¿De Qué Forma Se Puede Demostrar La Integridad De Los Diversos Elementos Que Componen La Puertorriqueñidad?

Todos los que hemos nacido en esta hermosa tierra que llamamos Puerto Rico somos puertorriqueños. Así como los que nacieron en Cuba son cubanos y los que nacieron en la Republica Dominicana son dominicanos.

Todos tenemos las mismas raíces culturales, hablamos español, tenemos la misma religión, bailamos, cantamos, celebramos fiestas, construimos, cocinamos, nos vestimos. Nos parecemos en muchos aspectos, pero no somos iguales, hay muchos aspectos que varían, pero esos aspectos que varían son los que nos hacen ser lo que somos y no otra cosa. Por eso yo soy puertorriqueña y dominicana, Millie Quezada es Dominicana y Silvio Rodríguez es cubano.

Nuestra puertorriqueñidad surge de la manera en que somos, de la forma en que hacemos las cosas y para lo que las hacemos. En nuestro país se funden una serie de situaciones y elementos que nos llevan en el diario vivir a ajustarnos a circunstancias que son únicos, y antes esa serie de circunstancias emerge lo que somos: puertorriqueños. Producto de tres razas, en nuestra cocina se combina la manera de cocinar del español del indio y del africano. Durante el transcurso de la historia surgen las circunstancias que produjeron nuestra mezcla, y atreves del tiempo el pueblo obtiene una sola identidad. Este toque personal que nos distingue y que hace que los puertorriqueños sea tan particular, le damos el nombre de “Folklore”. El folklore es el toque que nos hace distintivo y que en cada caso que hagamos le estampamos eso que sea puertorriqueño y no otra cosa.

Todos los elementos que han contribuidos a ser lo que nosotros somos, los hemos ido moldeando como pueblo, nuestras costumbres, tradiciones e historia, es lo que hace que seamos lo que somos y que la puertorriqueñidad prevalece en ello.

Por eso hicimos música, la cantamos y la bailamos de una forma muy particular. Dándola “el toque”, construimos nuestras casas de acuerdo a nuestra necesidades y con lo que teníamos y le dimos “nuestro toque”; le dimos pasos a nuestra Fe, a nuestra creencias y nuestra espiritualidad a través de nuestra religión y le dimos “el toque”, nos vestimos, cubrimos nuestro cuerpo de acuerdo a la exigencias del ambiente y nuestra necesidades y le dimos “nuestro toque”, preparamos para comer nuestros alimentos, de acuerdo a lo que teníamos y lo que había y lo adornamos con sabor y manera de hacerlo y le dimos “nuestro toque"; hablamos, y hasta esa forma de hablar tuvo su toque, pues lo hicimos con un deje de “cantico” que nos distingue en todo el mundo, cuando le aplicamos “nuestro toque”; nos morimos como todo el mundo, pero no enterramos, ni velamos a nuestro muertos como todo el mundo, y le dimos “nuestro toque” lo que le dio características propias; celebramos fiestas y le dimos nuestro toque particular, y hay una fiesta para toda ocasión: día de los muertos, fiestas patronales, día de las madres, de los padres, de los inocentes. Hay una fiestas para cada cosa,

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