Cuando El Pueblo Retomo La Lucha

Quizá en los próximos días, encontraremos escritos y reflexiones en relación a esta temática; cuando desde el 27 de febrero (y días sucesivos), los acontecimientos políticos, económicos y sociales dieron al traste de épocas en que el pueblo retornó a las luchas populares en la búsqueda de alcanzar su reconocimiento histórico como mayoría oprimida por la élites burguesas que venían ostentando el poder.

Justamente, muchos historiadores desde hace 23 años. Las han reflexionado con diversas denominaciones: “el día que despertó el pueblo”, “cuando bajaron los cerros”; o simplemente “el Caracazo”.

Ahora bien, pudieran encontrarse diversas visiones ‘tratando de explicar’ estos hechos; pero las voces que más se oirán son justamente de quienes –en esos fatídicos días- fueron silenciados.

Con el llamado pacto puntofijista, la llamada IV república (como algunos han querido segmentar nuestra vida histórica) simplemente dio al traste a las luchas que durante siglos (desde la llegada del invasor español) estuvo de manera combativa el pueblo de venezolano, pero el pueblo de a pié, el olvidado; aquel que fue traicionado desde que el sueño bolivariano de una Patria Grande con intrigas, anisas personalistas de poder no pude terminar de fraguarse en su momento.

Ahora bien, ¿cómo puede entenderse el 27 de febrero, o simplemente ‘el Caracazo’? La crisis del sistema capitalista en la que Venezuela fue sometida, con la entrega de nuestra soberanía desde la época gomecista –sobre todo- ya estaba minada en las bases populares, qua al verse traicionada con el Pacto de Coche, luego de las victorias federalistas, vino a sumergirse en un letargo que simplemente no aguantó más.

Aunado a ello, con la caída de muro de Berlín, el (supuesto) fin de la guerra fría, el aniquilamiento de las esperanzadoras luchas guerrilleras, las élites burguesas representadas en los partidos políticos AD y COPEI, pero que sin duda, fueron simples títeres del imperialismo norteamericano a través de la doctrina Monroe.

Luego de aquel quinquenio denominado “la Venezuela saudita”, el populismo representado por un segundo mandato adeco, pero enmarcado en el pacto puntofijista, se le aplicó al pueblo un ‘paquetazo neoliberal’ por órdenes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID); claro está, como política imperial de pretendida dominación hacia ‘el patio trasero de Norteamérica’.

La historia venezolana sin duda ‘quedó partida en dos’; en el alba del siglo XXI y a pesar de apenas transcurrir 23 años y que los acontecimientos actuales (no porque se pretenda pensar que ‘verdaderamente estamos en una V república) aún son hijos de ese ‘despertar’.

Desde el 27 de febrero de 1989, en el pueblo comenzó a reimpulsarse la organización y participación social de diversos colectivos; claro está, vinieron ha realizar su contribución –a mantenerse alerta- con los movimientos ideológicos militares del 4F y 27N de 1992.

El Cantor Alí Primera señala en unas de sus canciones “el pueblo es sabio y paciente” y sin duda esperó, esperó y esperó (y ojalá) para nunca más le hagan caer en el letargo de las luchas para su dignificación.

La clase política burguesa que simplemente le dio al pueblo un ‘derecho’ de expresarse a través del voto, ejerciendo su ‘soberanía’ a través de una democracia representativa: expresarse únicamente cada cinco años, para ‘renovar’ un continuismo adeco-copeyano y copeyano-adeco.

La historiografía burguesa ha pretendido minimizar el 27-F, señalando que simplemente fue un desorden social que conllevó a saqueos de comercios; pero poco o nada dice o analiza de las verdaderas raíces de los hechos. ¿Alza de los precios de la gasolina?, ¿Acaparamiento?, ¿Especulación?, ¿Inflación?, ¿Aumentos desmedidos en los servicios públicos? Estos simplemente

...