Chile 1973 Economia

Marco económico crisis en Chile Años 1974-1984

El país se vio enfrentado en la primera mitad de los años setenta a un cuadro macro bastante adverso. Por factores internos, se desencadenó un elevado déficit fiscal y una altísima inflación. Luego experimentó un fuerte deterioro en sus cuentas externas. Por ello, las autoridades emprendieron en 1974-75 un programa de estabilización macro para acompañar y reforzar el proceso de reformas. Ello implicó, en lo fundamental, un significativo ajuste fiscal. El gasto público como

porcentaje del PIB se redujo del 45% en 1973 al 26% en 1976. Como resultado, las cuentas fiscal y externa se ordenaron y la inflación se redujo.

En los años siguientes, la economía entró en una senda de expansión apoyada por el mejoramiento de las condiciones externas y, en particular, por la fuerte afluencia de créditos de la banca internacional. Ello se produjo en un contexto macado por un fuerte diferencial de tasas de interés y la aplicación de un tipo de cambio fijo. En el período 1976-81, el crecimiento promedio de la economía alcanzó al 7,9%.

La expansión de la actividad real estuvo apoyada por una enorme expansión del crédito interno. Entre 1976 y 1981, el crédito bancario creció a una tasa real promedio del orden de 40%. Como se pretendía, se produjo una significativa profundización financiera. La cartera de crédito e inversiones del sistema bancario, como proporción del PIB, pasó del 8,9% en 1974 al 63% en 1981.

Las tasas de interés, sin embargo, se mantuvieron en niveles muy altos, incluso durante los años en que se produjo un masivo ingreso de recursos externos. La tasa real para operaciones activas alcanzó un nivel promedio del orden de 34% en el período 1975-91.

Hasta 1981, los indicadores macroeconómicos parecían razonables y no anticipaban una crisis. La inflación se mantenía acotada y las cuentas fiscales permanecían en orden. Sin embargo, algunos desequilibrios o distorsiones comenzaban a aflorar. El más significativo era el exceso de gasto privado financiado con recursos externos, lo que se reflejaba en un fuerte déficit en la cuenta corriente. Concordante con ello, el endeudamiento privado se había elevado en forma apreciable. Si bien el tipo de cambio nominal permanecía fijo, el tipo de cambio real había caído significativamente.

Los balances de los bancos, por su parte, se veían perfectamente sanos y no daban cuenta de los riesgos que se estaban incubando. Los créditos vencidos se mantenían en niveles bajos, en tanto la rentabilidad del sistema se mantenía en un rango normal.

Deterioro del escenario macro-financiero externo

A partir de 1981, las condiciones externas enfrentadas por la economía chilena se deterioraron significativamente. Las tasas de interés externas subieron,

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