ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Democracia Delegativa


Enviado por   •  29 de Junio de 2014  •  5.016 Palabras (21 Páginas)  •  211 Visitas

Página 1 de 21

I.INTRODUCCIÓN

Publiqué mis reflexiones sobre la “democracia delegativa” (en adelante DD) por primera vez en portugués, en 1991.[1] Tenía entonces en consideración los gobiernos de Menem (Argentina), Collor (Brasil) y la primera presidencia de Alan García (Perú). Tracé algunas características que aún me parecen válidas de lo que llamé en esos textos “un nuevo animal” que estaba surgiendo en nuestra región; pero otras características del tipo propuesto y de su posible dinámica estaban en esa época vinculadas a las políticas (llamadas) neoliberales que se impusieron en esa época, que determinaron que esos gobiernos (así como algunos que lo sucedieron poco después, especialmente Fujimori) aplicaran políticas que afectaron duramente su popularidad. Actualmente, ya en el siglo XXI, han emergido los que a mi entender son nuevos casos de DD —los gobiernos Kirchner en la Argentina, Correa en Ecuador, Ortega en Nicaragua, García en su nuevo mandato en Perú, Chávez en Venezuela (aunque ver abajo acerca de deslizamientos hacia el autoritarismo) y Uribe en Colombia. En contraste con los casos de décadas precedentes, los gobiernos recién listados han gozado de dos ventajas: una, la gran expansión de la economía internacional que favoreció notoriamente las exportaciones latinoamericanas; otra, el debilitamiento de las ideas neoliberales y de las instituciones que las propiciaban (y a veces imponían).

Ambos factores hicieron posible que en los casos recientes se adoptaran, en contraste con los anteriores, políticas económicas y sociales fuertemente expansivas –del aparato del estado incluido--, que dieron un fuerte respaldo inicial a los respectivos gobiernos, aunque cabe agregar que esa bonanza ocurrió con independencia de que se tratare o no de un caso de DD. Pero, como sabemos, la crisis económico-financiera desatada a partir de la segunda mitad de 2007 disminuyó el “viento de cola” de la economía internacional y presenta actualmente (comienzos de 2010) varios interrogantes acerca de su continuidad respecto de los productos exportables de estos países y sus futuros precios. A la consiguiente crisis de estas DD, o al menos una difundida puesta en duda acerca de los expansionistas “modelos de desarrollo” precedentes, se han sumado importantes factores más propiamente políticos y domésticos que hacen a características propias de las DD y sus modalidades de funcionamiento, a las que me refiero abajo. Esta conjunción de factores ha llevado actualmente a situaciones que han alimentado vigorosamente tendencias autoritarias ya existentes en el comienzo de algunos de estos casos (Venezuela y Colombia) o a una creciente sensación de crisis e incertidumbre, acompañada de preocupantes transgresiones legales e institucionales (Argentina y Ecuador).

En parte por la espectacularidad que han tenido en el pasado no pocas decisiones de estos gobiernos, y en parte por la sensación de crisis que los afecta actualmente, se despertó recientemente un renovado interés, no sólo en círculos académicos, por el concepto de la DD. Fue así como Osvaldo Iazzetta, con la valiosa cooperación de sus colegas de la Universidad Nacional de Rosario organizaron en esta ciudad, en Octubre 2009, una jornada de discusión sobre el tema. Esa jornada mostró la complejidad del mismo y el acuerdo de los participantes continuar en su indagación desde sus áreas de conocimiento teórico y empírico. Este es el origen del futuro volumen, del que el presente texto es un anticipo para el CPA.

II. UNA CARACTERIZACIÓN DE LA DEMOCRACIA DELEGATIVA.

Comienzo con una caracterización de la DD; aquí enuncio aspectos básicamente estáticos, dejando para la sección IV los dinámicos.

A. La DD expresa y ejecuta una manera de concebir y ejercer el poder político, sustentada por algunos presidentes y colaboradores; suele ser compartida, al menos temporariamente, por importantes franjas de la opinión pública.

B. Es democrática por dos razones principales. Una es su legitimidad de origen, es decir su surgimiento de elecciones razonablemente limpias y competitivas. La otra es que durante ella se mantienen vigentes ciertas libertades política básicas, tales como las de expresión, reunión, prensa, asociación y movimiento (pero ver abajo algunas salvedades).

C. No es por lo tanto ajena a la tradición democrática, pero es menos liberal y republicana que la democracia representativa. Esto implica no reconocer los límites constitucionales/legales de los poderes del estado que, aunque de diferentes maneras, esas dos corrientes postulan. La tendencia resultante de la DD a la transgresión o extra-limitación de las fronteras institucionales legalmente establecidas, y se agudiza en situaciones de crisis de las que me ocupo abajo.

D. Es por ello mismo fuertemente mayoritaria. Consiste en generar, por medio de las elecciones arriba referidas, un líder que se erige por (en principio) un período determinado, en el principal intérprete, si no la encarnación, de los principales intereses de la nación.

E. La concepción básica, que se expresa repetidamente por el líder y sus seguidores, es que la elección da al presidente/a el derecho, y la obligación, de tomar las decisiones que mejor le parecen para el país, sujeto sólo al resultado de futuras elecciones presidenciales.

F. En consecuencia, esta auto-concepción y las prácticas de poder resultantes consideran un estorbo indebido la “interferencia” de instituciones que ejercen diversos aspectos de control sobre el poder ejecutivo, incluyendo los otros dos grandes poderes del estado constitucional (legislativo y judicial), así como las diversas instituciones de accountability horizontal[2] que ha ido incorporando la legislación moderna (auditorías generales, fiscalías generales y especializadas, defensores del pueblo y semejantes). Esto lleva a esfuerzos por anular, cooptar y/o controlar esas instituciones; el éxito de estos intentos depende de relaciones de fuerza, variables de caso a caso y dependiendo de períodos. Esta es una de las razones por las que los presidentes DD no son omnipotentes, aunque extreman esfuerzos por serlo

G. Asimismo esta concepción lleva a que la manera típica de adopción de políticas públicas sea abrupta e inconsulta; trata de no pasar por los filtros de otras instituciones, aunque el grado en que lo logra depende también de casos y períodos, además que inevitablemente se encuentra –para la toma de esas decisiones y su implementación— con diversas relaciones fácticas de poder. Pero esos encuentros suelen realizarse, por la razón ya indicada, mediante relaciones nula o escasamente mediadas institucionalmente.

H. Más globalmente, esta auto-concepción expresa la

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (32.4 Kb)  
Leer 20 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com