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ESTADO NACIONAL Y CIUDADANÍA – REINHARD BENDIX.


Enviado por   •  18 de Octubre de 2016  •  Resúmenes  •  16.038 Palabras (65 Páginas)  •  352 Visitas

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ESTADO NACIONAL Y CIUDADANÍA – REINHARD BENDIX

Relaciones de autoridad tradicionales
John Stuart Mill brinda una imagen de la ideología aristocrática tradicional:
A los pobres no debe exigírseles que piensen., ni que sus reflexiones influyan para determinar su destino. Es deber de las clases superiores pensar por ellos y hacerse responsables de su suerte. Para cumplir esta función las clases superiores deben prepararse e inculcar a los pobres confianza. Tocqueville señala que los aristocratas y los servidores llegan a sentirse fuertemente identificados, pese a la inmensa distancia social que los separa. La
voluntad egoísta de unos y el servilismo de los otros pueden convertir en una parodia la responsabilidad del amo y la obediencia y respeto de sus servidores.
Cada comunidad de campesinos pertenece a la jurisdicción de su señor, cada grupo de artesanos a la de su guilda, por consiguiente los campesinos solo participan indirectamente en la politíca medieval, por lo general cuando su señor los convoca en calidad de subditos para ayudarlo en sus empresas militares.
La retorica tradicional de la autoridad que describen Mill y Tocqueville corresponden a esa relación intrajurisdiccional y patrimonial de amos y súbditos, de señores y servidores.
Las sociedades de la Europa medieval excluían a la mayoría de personas del ejercicio de derechos públicos que dependen de la concesion de inmunidades lo cual en una epoca en que la autoridad para ejercer funciones de gobierno es sinónimo de acción política equivale a exclusión de la participación política.
El milenarismo medieval rechaza la comunidad religiosa vigente y pone sus ojos en un mundo venidero de absoluta bondad
Otro tipo de agitación social es el bandolerismo. Ej. Hobsbawm lo caracteriza como bandolerismo social, se trata de una reacción secular y conservadora frente a poderes superiores concebidos como una interferencia extraña. El bandolerismo social puede tomar un sesgo populista o conservador. Casos: Robin Hood y la mafia.
Otro tipo de agitación social es el legitimismo populista consiste en la protesta violenta contra las condiciones existentes con

el propósito de volver a, a un orden establecido.
Los llamamientos del legitimismo populista y las pretensiones de los déspotas ilustrados de ser padres del pueblo.
La estructura política
En su estudio de la revolución francesa Tocqueville muestra como el anciano régimen destruyo la pauta de la vida política medieval, concentrando el poder en manos del rey y sus funcionarios y despojando a los diversos fueros autónomos de sus funciones judiciales y administrativas.
Este autor sostiene que en las sociedades medievales de Europa occidental la desigualdad es una condición universalmente aceptada de la vida social.
Tocqueville alentó a sus contemporáneos para la creación de una nueva sociedad que solo sería factible si los hombres cambiaran su amor por la igualdad y la libertad con su amor por el orden y la religión.
Como en épocas de igualdad ningún hombre es compelido a prestar asistencia a sus semejantes y nadie tiene derecho a esperar mucho de ellos todos son a la vez independientes e impotentes. Estas condiciones no deben considerarse por separado ni confundirse, inspiran al ciudadano de un país democrático muy opuestas inclinaciones.
Afirma que el sistema de desigualdad establecido en la sociedad medieval se había caracterizado por una aceptación reciproca de obligaciones y derechos y que este sistema había sido aniquilado por el anciano régimen al centralizar las funciones gubernamentales.
Es el estado el que ha rescatado al niño del dominio patriarcal y la tiranía familiar; el que ha liberado al ciudadano de los grupos feudales y más tarde de los comunales; el que ha emancipado al artesano ya su maestro de la tiranía del gremio.
Dice Tocqueville que la división de las ideas igualitarias destruye las realidades e ideales de la relación entre los aristócratas y sus servidores. Y esto propicia la crisis entre los señores feudales y los siervos.
Cuando esto se da el señor, en la secrecía espiritual, sigue considerándose superior, pero no lo proclama y en consecuencia su autoridad en relación con los servidores se expresa con timidez.
El servidor por su parte se revela en lo hondo de su alma contra la subordinación a la que ha estado sometida y de la que ha extraído beneficios.
Es en estados unidos donde los servidores consideraban a sus amos como iguales pese a la diferencia en riqueza y status y donde en lugar de lealtad personal se atenían a las obligaciones contractuales.
La preocupación del servidor, según Tocqueville, es la conciencia de sus derechos y reclamos no reconocidos por los poderes vigentes. Desde el punto de vista legal el servidor es igual a su señor, pero desde lo económico está subordinado a él. El problema es la existencia de una supuesta igualdad como ciudadano y la desigualdad que plantea su dependencia económica. de ahí que la protesta contra la sujeción económica adopte un carácter político en la medida en que los servidores consideran a quien les imparte órdenes COMO UN INJUSTO USURPADOR DE SUS DERECHOS.

HISTORIA DE LA TEORÍA POLITICA – GEORGE H. SABINE

XVIII. MAQUIAVELO.

El fracaso que sufrió el partido conciliar en el empeño de implantar en la iglesia los principios y la práctica del constitucionalismo medieval se anticipó solo en una o dos generaciones a un retroceso general de las instituciones representativas en el estado. Y la resurrección del absolutismo papal a mediados del siglo XV, tuvo su paralelo en un tremendo desarrollo del poder monárquico en casi toda la Europa Occidental. En todos los reinos creció el poder regio a expensas de las instituciones rivales –nobleza, parlamentos, ciudades libres o clero- y en casi todos los países el eclipse del sistema representativo medieval fue permanente. 
El poder político, se condenso rápidamente en manos del monarca que, fue el principal beneficiario de la creciente unidad nacional. La concepción de un soberano que es la fuente de todo poder político paso a ser en el siglo XVI una forma común de pensamiento político. 
A fines del siglo XV los cambios económicos dieron por resultado una acumulación de efectos que equivalía a una remodelación revolucionaria de las instituciones medievales, en su organización económica y política efectiva, era casi enteramente local. Esto era una consecuencia inevitable de las limitaciones de los medios de comunicación. Un territorio política grande no era gobernable sino por una especie de federalismo que dejaba a las unidades locales un grado muy amplio deindependencia. El comercio también era principalmente local, consistía en una serie de mercancías determinadas que circulaban por unas rutas fijas para desembocar en puertos y mercados monopolizados. 
Ni la libertad de movimientos ni el uso de moneda estaban muy generalizados en el siglo XIV.
La continuación de un comercio monopolizado y controlado localmente en la forma en que se encontraba este era absoluto incompatible con todo intento serio de ampliar de modo considerable la facilidad de las comunicaciones. La ventaja económica paso de las rutas fijas y los mercados monopolizados a la libertad. 
Los mayores beneficios iban a parar al “mercado aventurero”, que estuviera dispuesto a aprovechar las ventajas ofrecidas por cualquier mercado, tuviera capital que emplear e sus negocios y pudiera comerciar en cualquier mercancía que ofreciese la posibilidad de grandes rendimientos. Ese tipo de comerciante, que dominaba los mercados, pudo conseguir, cada vez en mayor grado, el control de la producción, y estaba enteramente fuera de la potestad de los gremios y ciudades.
En el siglo XVI todos los gobiernos monárquicos habían adoptado una política consciente de explotación de los recursos nacionales, de fomento del comercio tanto interior como exterior y de desarrollo del poder nacional. 
Esos cambios económicos tuvieron consecuencias sociales y políticas profundas. Por primera vez desde la caída del imperio romano, la sociedad europea tenía una clase considerable de hombres que poseían dinero y espíritu de empresa. Por razones obvias,esa clase era el enemigo natural de la nobleza y de todas las divisiones y desordenes fomentados por los aristócratas. Sus intereses necesitaban de un gobierno “fuerte” tanto en el país como fuera de él y de ahí que su aliado natural fuera el rey. 
Esa nueva clase de adinerados no podía aspirar aun a dominar el parlamento frente a la influencia de la nobleza. 
Desde todos los puntos de vista la burguesía consideraba que le era ventajosa la concentración del poder militar y la administración de justicia en el mayor grado posible en manos del monarca. El poder regio llego a ser arbitrario y opresor pero el gobierno de los príncipes era mejor que nada de lo que pudiera ofrecer en este aspecto la nobleza feudal. 

El Absolutismo Moderno

En los años iniciales del siglo XVI la monarquía absoluta había llegado a ser el tipo predominante del gobierno de la Europa occidental. Se registraba un enorme fracaso de las instituciones medievales, ya que la monarquía absoluta se basaba con entera franqueza en la fuerza. 
La monarquía absoluta derroco el constitucionalismo feudal y las ciudades-estados libres, en los que se había basado en gran parte la civilización medieval, del mismo modo que posteriormente el nacionalismo derroco la legitimidad dinástica a la que había dado origen la monarquía absoluta. La iglesia, la más característica de todas las instituciones medievales, fue presa de la monarquía o de las fuerzas sociales en que esta se apoyaba. 
Débiles y ricos a la vez, los monasterios fueron expropiados igualmente por lasmonarquías protestantes y las católicas, con objeto de proporcionar riqueza a una nueva clase media que constituía la principal fuerza de la monarquía. Los gobernantes eclesiásticos fueron sometidos al control real y por último desapareció la autoridad jurídica de la iglesia. El sacerdotium se desvaneció como potestad independiente y la iglesia paso a ser una asociación voluntaria o un socio del gobierno nacional. 
El desarrollo de la monarquía absoluta, se produjo en casi todos los países de la Europa occidental. 
Cambios catastróficos, ocurridos en toda Europa produjeron como cosa natural otros cambios paralelos en la teoría política. Y en los años iniciales del siglo XVI, ese cambio se resume en la difícil figura de Maquiavelo. Ningún hombre de su época vio con tanta claridad la dirección que estaba tomando en toda Europa la evolución política. Aunque escribe en vísperas de la Reforma protestante, casi no se da cuenta del papel que había de desempeñar la religión en la política delos dos siglos siguientes. Adoctrinado como estaba por el renacimiento pagano en Italia, era incapaz, por educación y por temperamento, de captar los ideales constitucionales y morales que la política europea había de tomar de la Edad Media.


Italia y el Papa

En Italia las fuerzas de un nuevo sistema comercial e industrial habían sido habían sido especialmente destructoras de las instituciones antiguas, pero por razones implícitas en la situación política, las fuerzas constructivas estaban más neutralizadas y retardadasque en otros países.
Los italianos sufrían todas las degradaciones y opresiones consecuencia de la tiranía con pocas de las compensaciones que esta pudiera ofrecer, y las divisiones entre los tiranos italianos dejaban el país como presa al alcance de las manos de franceses, españoles y alemanes. Como la mayor parte de los italianos de su época, Maquiavelo consideraba que la iglesia era especialmente responsable de tal estado de cosas. Demasiado débil para unir a Italia, el papa era, sin embargo, suficientemente fuerte para impedir que ningún otro gobernante la uniera, en tanto que sus relaciones internacionales le hacían ser el iniciador de la viciosa política de invitar a la intervención extranjera. Esa es la razón de la amarga ironía que emplea Maquiavelo al atacar con frecuencia a la iglesia. 
La sociedad y la política italianas, tal como las concebía Maquiavelo, son un ejemplo peculiar de un estado de decadencia institucional. Era una sociedad presa de la peor corrupción política y la más baja degradación moral. Las instituciones cívicas antiguas estaban muertas. La crueldad y el asesinato se habían convertido en procedimientos normales de gobierno. Fue un periodo al que era justo calificar de “bastardos y aventureros”. 
Maquiavelo es acusado, el teórico político del “hombre sin amo” de una sociedad en la que el individuo se encuentra solo, sin más motivos ni intereses que los proporcionados por su propio egoísmo. 


Lo que interesa a Maquiavelo

Sus obras políticas más importantes fueron El príncipe ylos Discursos sobre la década de Tito Livio. Ambos libros presentan aspectos del mismo problema: las causas del auge y decadencia de los estados y los medios por los cuales puedan os estadistas hacer que perduren. 
Ambas obras presentan por igual las cualidades por las que se conoce especialmente a Maquiavelo, como la indiferencia por el uso de medios inmorales para fines políticos y la creencia en que el gobierno se basa en gran parte en la fuerza y la astucia. Lo que no aparece en El Príncipe es su auténtico entusiasmo por el gobierno popular del tipo de que es ejemplo la republica romana, pero que Maquiavelo consideraba impracticable en la Italia de la época en que escribía. 
Los escritos diplomáticos, así como las obras de Maquiavelo, tienen mérito y defectos característicos. 
Las medidas políticas y militares son casi el único objeto de su interés, y las separa casi por completo de toda consideración religiosa, moral y social, salvo en la medidas. en que estas afectan a los expedientes políticos. 
La mayor parte de su obra no es tanto inmoral cuanto amoral. Se limita a abstraer la política de toda otra consideración y escribe acerca de ella como si fuera un fin en sí.

Indiferencia moral

Según Maquiavelo existe una separación entre conveniencia política y la moralidad. Además de un odio común hacia el papado en cuanto causa de la desunión italiana, que Maquiavelo compartía con Marsilio, ambos hombres tuvieron ideas sustancialmente similares respecto a la utilidad política que, como consecuenciasecular, debe tener la religión. El secularismo de Maquiavelo va, sin embargo, mucho más allá que el de Masilio y está libre de tos los argumentos sofísticos impuestos por la doble verdad. Marsilio defendía la autonomía de la razón haciendo ultramundana la moral cristiana, Maquiavelo la condena por ser ultramundana. 
Maquiavelo no era indiferente a los efectos que, debió a su acción sobre la masa de la humanidad. Producen la moral y la religión sobre la vida social y política. Sancionaba el uso de los medios inmorales por parte de los gobernantes para conseguir una finalidad pero nunca dudo de que la corrupción moral de un pueblo hace imposible el buen gobierno. 
La indiferencia de Maquiavelo por la moralidad ha sido presentada a veces como ejemplo de imparcialidad científica, pero tal juicio parece excesivo. Maquiavelo no era imparcial, lo que ocurría es que no le interesaba sino un fin, el poder político, y era indiferente a todos los demás.
Del mismo modo es equivoco sostener, como han hecho algunos autores, que Maquiavelo seguía un método “histórico” porque sus ejemplos están tomados con frecuencia del pasado. Utilizaba la historia lo mismo que utilizaba sus propias observaciones para dar ejemplos o apoyar una conclusión a la que había llegado sin referencia alguna a la historia. En cierto sentido es decididamente ahistórico. 
Su método, hasta el punto en que tiene alguno, es la observación guiada por la astucia y el sentido común. 
Maquiavelo no desarrollo sus teorías políticas de modo sistemático, sino en forma deobservaciones acerca de situaciones determinadas. 
Maquiavelo no tenía mucho interés en la filosofía ni se inclinaba demasiado a hacer generalizaciones que fuesen más allá de unas máximas útiles al estadista. A veces se limitó a exponer sus principios y otras los da sencillamente por sentados, prácticamente nunca intento dar ninguna prueba de ellos. 

Egoísmo universal

Tras casi todo lo que dijo Maquiavelo acerca de la politica practica estaba el supuesto de que la naturaleza humana es esencialmente egoísta y de que los motivos reales en los que tiene que apoyarse un estadista, son de ese carácter. 
Los hombres se encuentran siempre en situación de lucha y competencia que amenaza con degenerar en anarquía abierta a menos que les limite la fuerza que hay tras el derecho, en tanto que el poder del gobernante se basa en la misma inminencia de la anarquía y en el hecho de que la seguridad solo es posible cuando el gobierno es fuerte.
Hace observar a menudo que los hombres son, por lo general, malos y que el gobernante prudente debe basar su política en ese supuesto. Insiste sobre todo que el gobierno que quiera tener éxito debe aspirar ante todo a la seguridad de la propiedad y la vida, ya que estos son los deseos más universales que hay en la naturaleza humana. 
A Maquiavelo le preocupa el hecho de que su predominio en Italia representa un síntoma de decadencia social. 
En Italia el problema consiste en fundar un estado en una sociedad corrompida y Maquiavelo estaba convencido de que en talescircunstancias no era posible ningún gobierno eficaz, salvo la monarquía absoluta. 
Sin embargo, aparte de la corrupción moral, la agresividad natural de la naturaleza humana hace de la lucha y la competencia rasgos normales de toda sociedad. 

El legislador omnipotente

Un segundo principio general, que Maquiavelo da continuamente por supuesto, es la suprema importancia que tiene que ser fundado por un solo hombre y las leyes y el gobierno por el creados determinan el carácter nacional de su pueblo. La virtud moral y cívica surge de la ley y, cuando una sociedad se ha corrompido, no puede nunca reformarse por sí misma, sino que tiene que tomarla en sus manos un legislador que pueda restaurarla a los sanos principios establecidos por su fundador. 
Maquiavelo pensaba en la totalidad de la constitución moral o social de un pueblo, que a su juicio deriva de la ley y de la sabiduría y previsión del legislador. 
El legislador es el arquitecto, no solo del estado sino también de la sociedad con todas sus instituciones morales, religiosas y económicas.
Todas las circunstancias de su tiempo conspiraban para hacerle ver en un gobernante absoluto el árbitro del destino de una nación. La lógica de su propia filosofía política pesaba mucho en la misma dirección. Porque si los individuos humanos son por naturaleza radicalmente egoístas, el estado y la fuerza, que hay tras el derecho tienen que ser el único poder que mantenga unida a la sociedad, las obligaciones morales tienen que derivar en último término de la ley y delgobierno. 
No hay dudad que Maquiavelo admiraba por temperamento al tipo de gobernante lleno de recursos aunque fuera falto de escrúpulos, ni de que tenía una profunda desconfianza por las medias tintas en política, que creía, con razón, debidas con más frecuencia a la debilidad que a los escrúpulos morales. 

Republicanismo y Nacionalismo

La conservación del estado, a diferencia de su fundación, depende de la excelencia de sus leyes, ya que estas son la fuente de todas las virtudes cívicas de sus ciudadanos. Aun en una monarquía, la condición primera del gobierno estable es la de que este regulado por la ley. Maquiavelo subraya la necesidad de que haya remedios legales para impedir la violencia ilegal y señala los peligros políticos de la conducta ilegal de los gobernantes y la locura de embarcarse en políticas vejatorias, y encaminadas a causar molestias a los súbitos. Se pronunció en favor de una libertad general de proponer medidas encaminadas al bien público y de la libertad de discusión, con objeto de que se pudiera oír en todas las cuestiones a ambas partes antes de adoptar una decisión. Creía que el pueblo tiene que der independiente y fuerte. Maquiavelo no puede dudarse de que estimaba el gobierno liberal y sujeto a las leyes. 
Junto con la repugnancia que siente Maquiavelo por la nobleza, se encuentra su odio hacia los soldados mercenarios. Como sabia por observación propia, las tropas mercenarias y los auxiliares extranjeros son igualmente ruinosos para el gobernante que tiene que apoyarse enellos. Agotan su tesoro y casi invariablemente le abandonan en los momentos de necesidad.
Tras la creencia de Maquiavelo en el ejército de ciudadanos y su odio por la nobleza, se encontraba el único sentimiento que mitigaba el cinismo de sus opiniones políticas: el patriotismo nacional y el deseo de unificación de Italia y de liberar a esta de los desórdenes internos y los invasores extranjeros. Afirmaba con absoluta franqueza que el deber para con la patria supera a todos los demás deberes y a todos los escrúpulos. 
Pero aunque la esperanza de paz y unidad en Italia fueses un motivo verdadero del pensamiento de Maquiavelo, era más bien un sentimiento que un plan definido. 

Penetración y deficiencias 

A la historia moderna se le ha presentado como un cínico total, un patriota apasionado, un nacionalista ardiente, un jesuita político, un demócrata convencido y un adulador carente de escrúpulos que buscaba el favor de los déspotas.
Era acaso demasiado práctico para ser profundo filosóficamente, pero en la política pura y simple fue, de todos sus contemporáneos, el que tuvo la mayor amplitud de visión y la penetración más clara de lo que era la tendencia general de la evolución europea. Maquiavelo concebía los factores morales, religiosos y económicos de la sociedad como fuerzas que un político inteligente pueda utilizar en provecho del estado o incluso crear en interés del estado, y ello no solo invierte por completo un orden normal de valores, sino que invierte también el orden usual de eficacia causal.

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