Características Del Averno

Características del Averno

La tendencia critica a encasillar la poesía de Ovidio en esquemas estructurales y con juicios de valor arbitrario, abre paso a mencionar la importancia de su obra más famosa: “las metamorfosis”, la cual trata de contar la historia universal mitológica a través de 250 episodios, que no poseen ningún carácter religioso, donde se aprecia como los dioses sucumbían ante sus pasiones hasta el punto de humanizarse por completo; el argumento central de esta magnífica obra es la transformación, bien en constelaciones, estrellas, plantas, animales y rocas, de algunos personajes.

En este conjunto tan amplio de diversos temas, nos ha llamado la atención uno en especial, el inframundo; el hecho de que muchos autores y poetas grecorromanos describieran en sus escritos todo lo que puede haber o existir en este plano, nos lleva a pensar en cómo nuestro autor en mención, quiso por así decirlo obviar muchas de las características que lo describen, mencionando rápidamente, algunos aspectos que él creía eran los más relevantes, dejando un paradigma respecto a las intenciones artísticas de las metamorfosis.

De este modo se tratará de establecer algunas relaciones y diferencias anteriores a Ovidio, las cuales se cree pudieron haber motivado a describir como podría ser la morada del rey de las sombras, Hades.

La primera instancia donde es mencionada y posteriormente descrita la morada de Hades, conocida como la Nekyia de Ulises, es en el canto Xl de la Odisea, donde Homero describe que la embarcación de Ulises llego hasta los confines de océano a una ciudad cubierta por la oscuridad y niebla, llamada cimeria, donde nunca antes había brillado Helios; este héroe pudo llegar hasta esos límites gracias a la ubicación exacta y detallada que le propició Circe; por otra parte, se puede apreciar de una manera muy clara la relación que existe entre los ríos y lagunas que conforman este lugar, homero a través de circe, lo describe de esta manera:

“El soplo de Bóreas la llevará, y cuando hayas atravesado el Océano y llegues a las planas riberas y al bosque de Perséfone -esbeltos álamos negros y estériles cañaverales -, amarra la nave allí mismo, sobre el Océano de profundas corrientes, y dirígete a la espaciosa morada de Hades. Hay un lugar donde desembocan en el Aqueronte el Piriflegetón y el Kotyto, difluente de la laguna Estigia, y una roca en la confluencia de los dos sonoros ríos”. (Odisea, canto X, 508-515)

Como se puede observar, la descripción dada por Homero es una breve introducción de cómo se puede llegar hasta las orillas de ese mundo, pero en mención, no da más detalles de lo que se puede encontrar ahí, a excepción de los héroes y personajes fallecidos que “descansan” en este plano ulterior, que posteriormente y gracias a la sangre ofrecida por Ulises hablarían con él. Y sin dejar por fuera, un aspecto importante, menciona a los reyes de esta morada: Hades y su esposa Perséfone.

Hesíodo por su parte, nos muestra a través de la Teogonía, la genealogía de todos los Dioses, en donde se puede apreciar más detalladamente muchas de las características que poseían éstos y quienes eran las deidades que gobernaban y habitaban cada espacio de la tierra, para fines de este escrito nos centraremos solo en algunos de los personajes más relevantes del inframundo; entre ellos señala en primer lugar al Tártaro, hermano de Gea, Caos y Eros, siendo el primero la misma personificación del averno; luego algunos hijos tanto de Taumante y de Electra como algunos descendientes de Ceto y Forcis, por ejemplo: las Harpías, cerbero y la Hidra de Lerna, respectivamente fueron ocupando cada uno un lugar en el infierno y la más importante hija de Océano y Tetis: la estigia, que cubría gran parte de la superficie de éste.

Respecto a la descripción del Hades como tal, dice que aquel lugar es tan profundo que ni en un año se podría descender hasta el fondo; fondo en el cual están las mansiones de las noches cubiertas del mismo modo que en Homero con niebla y oscuridad, que luego al entrar a la mansión de hades la describe así:

“Allí delante se encuentran las resonantes mansiones del dios subterráneo [del poderoso Hades y la temible Perséfone]; guarda su entrada un terrible perro, despiadado y que se vale de tretas malvadas: a los que entran les saluda alegremente con el rabo, y ambas orejas al mismo tiempo, pero ya no les deja salir de nuevo, sino que, al acecho, se come al que coge a punto de franquea las puertas.

Allí reside una diosa maldita para los inmortales, la terrible Estigia, hija mayor del Océano que refluye en sí mismo. Lejos de los dioses habita un espléndido palacio con techo de enormes rocas; por todas partes se encuentra apoyado sobre plateadas columnas que llegan hasta el cielo”.

(Teogonía, 768-779).

Como se puede observar en este fragmento la idea de describir, está aún más sustentada, ya que tanto los lugares como personajes tienen una función y especificación dentro y fuera del inframundo. Lo cual permite que la imaginación del lector sobrepase los límites de una caracterización normal y pueda mirar, detallar e imaginar, cómo se verían esos lugares o bestias si en realidad existieran.

Por otra parte, cabe mencionar el hecho de la Catábasis realizada por un Dios, al reino de Plutón, así mencionado en la obra “Las Ranas” del comediógrafo Aristófanes,

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