ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EL FASCISMO

ramiro11sep15 de Octubre de 2012

2.948 Palabras (12 Páginas)346 Visitas

Página 1 de 12

EL FASCISMO

1. ANTECEDENTES HISTORICOS

En principio se habla de fascismo para referirse al movimiento político de Benito Mussolini, pero no fue el único partido con ideas fascistas en Europa. Uno de los primeros modelos fascistas, aunque aún sin ese nombre, lo creó en Francia, a comienzos del siglo XX, el escritor Charles Maurras, con su partido Acción Francesa y su grupo de choque juvenil, al que llamó los Camelots du Roi y se sustentaba en una ideología ultranacionalista, católica y antisemita.

A finales del siglo XIX empezó a tomar cuerpo en Italia una ideología nacionalista ultraconservadora que se denominó fascio. Tras la Primera Guerra Mundial, el país estaba empobrecido, el gobierno era débil y había muchos resentimientos porque Italia no estaba de acuerdo con las conclusiones del Tratado de Versalles.

En 1919, Benito Mussolini tras el descontento popular fundó el Partito Nazionale Fascista (PNF), caracterizado por su oposición a las ideologías políticas liberales y al comunismo. Mussolini fue reuniendo partidarios, hasta que, en 1922, obligó al rey de Italia, Víctor Manuel III, a entregarle el poder, que detentó con el título de Duce.

Las ideas fascistas o similares tuvieron eco en casi todos los países europeos y algunos sudamericanos, como Argentina de la mano del general Juan Domingo Perón. Sobre todo en Alemania y en menor medida en España, donde cobraron importancia organizaciones de corte fascista como el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán y la Falange Española respectivamente.

Mussolini captó voluntades entre los jóvenes a través de la agrupación de los camisas negras, así como Adolf Hitler tuvo sus camisas pardas, como continuidad del modelo de Maurrás. Los despliegues de masas, organizados y disciplinados, formaron parte de la liturgia fascista en Italia, Alemania y Grecia.

2. CONCEPTO

Fascismo (del italiano fascio, haz, fasces, a su vez del latín fasces, pl. de fascis) es una ideología y un movimiento político que surgió en la Europa de entreguerras (1918-1939) en oposición tanto a la democracia liberal (el sistema político que representaba los valores de los vencedores en la Primera Guerra Mundial, como Inglaterra, Francia o Estados Unidos, a los que considera "decadentes") como al movimiento obrero tradicional (anarquista o marxista). Radicalmente contrario a ambos, el Fascismo se presenta como una Tercera Vía.

El fascismo exalta la idea del estado frente a la de individuo o clase; suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único y los localismos en beneficio del centralismo. El fascismo italiano logró la unidad y adhesión voluntaria de la población.

3. DEFINICION

El fascismo es una ideología política fundamentada en un proyecto de unidad monolítica denominado corporativismo, por ello exalta la idea de nación frente a la de individuo o clase; suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único y los localismos en beneficio del centralismo; y propone como ideal la construcción de una utópica sociedad perfecta, denominada cuerpo social, formado por cuerpos intermedios y sus representantes unificados por el gobierno central, y que este designaba para representar a la sociedad.

Para ello el fascismo inculcaba la obediencia de las masas (idealizadas como protagonistas del régimen) para formar una sola entidad u órgano socioespiritual indivisible. El fascismo utiliza hábilmente los nuevos medios de comunicación y el carisma de un líder dictatorial en el que se concentra todo el poder con el propósito de conducir en unidad al denominado cuerpo social de la nación.

El fascismo se caracteriza por su método de análisis o estrategia de difusión de juzgar sistemáticamente a la gente no por su responsabilidad personal sino por la pertenencia a un grupo. Aprovecha demagógicamente los sentimientos de miedo y frustración colectiva para exacerbarlos mediante la violencia, la represión y la propaganda, y los desplaza contra un enemigo común (real o imaginario, interior o exterior), que actúa de chivo expiatorio frente al que volcar toda la agresividad de manera irreflexiva, logrando la unidad y adhesión (voluntaria o por la fuerza) de la población. La desinformación, la manipulación del sistema educativo y un gran número de mecanismos de encuadramiento social, vician y desvirtúan la voluntad general hasta desarrollar materialmente una oclocracia que se constituye en una fuente esencial del carisma de liderazgo y en consecuencia, en una fuente principal de la legitimidad del caudillo. El fascismo es expansionista y militarista, utilizando los mecanismos movilizadores del irredentismo territorial y el imperialismo que ya habían sido experimentados por el nacionalismo del siglo XIX. De hecho, el fascismo es ante todo un nacionalismo exacerbado que identifica tierra, pueblo y estado con el partido y su líder.

4. DESARROLLO DEL TEMA

4.1. Razón, voluntad y acción

Las conexiones del fascismo con movimientos intelectuales fue atractiva para muchas personalidades destacadas: italianos como Gabriele D'Annunzio, Filippo Tommaso Marinetti, Curzio Malaparte o Luigi Pirandello; alemanes como Martin Heidegger, Ernst Jünger, Carl Schmitt, Wilhelm Furtwängler o Herbert von Karajan; franceses como Robert Brasillach, Louis-Ferdinand Céline o Pierre Drieu La Rochelle; españoles como Ernesto Giménez Caballero, Dionisio Ridruejo, Pedro Laín Entralgo, Eugenio D'Ors o Agustín de Foxá; noruegos como Knut Hamsun, rumanos como Mircea Eliade; y estadounidenses como Ezra Pound. En concreto en el caso de Alemania, ocurrió con tópicos culturales como el del superhombre de Nietzsche, o incluso con las ciencias que justificaban el racismo, la eugenesia y el darwinismo social. La ciencia misma fue un principal objeto de consideración, encuadrada y subordinada de forma totalitaria al Estado y al Partido.

El fascismo exalta los valores de la virilidad, la camaradería y el compañerismo de los hermanos de armas, todo ello en sintonía con algunas tradiciones militaristas existentes en todos los ejércitos. Serían los casos del ejército alemán, el japonés y los llamados militares africanistas españoles.

4.2. Motivos del surgimiento

Una característica de los países donde triunfaron los movimientos fascistas fue la reacción de humillación nacional por la derrota[6] en la Primera Guerra Mundial (se ha utilizado la expresión nacionalismo de vencidos), que impulsaba a buscar a los responsables de la derrota (caso de Alemania), o la frustración de las expectativas no cumplidas (caso de Italia, defraudada por el incumplimiento del Tratado de Londres). En ambos casos, la indignación de los pueblos se manifestaba, en el plano internacional, en contra de la soberbia de los vencedores (como Inglaterra, Francia o Estados Unidos); mientras que en el plano interno se manifestaba la indiganción popular contra parte del movimiento obrero (sindicalistas, anarquistas, comunistas, socialistas) y el peligro real de una revolución comunista o incluso una Conspiración Judeo-Masónico-Comunista-Internacional. También se veía como opuesta a los intereses del Estado, al capitalismo, la banca, la bolsa, la Sociedad de Naciones y el movimiento pacifista. Sobre todo en el caso alemán, se insistía en la convicción de que la postración se debía a una traición que le ha humillado y sometido a una condición injusta.

4.3. Componente social

La componente social del fascismo pretende ser interclasista y antiindividualista: niega la existencia de los intereses de clase e intenta suprimir la lucha de clases con una política de sindicato vertical y único en que tanto trabajadores como empresarios obedezcan las directrices superiores del gobierno. Tal es el corporativismo italiano o el nacionalsindicalismo español. El nacionalismo económico, con autarquía y dirección centralizada se adaptaron como en una economía de guerra a la coyuntura de salida de la crisis de 1929.

4.4. Tercera Posición

Según la doctrina tercerposicionista, el fascismo no es de izquierda ni de derecha, ni capitalista ni comunista, ya que el fascismo sería una idea totalmente original.

El fascismo y otros movimientos afines apelaban al sentimiento popular y las masas como las protagonistas del régimen, especialmente por la virilidad exaltada en el trabajo manual y obrero; a pesar de ello no reconocía la libertad de asociación por motivos de clase sino la identificación de los trabajadores como seguidores del Estado.

La idea de Mussolini era usar a los capitalistas industriales para implantar en conjunto con el gobierno el corporativismo nacionalista. El corporativismo -proyecto político del fascismo- haría que todos los sectores de la sociedad deban integrarse y trabajar unificadamente al mando del gobierno.

4.5. Origen de sus líderes

Mussolini, antes del término de la Primera Guerra Mundial, era un importante ideólogo obrerista y militante socialista. El origen social de los líderes fascistas en distintas partes de Europa fue muy diferente: a veces aristocrático (Starhemberg, Mosley, Ciano), a veces proletario (Jacques Doriot y el PPF francés); muchas veces militares (Franco, Pétain, Vidkun Quisling, Szálasi, Metaxas), o juristas (José Antonio Primo de Rivera, Ante Pavelic, António de Oliveira Salazar). Los casos más destacados, los propios Hitler y Mussolini, eran fuertes personalidades. Sus militantes salían de entre los estudiantes (muy abundantes en la Guardia de Hierro rumana o el rexismo belga), de los pequeños propietarios campesinos, de los desempleados urbanos, de la clase media empobrecida o amenazada por la crisis y atemorizada por el miedo al comunismo y al desorden público y también

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (20 Kb)
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com