Chocolate

Una larga y extraordinaria historia.

"Theobroma Cacao L", es el nombre científico con que se denomina al árbol del "cacao" o "cacaotero" una planta de hoja perennne originaria de centroamérica y que se desarrolla en plenitud en ese clima templado y húmedo.

La palabra "theobroma" es de origen griego y significa "alimento de los dioses", lo que ya nos da la pauta de la importancia que se le atribuía. "Cacao" es una variación de su original "cacáhua",, que era como lo denominaban los Nahuas, habitantes originarios de aquellas tierras.

La letra L es simplemente lo que en botánica indica la inicial del apellido del naturalista sueco Carl Von Linneo (1707-1778) que en el año 1753 clasifico esta planta, que había sido introducida en Europa por el marino Hernán Cortés en el año 1527.

La bebida que se obtenía del fruto de este árbol ya se consumía unos siglos antes de nuestra era, con otras características a las actuales, básicamente mucho mas amargo y solo en las clases dominantes. Era un símbolo de poder y riqueza, reservado solo a las clases altas de la sociedad.

No solo servía de alimento. En aquel lejano México, las semillas más grandes de cacao se usaban incluso como moneda (no existía entonces otra forma de dinero), utilizandose para comprar o vender productos, incluso hasta para pagar los tributos a los reyes aztecas.

Por lo tanto, las semillas más pequeñas eran las utilizadas para consumo en forma de bebida y solo reservada a las clases nobles y a los guerreros, sobre todo en importantes banquetes que invocaban a dioses luego de una victoria en una batalla.

La forma de preparación de dicha bebida, consistía en tostar las semillas cuidadosamente para no quemarlas, luego se pelaban y molían sobre una piedra. La pasta fina obtenida se mezclaba con agua caliente, saborizando finalmente con guindilla, vainilla o miel.

Para los gobernantes, nobles y guerreros, estaba prohibido emborracharse (bajo pena de muerte), por lo que una señal de honor era el no beber vino, y el beber cacao simbolizaba esa dignidad.

Otro uso relacionado con las ofrendas religiosas también contenían cacao: en una ceremonia similar a lo que conocemos como nuestro bautizo, al niño se lo mojaba con agua que contenía las valiosas semillas, incluso se depositaban en las tumbas como ofrenda a los muertos.

Si la semilla se fermentaba, también se obtenía una bebida alcohólica, y se la utilizaba como remedio en distintas afecciones. No solo eso, Moctezuma lo utilizaba como afrodisiaco para tener acceso a las mujeres.

La historia del cacao en América. Principio de una exquisitez que se transporta hasta nuestros días.

Cuando los aztecas consumían en sus rituales ese jarabe amargo que elaboraban de la semilla de cacao, no podían ni imaginarse que con el transcurso del tiempo, y tras la conquista española, se convertiría en la base de uno los productos más difundidos, consumidos y que mas pasiones despierta en el mundo entero: EL CHOCOLATE.

El proceso no fue simple ni rápido. Mezclado con azúcar y consumido preferentemente como bebida hasta fines del siglo XVII, es al comercializarse en pequeñas barras, lo que le da el impulso y la devoción con que verdaderos maestros lo adoptaron como materia prima para desarrollar un arte que presenta infinitas variables y posibilidades.

La imaginación, el trabajo, la dedicación y el placer con que ellos nos han acercado estas delicias, no tienen fin. Cada día aparece una nueva combinación, una nueva forma, una nueva presentación que renueva la excitación y gana más adeptos.

El mas difundido es el CHOCOLATE FONDANT o CHOCOLATE NEGRO, con un contenido de pasta de cacao no inferior al 43% de su peso total, además de manteca de cacao, azúcar y lecitina de soja (emulsionante natural que garantiza

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