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Antecedentes Del Interés Y Usura


Enviado por   •  5 de Octubre de 2014  •  3.097 Palabras (13 Páginas)  •  606 Visitas

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INTRODUCCION

Este trabajo se basa en la construcción a través del tiempo bajo una línea concreta, que se ha seguido a través del entramado de la historia sobre los conceptos de la usura y el interés.

Nuestro propósito es mostrar cómo, en un período de menos de dos siglos, la usura pasó de ser un delito condenado absolutamente desde los tiempos más antiguos, castigado severamente por la ley y despreciado por todo el mundo, a ser considerada como una forma reconocida y honorable de hacer negocios.

También hemos plasmado brevemente la posición de algunos autores del pensamiento económico pre-clásico como lo son: Aristóteles (del pensamiento Griego) y Santo Tomás de Aquino (del periodo Escolástico) con respecto a los aspectos de materia de esta investigación (la usura y el interés). Por otro lado se mencionan aportes de suma importancia relacionados con los conceptos anteriormente mencionados por parte de: Martin Lutero y la influencia que ejerció la Reforma sobre la usura; y Calvino quien abolió el concepto antiguo de usura e interés que se tenía religiosamente desde tiempos remotos.

Esperamos con este trabajo poder contribuir a poner de manifiesto el carácter dañino y destructivo de la usura — ¡que tan profundamente ha llegado a invadir la vida moderna!— y a conseguir que sea percibida como una cuestión de gran importancia.

Concepto de interés y de usura.

El interés:

El interés es un índice utilizado en economía y finanzas para registrar la rentabilidad de un ahorro o el costo de un crédito.

Se le llama interés a los distintos tipos de índice que se emplean en la medición de rentabilidad de los ahorros o que se incorporan al valor de un crédito.

El interés es una relación entre dinero y tiempo dados que puede beneficiar a un ahorrista que decide invertir su dinero en un fondo bancario, o bien, que se le suma al costo final de una persona o entidad que decide obtener un préstamo o crédito. Un interés se calcula en porcentaje y a menudo se aplica en forma mensual o anual. Es decir, que el interés permite que una persona que quiere generar ingresos a partir de sus ahorros, puede colocarlos en una cuenta en el banco, y éste le dará una ganancia mensual estipulada de acuerdo con la cantidad de dinero invertida y el tiempo durante el cual se comprometa a dejar ese monto en un plazo fijo, por ejemplo. Por otro lado, si una empresa o individuo tiene la necesidad o deseo de obtener dinero a préstamo, el prestamista le aplicará un interés sobre el dinero prestado que dependerá del tiempo en el que se comprometa a devolverlo y de la cantidad de efectivo que se extienda al interesado.

La usura:

Se entiende por usura al acto o a la acción mediante la cual un individuo o una entidad obtienen ganancias a partir del altísimo cobro de intereses sobre un préstamo o sobre casi cualquier tipo de transacción bancaria, comercial o financiera. La usura es un fenómeno que permite enriquecerse en gran modo a aquel que lo lleve a cabo pero que significa un claro y profundo empobrecimiento para quien debe pagar los intereses ya que los mismos son incontrolables y pueden terminar siendo incluso mucho más elevados que el préstamo pedido en una primera instancia.

En términos económicos e históricos, la usura es entendida siempre en términos negativos ya que hace referencia a algún tipo de aprovechamiento que una persona o entidad está sufriendo por parte de otro.

ANTECEDENTES DEL INTERES Y DE LA USURA.

Haciendo énfasis desde el punto de vista bíblico, más exactamente en el antiguo testamento, se hace referencia muy explícita sobre estos conceptos, y se empieza a visibilizar desde estos tiempos remotos las restricciones y prohibiciones que hacen referencia los mandatos de Dios sobre su pueblo respecto de la usura y el interés, advirtiendo claramente en algunos pasajes bíblicos lo siguiente:

“No tomarás interés ni usura, antes bien teme a tu Dios y deja vivir a tu hermano junto a ti. No le darás a interés tu dinero ni le darás tus víveres a usura.”

(Levítico 25:36)

“No prestarás a interés... ya se trate de réditos de dinero, o de víveres, o de cualquier cosa que produzca interés.”

(Deuteronomio 23: 20)

“...quien no presta con usura ni cobra intereses..., un hombre así es justo.”

(Ezequiel 18: 8-9).

Estas tres citas del Antiguo Testamento, representativas, muestran que la prohibición de la usura se remonta a las raíces legales y éticas de la civilización europea. La prohibición fue confirmada y aún reforzada por los primeros cristianos. “San” Agustín, por ejemplo, que define como usura toda transacción en la que una persona espera recibir más de lo que ha dado, consideraba la usura tan prohibida, que cualquier beneficio obtenido de ella ni siquiera podía darse como limosna. “Santo” Tomás de Aquino seguía manteniendo esta posición, con claridad y vigor, en el siglo XIV.

El pensamiento económico Escolástico se apropió de dichos enunciados bíblicos y los aplico durante muchos años, incluso siglos a su doctrina económica. En el tramo subrayado del último versículo bíblico hace énfasis en la justicia que buscaba imperiosamente instituir dicho pensamiento económico.

El mundo Pre-clásico.

En el pensamiento económico Pre-clásico, encontramos a grandes pensadores Griegos como Aristóteles que rechaza la usura categóricamente. Decía que de todas las formas de comercio, la usura es la más depravada y la más odiosa. La usura no sólo se propone un objetivo antinatural, sino que hace un uso erróneo del dinero en sí, pues el dinero fue creado para el intercambio, no para ser incrementado con la usura. La usura es la reproducción antinatural de dinero con dinero. Cuando a esto añadimos la condena de Platón, que afirmaba que la usura enfrenta inevitablemente a una clase contra otra y es, por lo tanto, destructiva para el estado, y la de los filósofos romanos Cicerón, Catón y Séneca, vemos que tanto la tradición judéo-cristiana como la greco-romana, que juntas constituyen la principal fuente de la civilización europea, eran unánimes a este respecto. La tradición religiosa y la secular hablaban aquí con una sola voz.

La base de

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