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Desarrollo De La Iconografía Silgo Xvi

klaudytha9 de Octubre de 2013

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Resumen:

La configuración del territorio americano está sujeto a preconceptos europeos respecto a su composición geográfica y cultural. El desarrollo de una iconografía que contemplaba el sustento teórico y visual de las Indias Occidentales, a través del grabado- en Basilea y Roma en el año de 1493- evidenció las relecturas manifestadas en el trabajo de las imágenes de fines del siglo XV- extrapolando el imaginario occidental a las nuevas latitudes (Indias Occidentales), que sustentaron la continuidad de las formas. La problemática suscitada respecto al desarrollo iconográfico en torno a los nuevos territorios, y en conjunto con el discurso colombino, trajo una serie de juicios que fueron estereotipando, homogeneizando y objetivando el territorio “indiano” a través de la inserción de elementos familiares, cercanos o conocidos por parte de los europeos, valorizando así, los territorios americanos.

Palabras Claves: Territorio y Paisaje-Imagen-Preconceptos-Homogeneización-Relectura-Valorización- Continuidad.

Introducción

“La realidad es más real en blanco y negro”.

Octavio Paz.

Nuestra propuesta de análisis estará enfocada en la interpretación de las cartas de Colón sobre el primer viaje y sus consecuencias en la Europa de fines del siglo XV. Sin embargo, nuestra observación enfatizará la construcción del imaginario occidental europeo respecto a los primeros territorios (Islas del Caribe) descubiertos por Colón a través de los grabados diseñados en Basilea.

De acuerdo a las percepciones europeas occidentales referente a las observaciones colombinas, hemos considerado como elemento principal el desarrollo de fuentes iconográficas sobre la concepción formativa de la problemática generada con la nueva adscripción del elemento indígena y su particular entorno natural, pues es respecto a este último factor inmerso en las imágenes de la primera edición ilustrada de la Carta de Colón realizadas en Basilea (1493), las que nos proporcionan una serie de elementos gráficos para el desarrollo de nuestro análisis. Por lo tanto, las crónicas colombinas del primer viaje junto a las imágenes, generan una dinámica constructiva respecto a los nuevos territorios descubiertos por los castellanos entre los diferentes componentes sociales europeos, conformándose así, el imaginario europeo y en particular en la corona castellana a través de la trasformación del territorio ignoto en un paisaje conocido.

La conformación del paisaje trasunta una serie de hechos que giran alrededor de preconceptos occidentales respecto a esta nueva realidad descubierta (Indias Occidentales) y por consiguiente, el apoyo de las imágenes será fundamental para entender aquellos aspectos que no pueden ser cualificados y que a través del grabado permiten codificar estas nuevas realidades. Por lo tanto, “los grabados afectaban los sentidos y condicionaban la percepción” , en consecuencia, estas imágenes se van configurando de acuerdo a elementos familiares o cercanos que son conocidos en este caso por los europeos, y éstos los interpretan en forma esquemática a través de esta doble lectura, en perspectiva de los hechos relatados por las respectivas observaciones colombinas del primer viaje (1492-93). Es así como nuestra propuesta va dirigida al análisis de aquellos hechos que marcan pauta respecto a la conformación del paisaje, y de acuerdo a los elementos que les permitieron identificar los recursos naturales, como las observaciones realizadas por los viajeros que acompañaban a Colón respecto a un conjunto de árboles “estando así dan voces los mozos grumetes, diciendo que vían pinales. Miró por la sierra y vídolos tan grandes y tan maravillosos que no podía encarecer su altura y derechura como husos gordos y delgados, donde conoció que se podían hacer navíos e infinita tablazón y másteles para las mayores naos de España. Vido robles y madroños, y un buen río y aparejo para hacer sierras de agua”. , es por esto, que las interpretaciones perpetradas por el Almirante y su tripulación aluden a imágenes que tienden a configurar el paisaje de acuerdo a conocimientos previos, generando “tendencias a la continuidad en la forma, a pesar del cambio de contenido” , y como factor residual de esta interpretaciones, los grabadores realizan una relectura conforme a la crónica escrita.

En consecuencia, a través de la representación iconográfica del primer viaje de Colón, permitió la cimentación del imaginario occidental europeo respecto las Indias Occidentales, agrupando aquellos elementos asimilados con lo conocido (culturales, económicos, sociales y políticos), que permitieron la transformación del territorio geográfico indiano en un paisaje europeo occidental. Resultando un efecto simbiótico entre las descripciones colombinas y las imágenes que permitieron establecer “categorías del juicio que pasan de ser términos de cognición a ser términos de recognición, de ser categorías epistemológicas de conocimiento, a ser categorías sociales, como reconocimiento”.

Por último, cabe señalar que nuestra línea investigativa se abocará al desarrollo exhaustivo de la interpretación de imágenes, que nos permitirán reforzar las interpretaciones de la crónica del genovés (Cristóbal Colón), sobre su primer viaje, recabando la importancia de la imagen como principal fuente en la deformación interpretativa de la realidad respecto a las Indias Occidentales. Pues, la imagen funciona como crónica y receptor de las relecturas de las cartas colombinas, facultando de manera transversal el reconocimiento del territorio desconocido (Indias Occidentales) a una forma conocida, que tiene como resultado la continuidad, graficada en el paisaje.

Análisis

La construcción del imaginario occidental a través de la dialéctica entre el grabado y la crónica colombina en torno a la configuración del territorio de las Indias Occidentales

De acuerdo a las crónicas del primer viaje de Colón registradas en sus cartas editadas por Bartolomé de las Casas e Ignacio Anzoátegui en el año de 1493, y junto con los grabados realizados en Basilea y Roma el mismo año, nos hemos propuesto analizar las conexiones existentes entre la imagen y la crónica colombina del primer viaje (1492-93), respecto al imaginario del Almirante y particularmente sobre aquellos puntos que hacen referencia a la construcción del paisaje indiano, fuertemente imbuido por una serie de preconceptos, que estereotiparon y homogenizaron aquellas particularidades que hacían única a las Indias Occidentales.

En consecuencia, a través de la imagen y de acuerdo a las teorías de Panofsky que nos remite a que la “imagen comienza en el encuentro social con Otro y que la iconología es una ciencia que sirve para absorber a ese otro en una perspectiva homogénea y unificada” , nos traslada a la problemática referida al desarrollo de aquellos grabados en Basilea y Roma-fines del siglo XV-que hicieron una relectura del relato colombino respecto a su primer viaje, persistiendo así las formas conocidas por los castellanos, a pesar de los evidentes cambios, respecto a los hechos suscitados en el primer encuentro con las Indias Occidentales, y particularmente las islas del Caribe. Por lo tanto, la tendencia de los cronistas “indianos” del siglo XVI en general, y particularmente las imágenes referidas al territorio americano, abren un espacio a la discusión sobre la conformación del paisaje, así como las crónicas del primer viaje colombino proceden a instaurar preconceptos europeos al territorio “indiano”,y, se demuestra en el discurso colombino, “esta isla de la Tortuga es tierra muy alta, pero no montañosa, y muy hermosa y muy poblada de gente como la de la Española, y la tierra así toda labrada, que parecía ver la campiña de Córdoba” .El Almirante va configurando alrededor de estas nuevas realidades descubiertas, una serie de juicios preconcebidos que nos relatan experiencias vividas anteriormente, como la construcción del paisaje “indiano” adscrito a categorías occidentales. Por consiguiente, este nuevo paisaje americano se va delineando de acuerdo a las tradiciones europeas devenidas del descubrimiento de las Indias Occidentales, y que se formaliza sólo el cambio geográfico, consignado por la nueva adscripción de estas tierras, sin embargo, siguen presentes las formas tradicionales castellanas respecto a la valorización de éstas. En consecuencia, el resultado directo de esta valorización del territorio, y entendido como aquel “espacio de inscripción de la cultura y, por lo tanto, equivale a una de sus formas de objetivación” .

Y cuando nos referimos a ese espacio objetivado a través del relato colombino del primer viaje, observamos una serie de elementos que nos hablan de aquella visión cargada de preconceptos respecto al reconocimiento del otro y es especial al territorio, “Y después junto con la dicha isleta están huertas de árboles las más hermosas que yo vie tan verdes y con sus hojas como las de Castilla en el mes de abril y de mayo, y mucha agua. Yo miré todo aquel puerto y después me volví a la nao y di a la vela, y vide tantas islas que yo no sabía determinarme a cuál iría primero. Y aquellos hombres que yo tenía tomado me decían por señas que eran tantas y tantas que no había número, y anombraron por su nombre más de ciento.” Al interior de esta cita observamos que las motivaciones del Almirante están enfocadas precisamente en describir aquellos territorios y su naturaleza exuberante, sin embargo, como esta nueva confrontación-entre el occidental europeo y los indígenas y los territorios- presupone una europeización del nuevo mundo,

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