Comentario de texto. "El espíritu de las leyes" Montesquieu

“El espíritu de las leyes”

“En cada Estado hay tres clases de poderes: el legislativo, el ejecutivo de las cosas pertenecientes al derecho de gentes, y el ejecutivo de las que pertenecen al civil.

Por el primero, el príncipe o el magistrado hace las leyes para cierto tiempo o para siempre, y corrige o deroga las que están hechas. Por el segundo, hace la paz o la guerra, envía o recibe embajadores, establece la seguridad y previene las invasiones; y por el tercero, castiga los crímenes o decide las contiendas de los particulares. Este último se llamará poder judicial; y el otro, simplemente, poder ejecutivo del Estado (...).

Cuando los poderes legislativo y ejecutivo se hallan reunidos en una misma persona o corporación, entonces no hay libertad, porque es de temer que el monarca o el senado hagan leyes tiránicas para ejecutarlas del mismo modo.

Así sucede también cuando el poder judicial no está separado del poder legislativo y del ejecutivo. Estando unido al primero, el imperio sobre la vida y la libertad de los ciudadanos sería arbitrario, por ser uno mismo el juez y el legislador y, estando unido al segundo, sería tiránico, por cuanto gozaría el juez de la fuerza misma que un agresor.

En el Estado en que un hombre solo, o una sola corporación de próceres, o de nobles, o del pueblo administrarse los tres poderes, y tuviese la facultad de hacer las leyes, de ejecutar las resoluciones públicas y de juzgar los crímenes y contiendas de los particulares, todo se perdería enteramente.”

Montesquieu. El espíritu de las leyes. 1748.

Comentario de texto:

Este texto histórico - político, fue escrito en Ginebra, Suiza en el 1748 por Montesquieu, noble francés, que junto a Voltaire y Rousseau destaca como uno de los principales autores de la ilustración francesa. Sin embargo, Montesquieu fue influido por el parlamentarismo inglés en el que se basó esta obra “El espíritu de las leyes”. El autor defiende la separación de poderes como elemento indispensable de un sistema político libre para evitar la tiranía de los absolutistas o los déspotas ilustrados.

En primer lugar el autor describe los tres poderes del estado (el legislativo, el ejecutivo de las cosas pertenecientes al derecho de gentes, y el ejecutivo de las que pertenecen al civil). A continuación explica los males que se derivan de la acumulación de poderes por parte del rey o de un grupo de poderosos. Después demuestra esto en la figura de los déspotas europeos de la época.

Montesquieu, muestra como es el sistema legislativo de su tiempo haciendo una crítica del mismo. Tal y como él dice, el príncipe o magistrado tenía el poder de elaborar todas la leyes y modificar tantas como quisiera; no sólo eso, sino que también se encarga de prevenir invasiones, establecer la seguridad… y por último, también castiga los crímenes. Montesquieu critica que cuando la misma persona es responsable de los poderes legislativo y ejecutivo no hay libertad ya que se corre el riesgo de que éstos lleven a cabo leyes tiránicas para ejecutarlas. Esto también sucede cuando el poder judicial no está separado del legislativo, ya que el imperio sería arbitrario como consecuencia de que la misma persona sea juez y legislador, y del ejecutivo ya que sería tiránico ya que el juez gozará de la misma fuerza que un agresor. Como el autor señala al final del texto, en el estado en el que una persona sea el encargado de estos tres poderes, “todo se perdería enteramente.”

Los ilustrados como Montesquieu eran muy críticos con el sistema político de su época. Como señalaba anteriormente, en el siglo XVIII los reyes europeos mantenían el poder absoluto. Esto se demostraba a través de la justificación de derecho divino y por tanto la voluntad del rey, no tenía límites. Esta forma de gobierno llegó a su máximo exponente con los

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