuanto a la mano de obra disponible, no fue cosa fácil, ya que había una baja densidad demográfica en esta región, y muchas minas vieron así limitada su producción por carecer de gente destinada al laboreo obrero. Por esto todo incremento o decremento de la mano de obra disponible repercutía en los índices de productividad de las minas. Por eso los empresarios mineros se empeñaban a conseguir trabajadores en donde los hubiera. La elevada demanda de gente para el trabajo minero fue por largo tiempo una de las constantes de la economía regional norteña.

Desde que se dio principio a la explotación minera en el norte, se procuro obtener del propio medio regional por lo menos una parte de la fuerza de trabajo que fuera necesaria para abastecer a los dueños de las minas, y esto se logro en la medida en que fue posible obligar a los indios nómadas originarios de aquellas tierras a quedarse en lugares fijos y servir a los españoles que se hacían de las minas.

Durante los momentos de más intensidad del conflicto entre los españoles y los indios de la región chichimeca, el recurso más común fue cautivar a los indios que real o supuestamente estaban en pie de guerra, para obligarlos luego a trabajar en las minas durante un tiempo determinado. Para luego dar paso al lo que se le llamo el repartimiento, donde los indios tenían trabajos forzosos, pero ya asalariados, realizado bajo un sistema rotativo o de tandas.

El otro factor importante fue el uso que se le dio al azogue. La plata pura se obtuvo con el empleo de un complejo y costoso proceso de producción. La extracción del mineral, su clasificación y ensaye, el lavado, la molienda, el beneficio por fusión o por amalgama con azogue, exigieron cuantiosas inversiones en pozos y galerías, ingenios de molienda y hornos de fundición. La minería zacatecana requirió técnicas de mayor inversión, así como de más técnicas colaterales para la producción, que cualquier otro sector productivo de la economía de aquella época.

En múltiples ocasiones, la política de la Corona española fue determinante para elevar los niveles de producción. A través de las facilidades que dio a los mineros para obtener mercurio mediante el crédito, influyó en el aumento de la producción que se registró desde mediados del siglo XVI hasta 1635. Aun así se llego a una decadencia cuando se dio una escases de azogue, cuyo crédito había sido reducido por la Corona, que además presionó a los mineros para que cubrieran sus débitos de sal y mercurio. Los mineros que refinaban plata de baja ley quedaron fuera del mercado, y sólo subsistieron los dueños de las minas con más alta ley, que podían beneficiar la plata por fundición.

La producción de plata tenía dos fases: la extracción y el beneficio. La primera era la más azarosa y difícil porque se podía perder toda la inversión por el desconocimiento de la riqueza de la mina y la ley del mineral. En la fase de beneficio sí era posible calcular los costos con mayor certeza, ya que eran proporcionales a los montos de mineral que se beneficiaban. Durante la segunda mitad del siglo XVIII el problema de la escasez de capital estuvo relacionado con la etapa de extracción la cual requería grandes sumas para el desagüe y la habilitación de minas abandonadas, mientras que, como ya se dijo, la falta de mercurio afectaba la fase de beneficio.

La escasez de capitales no era causa sino consecuencia de la falta de interés de los inversionistas en la minería, pues en la agricultura y las manufacturas no se había registrado retroceso. Para reactivar la minería, en el último tercio del siglo XVIII José de la Borda propuso un proyecto de inversión que consistía en la introducción de tecnología y capital, en el aumento de subsidios al precio del azogue y en la reducción de impuestos. El proyecto tuvo tal éxito que la reactivación de las minas generó grandes cantidades de plata y otros mineros prominentes se animaron a invertir, bajo similares condiciones, en Sombrerete, Veta grande y Bolaños, donde también se logró la rehabilitación de estos distritos.

En el

...