EL FASCISMO

EL FASCISMO

El fascismo en su empezar no es un movimiento político que obedezca a una ideología es más un actuar que un pensar.

La doctrina fascista, sobre el Estado, la economía, el partido y su “nuevo modo de vida”, son resultado de trabajos muy posteriores al nacimiento del movimiento. En un principio era, según palabras de Mussolini, un “espíritu”, un “temperamento de combatividad” animado por una poderosa “fe”. Es hasta 1921, en ocasión de la apertura de la escuela de propaganda y cultura fascistas en Milán, cuando Mussolini lanza la consigna de formular una filosofía: “Ahora, el fascismo italiano, bajo pena de morir, o peor aún, de suicidarse, debe darse un cuerpo de doctrinas”.

Formación ideológica de Mussolini, en 1902 emigra a suiza y es ahí donde su formación se realiza. Las influencias doctrinales decisivas, están constituidas por la Sociología de Pareto, la sólida obra de Sorel y lo que exactamente se ha llamado “embriaguez de Nietzsche”.

La teoría de las ideologías de Pareto que puede conducir lo mismo a un escepticismo conformista, que al desenfreno de apetitos y a la lucha sin cuartel por el poder, que una voluntad de dominio les exige. Este segundo caso fue el de Benito Mussolini. El ilustre Herman Heller caracterizó, evidentemente, la sociología de Pareto cuando descubrió en ella “el neomaquiavelismo de una burguesía desilusionada”.

La teoría soreliana es una aportación muy seria a lo que se puede llamar teoría de la revolución. En este sentido se han pronunciado numerosos marxistas, incluso después de que Sorel insistió en la “descomposición del marxismo”. Sorel es un noble intento de formular un socialismo asimilador constante de las elaboraciones filosóficas, que renovándolo contribuyan a mantenerlo siempre actual. La aplicación de Sorel hace de las ideas bergsonianas es, en este sentido, grandemente meritoria; mas, su desmedida apología de la violencia, su desprecio por el parlamentarismo que en su decepción no ve susceptible de perfeccionamiento, su creencia en la capacidad direccional única de las minorías y la exageración en la función del mito, ha hecho fluir de la ambición de un hombre una teoría bien opuesta a su concepción.

A la idea de la circulación de las aristocracias y a la consideración de la democracia como una plutocracia demagógica, provenientes de Pareto, se le agrega la firme creencia en los medios violentos, la influencia decisiva del mito y se obtiene la base de lo que más tarde habría de constituir el fascismo italiano. El “vivir peligrosamente”, el “no creer en las masas sino en las selecciones”, el uso de la violencia sistemática y el mito del Gran Imperio Romano, que son puntales de la doctrina fascista, hallan su indiscutible antecedente en la teoría de las ideologías de pareto y en las “Reflexiones sobre la violencia”, de Sorel, tomadas por un hombre que, en su “embriaguez nietzscheana”, sentíase dueño de una potente “voluntad de dominio”.

Móviles que conducen a las masas hacia el fascismo:

1) Una aristocracia nacionalista por simple venganza.

2) Una “clase media empobrecida” que en su miseria odia al capitalismo, tanto como al socialismo, que con su ley de concentración capitalista hace que su pavor se transforme en odio. Este grupo constituye la base del fascismo.

3) Los funcionarios decadentes y los profesionistas desilusionados, que por el régimen que creen lo ha producido.

4) Finalmente los “idealistas” jóvenes, a quienes la embriaguez nietzscheana, el simbolismo del caudillo y el uniforme, reviven la confianza en sí mismos, que una pasividad obligada estaba disipando.

5) El liberalismo que conducía a los gobernantes italianos, sobre todo el económico; “el crecimiento vertiginoso de los gastos públicos” la causa fundamental de la crisis.

La burla despiadada a los mutilados de la guerra, el asco más completo del pueblo ante el Ejército, la miseria enseñoreada del país y sin visos de ser suprimida y los gritos constantes de las mayorías ¡Abajo Italia! Constituyen el telón de fondo del escenario del fascismo. Sin esas circunstancias, acompañadas del poco éxito que Orlando, como representante de Italia en la Conferencia de Paz de París, alcanzó para las reivindicaciones italianas, no podríamos concebir un partido político con numerosos afiliados que tiene su apoyo en el más puro resentimiento, que hace su labor y surge el fascismo.

A estas causas que meramente hemos indicado, habría que agregar la ineptitud de los partidos políticos italianos.

Su desarrollo: Volpe hace remontar los orígenes de los fascios a los años 1914 y 1915, en que Mussolini los funda con el objetivo único de luchar por la intervención en la guerra, de Italia. Mas sin embargo no fue sino hasta el 3 de enero de 1919, cuando Mussolini lanza la idea de formar un “antipartido”, combatiente y decidido, que estuviese en contra de los socialistas y de todos los partidos.

Con su crecimiento, el fascismo logra tener representantes en el Parlamento, y es precisamente en ese lugar donde Benito Mussolini hace su debut parlamentario y reaccionario, y que ello es, precisamente, fascismo.

A partir de entonces el fascismo se consolida. En el otoño de 1921 verifícase en Roma el congreso Fascista y poco después se creará en Milán la escuela de propaganda y cultura fascista y se intentará dotar a un movimiento que era puro actuar, de doctrina.

Mussolini, con “cuatro discursos decisivos”, prepara la toma del poder por el fascismo; en ellos Mussolini declara que el momento está maduro para el fascismo y que es preciso aprovecharlo. El 26 de octubre de 1922 se da la orden secreta de movilización en toda Italia; se verificaría la simbólica “marcha sobre Roma”, dirigida por Bianchi, Balbo, De Vecchi y De Bono. Durante tres días Roma estuvo separada del resto del mundo, el 29 llego a Milán la proposición de que Mussolini se hiciera cargo de la presidencia del Consejo de Ministros y ese mismo día el triunfo fascista se logró. El fascismo alcanzó el poder gracias a la complicidad del Rey, del Primer Ministro Facta y del Ejército; sin esta complicidad la marcha habría tenido muy distintos resultados.

Supuestos de la teoría fascista del estado.

La presunta concepción del Mundo y de la vida. Lo primero que en este sentido debe tomarse en cuenta es que el fascismo pretende ser un nuevo modo de vida, una actitud frente a todos los problemas humanos.

Este sería el primer fundamento de la teoría del Estado Fascista:

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