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Bartolome De Las Casas


Enviado por   •  27 de Febrero de 2014  •  2.308 Palabras (10 Páginas)  •  323 Visitas

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De las Casas, Bartolomé

1484 - 1556

Literatura | España

España en Aldea Regional

Relación con: Biografías | Opiniones | Temas | Capítulos

Resumen: Sacerdote dominico, cronista, teólogo, obispo de Chiapas en México y gran defensor de los indígenas americanos, considerado el apóstol de las Indias.

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Fray Bartolomé de Las Casas, que dedicó su vida a la defensa de los pueblos indígenas, es hoy reconocido universalmente como uno de los precursores en la teoría y en la práctica de la defensa de los derechos humanos.

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Bartolomé de las Casas nació en Sevilla en 1484. Su padre, Pedro de Las Casas, mercader de profesión, era oriundo de Tarifa (Cádiz) y según se cree de familia conversa. Madre de Bartolomé fue Isabel de Sosa. Entre los parientes más cercanos de la familia estaba el capitán Francisco de Peñalosa, amigo de Cristóbal Colón.

De sus primeros recuerdos sobre el Nuevo Mundo, retenía en la memoria la imagen de aquellos siete indios, que acompañaban al descubridor el 31 de marzo de 1493 en Sevilla, "los cuales vio en Sevilla y posaban junto al arco que se dice de las imágenes, situado junto a la iglesia de San Nicolás. Llevó papagayos verdes, muy hermosos y coloreados y guaizas, que eran unas carátulas hechas de pedrería de huesos de pescado". Su padre, Pedro Las Casas, y uno de sus tíos, Francisco de Peñalosa, se embarcaron en 1493 para el Nuevo Mundo formando parte del segundo viaje colombino. También recordaba que, en junio de 1496, vio regresar a Colón de su segundo viaje, vestido de franciscano. En 1499 regresó su padre con un indio esclavo que se lo había regalado Colón y que pasó a disfrutarlo Bartolomé hasta que en 1500, por orden de Isabel la Católica, fue devuelto a su lugar de origen, junto con otros indios que habían sido llevados a España. Sabemos que durante los tres primeros meses de 1500 se desplazó a Granada para colaborar, como auxiliar de las milicias sevillanas, en el sofocamiento de la rebelión de los moriscos.

Se ha especulado mucho acerca de sus estudios. No consta que acudiera a la Universidad ni que poseyera el título de licenciado cuando se embarcó para las Indias en 1502. Más probable es que estudiara en algún colegio de Sevilla latinidad y humanidades.

A principios de 1502, Bartolomé de Las Casas, acompañando a su padre y a su tío, se embarcó para La Española en la flota del nuevo gobernador Nicolás de Ovando. En esa fecha, aunque se ha venido sosteniendo lo contrario, parece queBartolomé todavía no era clérigo, y sus intereses eran más económicos que religiosos. Actuaba como un colono más: fue minero y encomendero en La Española, además de colaborador en las guerras de Jaraguá y del Higüey. Tuvo hacienda e indios en las orillas del río Janique y hasta 1514 siguió siendo estanciero.

Entretanto, en 1507, regresó al Viejo Mundo y marchó a Roma, donde recibió las órdenes sacerdotales. Sin embargo, esperó hasta 1510 para cantar su primera misa en Concepción de la Vega. En la primavera de 1512, tras vender su hacienda, se unió a la conquista de Cuba, como capellán de los conquistadores, y recibió una buena encomienda que atendió hasta 1514. Será a mediados de este año cuando Las Casas viva su primera conversión y renuncie a los indios de su repartimiento por razones de conciencia. Estaba convencido de que debía "procurar el remedio de estas gentes divinalmente ordenado". Se sentía predestinado para esta misión.

Vuelto a Santo Domingo, estableció contacto con los dominicos. Fray Pedro de Córdoba decidió enviar a Bartolomé, junto con Antonio de Montesinos, a España para denunciar la encomienda y sus abusos. Las Casas y Montesinos pudieron entrevistarse el 23 de diciembre de 1515 con Fernando el Católico, ya muy enfermo. También hablaron con el obispo Rodríguez de Fonseca que no les concedió mayor atención. Mejor suerte tuvieron al dirigirse al cardenal Jiménez de Cisneros y a Adriano de Utrecht, el futuro papa Adriano VI, con los que discutieron algunos remedios, como enviar a Santo Domingo a tres frailes jerónimos en calidad de gobernadores. Las Casas les acompañaría como asesor y por esas mismas fechas fue también nombrado "procurador o protector universal de todos los indios de las Indias".

De regreso nuevamente en La Española, en 1517, los jerónimos entraron pronto en conflicto con Las Casas y los dominicos, quienes volvieron a enviar aBartolomé a España. El 19 de mayo de 1520 obtuvo en La Coruña una capitulación para llevar a cabo un proyecto de colonización pacífica en la costa de Paria, actual Venezuela. A principios de 1521 emprendió viaje con sus labradores españoles hacia San Juan de Puerto Rico. Su idea era establecer en Paria a esos labradores y propiciar de manera pacífica el acercamiento a los indios que, conservando plenamente su libertad, escucharían la predicación del Evangelio y, sin violencia alguna, como la gente de otros muchos lugares, aceptarían al rey de España como el suyo propio. A finales de 1521, tras fracasar, reemprendió viaje a Santo Domingo.

A partir de 1531 comenzó a predicar en Puerto de Plata contra los colonos españoles, los cuales consiguieron que sus superiores lo trasladaran a Santo Domingo. En esta capital, en 1533, consiguió la rendición del cacique Enriquillo, sublevado desde 1519. A finales de 1534, fray Bartolomé y otros tres dominicos emprendieron un viaje al Perú para trabajar en defensa de los indios y fortalecer también las actividades de su orden. Una serie de dificultades impidió a Las Casas llegar a su destino. En lugar de ello, estuvo en Panamá, Nicaragua y México (1536).

De allí pasó a Guatemala, en donde residió poco menos de dos años. En ese lugar escribió otra de sus obras más importantes, la intitulada De unico vocationis modo, conocida en español como "Del único modo de atraer a todos los pueblos a la verdadera religión". En ese largo tratado la tesis central era que la única forma de promover la conversión de cualquier ser humano no era otra que la vía de la persuasión y jamás valiéndose de las armas o de cualquier otra manera de violencia. Proceder así sería actuación "temeraria, injusta, inicua y tiránica". En paralelo con lo que escribía, acometió entonces el proyecto de penetración pacífica en la región de Tezulutlán, considerada

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