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Antonino pio; emperador romano


Enviado por   •  21 de Abril de 2023  •  Apuntes  •  2.996 Palabras (12 Páginas)  •  139 Visitas

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Antonino pio; emperador romano.

Antonino pio; emperador romano [pic 1]

Estrada Olivares Lizeth Guadalupe.

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO.

FACULTAD DE DERECHO

        

Introducción

En el presente trabajo, se abordara sobre un personaje importante del imperio romano; Antonino pio, quien fue uno de los pocos que su gobernó con sabiduría, madurez y sobre todo la paz.

Como primeros puntos, se aborda la vida política de Antonino antes de ser sucesor del emperador Adriano. El protagonista de este presente trabajo, desde sus comienzos, demostró tener un gran potencial sobre cuestiones políticas y sobre todo, el demostrar que tuvo una madurez para llevar a una etapa pacifica al imperio romano

Antonino pio; antes de su cargo como emperador.

Titus Aurelius Fulvus Boionius Antoninus, mejor conocido como “Antonino pio”, fue uno de los emperadores más importantes de la historia romana. Nació el 19 de septiembre de 86 d.c en Lanuvium, Italia.

Antes de ser heredero del emperador Adriano, desempeñaba como administrador público, fue cuestor, pretor durante el reinado de Trajano.

En la época de Adriano desempeñó en el consulado en el año 120, fue encargado del gobierno de uno de los distritos de Italia (consularis Italiae) y por último el proconsulado de Asia. Su forma de trabajar y de hacer su labor durante su proconsulado en Asia, ayudo al aumento de su reputación  gracias a su buena conducta  y humildad

El emperador Adriano adopto a Antonino para que fuera su sucesor, porque no tenía descendencia directa. En un principio Antonino no fue la primera opción del emperador, su primera opción para su sucesor fue Lucio Ceyonio, pero lamentablemente murió antes de lo esperado; así pues, Adriano eligió a Antonino, quien ya era una persona mayor y con una madurez impresionante.

Así fue como en “el 24 de enero del 138 d.c, el emperador Adriano anunció que planeaba adoptar a Antonino, de 51 años, como su hijo y heredero, y en el 28 de febrero del 138 d.c”[1].

Tras la muerte de emperador Adriano, Antonino Pío, tomaría el puesto de emperador el 10 de julio del 138 d.C., así  asumió las riendas del Imperio romano con la suposición de que simplemente seguiría las políticas de Adriano.

Como condiciones, Antonino “fue obligado a adoptar a su vez a su sobrino (el futuro emperador Marco Aurelio, que contaba entonces con sólo diecisiete años) y al hijo del difunto Lucius Aelius Caesar (el futuro emperador Lucio Vero, que tenía dieciocho)”[2].

Antonino como emperador y su forma de liderar.

Como se mencionó anteriormente, Antonino tomo el poder el 10 de julio de 138 d.c. Antonino se convirtió en Imperator Caesar Aelius Hadrianus Antoninus Augustus.

La mayoría de los historiadores están de acuerdo que en el su gobierno de Antonino Pío, tuvo “la tranquilidad, estabilidad y continuidad respecto a las líneas marcadas por Adriano”[3]. Su gobierno fue pacíficamente en la mayoría de veces, gobernó con prudencia, madurez, moderación y justicia. Este gran emperador, estaba consiente de todo a lo que conllevaba gobernar, tanto que le dijo a su esposa “"Ahora que hemos ganado un imperio, hemos perdido incluso lo que teníamos antes"[4]. Antonino entendía que si gobernaba con justicia, el gobernar  sería un gran sacrificio, no una ganancia.

El emperador “mantuvo buenas relaciones con el Senado, al que devolvió su protagonismo político”. Uno de las primeras tareas que realizo el emperador fue anular algunos decretos del ex emperador Adriano, como el condenar a un número de senadores, pero Antonio opto por liberar a los senadores y opto por la paz. Se cree que por esa razón, el senado otorgo su segundo nombre “pio” por su lealtad a la memoria de Adriano. Gobernó junto al Consejo privado del emperador, en el que reunió a sus más importantes colaboradores como Ulpio Marcelo, Gayo y Salvio Juliano.

Tuvo grandes éxitos y virtudes que lo caracterizaron de los otros emperadores, como los siguientes:

Buen manejo financiero.

Antonino se caracterizó por su gran manejo financiero mejoró las finanzas imperiales e impulsó una legislación más favorable para los esclavos. El protegía  el tesoro público, redujo las confiscaciones y la carga fiscal de sus súbditos. A veces el emperador optaba por “gastar recursos personales para apoyar al imperio”[5], un ejemplo claro “contribuyó con dinero para reparar los proyectos de construcción de Adriano y, durante una hambruna, proporcionó vino, aceite y trigo gratis a los romanos a su costa”.[6].

En su periodo de gobierno, tuvo característica importante  por la política de ahorro. Se manifestaron  corte máximos en los gastos de la corte, se eliminaron cargos superfluos de la administración y se cuidaron las inversiones de dinero público. Todas estas medidas de ahorro favorecieron que al momento de su muerte el tesoro dispusiera de un superávit de 675 millones de denarios. “No permitió Antonino que los procuradores se extralimitaran en su función de recogida de impuestos. Es más, diseñó un sistema de reclamaciones que directamente se le reportaba por el que llegó a conocer algunos casos de injusticia, que rápidamente atajó”[7].

El comercio y el intercambio fueron de los más beneficiados, “se abrieron nuevas rutas, se construyeron nuevos caminos a través del Imperio de manera que todas las partes estuvieran conectadas con la capital”[8]. Ordenó a sus procuradores cobrar los tributos  y no explotar a los provinciales. Sus disposiciones en materia financiera quedaron recogidas en el Gnomon del Idios Logos.

“Los recursos económicos, que se encontraban en la base de la gestión administrativa del Imperio, provendrían en su mayor parte de las provincias, especialmente las del Mediterráneo occidental”[9]. Como se mencionó anteriormente, su gran manejo financiero, logro que el imperio floreciera  en sentido económico, y que la sociedad no tuvieras problemas económicos. Antonino era considerado un administrador hábil y un constructor. Reorganizó y moralizó la Hacienda pública, y los agentes del Imperio recibieron la orden de no percibir los impuestos más que en su límite legal

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