Fascismo

FASCISMO

Causas Externas:

 Los efectos de la Primera Guerra Mundial en su precaria economía:

 Decepción por el trato recibido en los acuerdos de Versalles

Causas Internas:

 Fundación del Partido Fascista (1919)

 Marcha sobre Roma del partido fascista:

Dicha marcha, fue organizada por el entonces dirigente del Partido Nacional Fascista entre el 27 y el 29 de octubre de 1922, que le llevó al poder italiano. La marcha marca el principio del régimen fascista y el final del régimen parlamentario precedente.

Mussolini ordenó a mediados de octubre de 1922 que todos los militantes del Partido Nacional Fascista se preparasen para ejecutar manifestaciones públicas masivas en todas las ciudades principales de Italia, recurriendo a toda la violencia posible, de ser preciso. Para esa fecha los fascistas habían conseguido, con amenazas y agresiones varias, forzar la renuncia de casi todas las autoridades socialistas del Norte de Italia, región que dominaron en pocos días, ante la pasividad del ejército y la policía.

En el verano de 1919 prevalecía en Italia una atmósfera de frustración y desencanto causada por los efectos del Tratado de Versalles:

I. Decepción por las ganancias en el arreglo de paz: Cuando Italia entró a la guerra, los Aliados le habían prometido Trentino, el Tirol meridional, Istria, Trieste, parte de Dalmacia, Adalia, algunas islas del Egeo y un protectorado sobre Albania. Si bien recibió los cuatro primeros territorios, el resto de ellos fueron adjudicados a otros estados, principalmente Yugoslavia.

Los italianos sintieron mal pagado su comportamiento valiente durante la guerra

y la pérdida de cerca de 700 mil hombres.

II. El desastroso efecto de la Primera Guerra Mundial en la economía y el nivel de vida. El gobierno había obtenido fuertes empréstitos, especialmente de los Estados Unidos, y ahora debía pagar estas deudas. Al descender el valor de la lira (de 5 por dólar en 1914 a 28 por dólar en 1921), el costo de la vida se quintuplicó. El retorno de la industria pesada a los niveles de producción anteriores a la guerra redundó en desempleo masivo; además había 2.5 millones de ex combatientes en busca de trabajo.

III. Falta de confianza en la Monarquía Constitucional. La frustración general entre todas las clases condujo a:

 Una ola de huelgas en 1919 y 1920, acompañadas de violencia, saqueo de comercios y ocupación de fábricas por trabajadores.

El prestigio del gobierno se hundió aún más debido a su incapacidad para proteger la propiedad, por lo que muchos terratenientes estaban convencidos de que la revolución era inminente.

 La promesa de un gobierno fuerte, porque Mussolini y el partido fascista aspiraban a rescatar a Italia de gobiernos débiles.

Desarrollo:

El intento de huelga general convino ampliamente a los fascistas, quienes se valieron de él para anunciar que si el gobierno no sofocaba la huelga, la aplastarían ellos mismos; al malograrse la huelga, Mussolini pudo posar como el hombre que había salvado a Italia del consumismo y, en octubre de 1922, los fascistas se sintieron suficientemente seguros para llevar a cabo su marcha sobre Roma.

El rey Víctor Manuel III se negó a declarar el estado de emergencia y en lugar de ello invitó a Mussolini, quien había permanecido nerviosamente en Milán, a ir a Roma y formar un nuevo gobierno, lo que éste se apresuró a hacer, arribando por ferrocarril.

El rey desempeño un papel importante: tomó la crucial decisión de no emplear al ejército para detener a los camisas negras.

La marcha no fue sino una audaz farsa que resultó eficaz. Las razones por las que el rey optó por no recurrir a la resistencia armada son un tanto oscuras, ya que aparentemente no se mostró dispuesto a discutirlas.

La palabra fasces significaba el haz de varas alrededor de una segur que simbolizaba la autoridad y poder de los cónsules romanos.

El fascismo es una ideología y movimiento político totalitarios surgidos en la Europa de entre 1918 y 1939, en oposición al sistema político de los vencedores en la Primera Guerra Mundial, como Inglaterra, Francia o Estados Unidos, así como al movimiento anarquista o socialista, que desde 1917 se había establecido en la Unión Soviética. Los regímenes fascistas se caracterizan por ser totalitarios.

La componente social del fascismo pretende ser interclasista y antiindividualista: niega la existencia de los intereses de clase e intenta suprimir la lucha de clases con una política paternalista, de sindicato vertical y único en que tanto trabajadores como empresarios obedezcan las directrices superiores del gobierno, como en un ejército. Tal es el corporativismo italiano o el nacional sindicalismo español. El nacionalismo económico, con autarquía y dirección centralizada se adaptaron como en una economía de guerra a la coyuntura de salida de la crisis de 1929, con un importante nivel de proteccionismo. No obstante, no hubo en ningún sistema fascista ni planes quinquenales al estilo soviético, ni cuestionamiento de la propiedad privada siempre que cumpliera lo que el Estado dictaminara como “función social”, ni alteraciones radicales del sistema capitalista convencional más allá de una fuerte intervención del mercado favoreciendo determinadas áreas de las grandes empresas industriales. Estas características sirven como base a una crítica (de orientación tanto liberal como materialista) que resalta la conveniencia del fascismo para un sector importante de la burguesía.

Las metas de Mussolini, constantemente cambiantes, sugieren que antes de 1923 su principal objetivo era adquirir poder; después de ello parece haber improvisado sus ideas sobre la marcha. Sin embargo, pasados algunos años se hizo evidente que el fascismo tal como Mussolini intentó ponerlo en práctica implicaba ciertos principios básicos:

a. Nacionalismo extremo

b. Un sistema de gobierno totalitario

c. Un estado monopartita era esencial. El fascismo

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