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Ecuador y el 30 de septiembre


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2013  •  Trabajos  •  2.174 Palabras (9 Páginas)  •  276 Visitas

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Ecuador y el 30 de septiembre

Escrito por Roberto Andrade Malo

Roberto Andrade Malo: "Parece claro que lo que hubo fue una huelga policial y no un intento de golpe." *

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El 30 de septiembre la Policía Nacional se sublevó, negándose a cumplir con su labor de mantener el orden y la seguridad en Ecuador.

En la mañana, efectivos de la fuerza policial se amotinaron dentro de sus cuarteles y se tomaron algunas vías alrededor del país en protesta a la Ley de Servicio Público aprobada la noche anterior. Esta permite al Ministerio de Relaciones Laborales fijar sus remuneraciones, así como les quita condecoraciones por años de servicio y canastas navideñas[1]. Frente a esta situación, el Presidente acudió al Regimiento Norte en Quito para dirigirse directamente a los insubordinados. Aquí, insistió en que su política beneficiaba a los policías, y ante los abucheos se mostró aún más tajante en su posición, al aflojarse la corbata y exclamar: “si me quieren matar, ¡mátenme!”. A los pocos minutos de esta frase, el gas disparado dentro del regimiento le provocó al Presidente un cuadro de asfixia, por lo que fue trasladado al Hospital Policial, el más cercano.

Ya en el hospital, fue atendido y durante toda su estadía se mantuvo en contacto telefónico, recibió a gente e incluso autorizó que se declare estado de excepción por 5 días (cuyas aplicaciones concretas no se precisaron). Al caer la noche, en vista de que el Hospital estaba rodeado por policías sublevados, se había preparado una vía de salida con protección que garantizaba la integridad del mandatario, pero éste prefirió aguardar al operativo militar que terminó en un cruce de balas, con muertos y heridos, frente a la casa asistencial. Según una paciente, Correa había manifestado que él debía salir “con la frente en alto”[2].

Parece claro que lo que hubo fue una huelga policial y no un intento de golpe. Por definición, todo golpe de Estado involucra tomar el poder político mediante medidas de hecho. En Ecuador no sucedió esto: el Presidente mantuvo sus facultades (tanto así que declaro el estado de excepción), y ninguna persona o grupo intentó o siquiera dejo vislumbrar intenciones de asumir el poder. Históricamente, los presidentes ecuatorianos han caído al perder el respaldo de las fuerzas armadas, lo que tampoco pasó en este caso.

Entonces, ¿cómo se confunde motín con golpe? Pareciere que la respuesta se encuentra en el aparato de comunicación que ha creado el Gobierno: pocas horas tras iniciado el paro, ya se había ordenado el enlace de toda radioemisora y estación televisiva con el canal del Estado y la radio pública. Estos últimos se destacaron por su manejo unilateral de la información, y el desfile de funcionarios públicos que presentaron a su obligada audiencia, efectivamente cercenando el derecho a la libertad de expresión y de prensa.

Adicionalmente, lo que en otros lugares pudiere haber sido simplemente una interrupción de la actividad policial, en Ecuador resultó en inseguridad generalizada, ya que desde hace más de un año el actual gobierno ha impulsado una serie de medidas que disminuyen las iniciativas privadas de seguridad [3].

A final de cuentas, pareciere que el saldo para el oficialismo es positivo, ya que tras presentar el motín como un ataque de las oligarquías y la oposición a la Revolución Ciudadana durante una cadena indefinida e ininterrumpida, la aprobación del Presidente ha aumentado en un 10% en las encuestas. Por otro lado, el saldo para los hombres y mujeres del Ecuador es un negativo absoluto: 13 muertos, 193 heridos, una institucionalidad aún más debilitada, un irrespeto frontal al Estado de Derecho y a la libertad de expresión y, por si fuera poco, largas horas de saqueos.

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Un año después de ocurrido, el sangriento incidente en el Hospital Militar de Quito sigue dividiendo a la sociedad ecuatoriana. Al igual que el presidente Rafael Correa, la mayoría de los ciudadanos cree que se trató de un intento de golpe de Estado.

Por Mauro Tomasini

Sin embargo, hay quienes, entre ellos periodistas prestigiosos, sostienen que el Gobierno es el culpable del baño de sangre y califican de dictador al presidente electo de forma democrática.

El 30 de septiembre del 2010 surgió una crisis política en Ecuador, debido a la aprobación de la llamada Ley de Servicio Público, con la que se provocaba la desaparición de una serie de beneficios salariales para algunos departamentos del sector público.

Aprobada la ley, la Policía Nacional de Ecuador decidió convocar una huelga, a la que se sumó un sector de la Fuerza Aérea Ecuatoriana en el Regimiento Quito. Al saber de la noticia, el presidente Rafael Correa se dirige al lugar de los hechos. A partir de ese momento se comienzan a suceder diversos altercados.

En el Regimiento Quito se produce el discurso del Presidente, televisado por todas las cadenas, debido a la orden del Gobierno de instaurar “cadena nacional”, es decir, que todas las cadenas emitan la señal del canal público. Después, el mandatario se trasladó al Hospital de la Policía, colindante al lugar de los hechos, que fue rodeado por policías que se manifestaban. Se declaró el estado de excepción, ya que el Presidente alegó un intento de “golpe de Estado” perpetrado por la oposición, liderada por el ex presidente Lucio Gutiérrez”.

La situación actual

La verdad judicial que se espera en Ecuador se posterga. Aún quedan por resolver no sólo los hechos acontecidos el 30-S, sino también las diez muertes perpetradas durante la insubordinación. Unas causas parecen avanzar más que otras, como la que atañe al diario El Universal, cuyos directores y columnista de opinión, Emilio Palacio, fueron condenados a tres años de prisión y a 40 millones de dólares en beneficio de Rafael Correa. El veredicto repudia el artículo publicado por el columnista, quien escribió un artículo que supuso “una injuria grave a la autoridad”, tal como alegó el presidente Correa en su querella. En su columna, Palacio habló consecuentemente de una dictadura, calificó a Correa como ‘El Dictador’ y lo acusó de crímenes de lesa humanidad.

Un año después, aún se debate si realmente se perpetró una intentona golpista en Ecuador. En entrevista concedida a Radio Nederland, el presidente ecuatoriano recalca que “tal y como señalan las

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