Diseño Inteligente
flowe1220 de Marzo de 2014
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Historia[editar]
El movimiento del diseño inteligente apareció y se desarrolló en Estados Unidos en torno a 1987, a través de una versión moderna del argumento teleológico para la existencia de Dios, después de que hubieran fracasado, salvo éxitos menores y provisionales, los intentos de los representantes del literalismo bíblico de lograr la enseñanza del relato de la creación del Génesis en la clase de Ciencias Naturales.
El movimiento del Diseño Inteligente igualmente rechaza[cita requerida] las posturas representadas por la Evolución teísta y el Creacionismo evolutivo que, aunque creen en la existencia de un creador y un propósito, a diferencia del Movimiento del Diseño Inteligente sí aceptan que los seres vivos se han diferenciado a través de un proceso de evolución natural sin la intervención directa de Dios; al considerar a Dios el creador de las leyes de la naturaleza, pero "sin actuar directamente" del desarrollo de los procesos que actúan en ella, y que son descritos por las ciencias naturales.
La frase diseño inteligente, más o menos relacionada con la funcionalidad que se observa en los seres naturales, y antes de la consagración de su uso actual, ha sido detectada en media docena de citas de los dos siglos precedentes, que incluyen:
Un discurso del Botánico G.J. Allman, seguidor de Paley, en 1873.
Un libro de 1903 de F.C.S. Schiller.
Un texto de Fred Hoyle de 1980, donde no se refiere en cualquier caso a un origen último.
En un juicio en el que el Tribunal Supremo de Estados Unidos descartó la obligación de enseñar la “ciencia de la creación” (el relato del Génesis) en la clase de Ciencias Naturales en las escuelas públicas (1987).
En la sentencia del caso anterior se mantenía a la vez que «enseñar una diversidad de teorías científicas acerca del origen de la humanidad a los escolares podría válidamente hacerse si es con la intención claramente secular de mejorar la eficacia de la instrucción científica». Inmediatamente después, los manuales propuestos para la enseñanza creacionista empezaron a sustituir la palabra creación por la expresión diseño inteligente. El caso más notable es el del texto de P.W. Davis y P.H. Kenyon, que fue publicado finalmente en 1989 con el título Of pandas and people: the central question of biological origins. (Acerca de los pandas y las personas: la cuestión central del origen biológico). Los borradores anteriores habían sido preparados con los títulos Creation Biology (Biología de la creación, 1983), Biology and Creation (Biología y creación, 1986) y Biology and Origin (Biología y origen, 1987). El título definitivo alude a la más popular de las colecciones de ensayos del paleontólogo y divulgador de la evolución Stephen Jay Gould, titulada El pulgar del panda. En el proceso de adaptación a la nueva situación legal del libro, que es el más popular de los manuales usados por los creacionistas para la enseñanza escolar, se sustituyeron las expresiones “creación” y “creador” por sus alternativas “diseño inteligente” y “diseñador inteligente” en más de 250 lugares. El libro se convirtió en texto obligatorio en el distrito de Dover (Pennsylvania), dando lugar al caso por el que una reciente sentencia señala al movimiento del diseño inteligente como una versión disfrazada de creacionismo religioso.
Buscando evitar la percepción pública de la vinculación con el creacionismo anterior, los promotores del diseño inteligente prefieren situar el origen de la actual notoriedad de la expresión en el libro del abogado Phillip E. Johnson Darwin on trial (Proceso a Darwin, 1991). La posición de Johnson y la base para el movimiento en apoyo a la creencia sobre el diseño inteligente es que consideran falso el naturalismo filosófico.
En 1990 fue fundado el Discovery Institute, con base en Seattle, ligado a una institución de ideología conservadora, el Hudson Institute, y tomando su nombre del barco que, capitaneado por G. Vancouver, exploró las costas norteamericanas del Pacífico entre 1791 y 1795. Se trata de una institución no lucrativa, que depende de donantes privados. Está presidido por B. Chapman, de confesión católica y que ocupó cargos importantes durante la administración de R. Reagan. Tiene entre sus dirigentes a H. Ahmanson, millonario relacionado con el movimiento dominionista llamado Christian Reconstructionism (Reconstruccionismo cristiano), una organización partidaria de la subordinación de las leyes civiles a las prescripciones del Antiguo Testamento y contraria a la tolerancia religiosa, lo que ha hecho que sus críticos laicos o cristianos lo acusen de promover un neofascismo teocrático semejante al del régimen talibán en Afganistán.
Dentro del Discovery Institute ocupa un lugar prominente el Center for Science and Culture (Centro por la Ciencia y la Cultura), en cuyo marco se encuadran todos los miembros más destacados del Movimiento por el Diseño Inteligente. Fue fundado en 1996 con financiación de H. Ahmanson y la McLellan Foundation, originalmente como Center for the Renewal of Science and Culture (Centro para la Renovación de la Ciencia y la Cultura). Sus declaraciones, como su nombre, han ido evolucionando para evitar una conexión demasiado visible con sus bases fundamentalistas.
Un documento de 1998 del Center for Science and Culture, titulado Estrategia de la cuña (en inglés The Wedge Strategy)3 y filtrado al público en 1999, ha sido utilizado por sus críticos para destacar el carácter religioso y político de sus fines y postulados, que encuentran resumidos en frases como “Derrotar al materialismo científico y su destructivo legado moral, cultural y político” y “reemplazar las explicaciones materialistas por la concepción teísta de que la naturaleza y los seres humanos son creados por Dios”. Según P.E. Johnson, citado más arriba, él mismo catalizó en 1992 la formación del grupo y los rasgos de la estrategia a que se refiere el documento. De este núcleo original formaban parte, junto a Johnson:
Stephen Meyer, filósofo de la ciencia y teólogo, que ahora es vicepresidente del centro.
Michael Behe, bioquímico y el único miembro prominente con una actividad significativa de investigación científica.
William A. Dembski, el principal portavoz del movimiento. Matemático de formación, es el responsable de los mayores esfuerzos por desarrollar de manera creíble el argumento de la improbabilidad de la explicación naturalista.
Postura de la Iglesia Católica ante el Diseño inteligente[editar]
La posición pública de la Iglesia Católica y de la mayoría de los católicos es la de respetar la autonomía de la ciencia y sus hallazgos, desplazando la discusión sobre la verdad de las Escrituras y la justificación de las creencias a un plano netamente metafísico. Aun así, dentro de la Iglesia Católica también ha habido pronunciamientos que aparentemente favorecen algunos postulados del Diseño Inteligente, los que han sido apoyados por parte de figuras católicas tan importantes como el Arzobispo de Viena, quien postuló que cualquier modo de pensamiento que niegue o busque desestimar la abrumadora evidencia en favor del diseño en biología es ideología, no ciencia.4 En este sentido, el papa emérito Benedicto XVI, aunque no ha dado su respaldo al movimiento del diseño inteligente, aparentemente sí ha manifestado estar de acuerdo con algunos de sus postulados, al opinar que considerar «al hombre y su razón» un producto casual de la evolución es irracional,5 o al decir que "también es cierto que la teoría de la evolución no está demostrada fehacientemente" .6 Sin embargo, hay que aclarar que Benedicto XVI, en relación a una supuesta incompatibilidad entre creación y evolucionismo (propio de los seguidores del Diseño Inteligente), igualmente se pronunció de la siguiente forma: "Esta contraposición es absurda, porque, por una parte, existen muchas pruebas científicas en favor de la evolución, que se presenta como una realidad que debemos ver y que enriquece nuestro conocimiento de la vida y del ser como tal. Pero la doctrina de la evolución no responde a todos los interrogantes y sobre todo no responde al gran interrogante filosófico: ¿de dónde viene todo esto y cómo todo toma un camino que desemboca finalmente en el hombre?"7 Así, la postura de la Iglesia Católica, expresada repetidas veces, es que la Creación y la Evolución no se excluyen ni se contraponen, dejando en claro, eso sí, que "la evolución no responde a todas las preguntas del hombre"; en relación a las preguntas metafísicas.8
El diseñador[editar]
Respecto al diseñador, los argumentos de quienes proponen el diseño inteligente están formulados de forma que no hacen mención al diseñador ni a su naturaleza, sólo concluyen su existencia. La idea obligatoriamente no se asocia con el concepto de Dios, si bien en algunos casos se le asignan igualmente características que las religiones generalmente asocian con Dios. Así, los principales proponentes del diseño inteligente igualmente han afirmado frente a sus seguidores que creen que el diseñador es el Dios del cristianismo.
Algunos que son partidarios de la existencia de un diseñador explican que tal como hay inteligencia detrás de cualquier logro que la industria humana produce, así estructuras complejas como la célula, y el átomo, con estructuras y funcionamiento ordenados y complejos, tienen que haber sido igualmente producidos por alguien. De igual modo, tal como se requiere una formación e inteligencia para legislar leyes humanas, que ordenan las sociedades, así también, es necesaria una inteligencia para establecer las complejas leyes
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