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Educacion


Enviado por   •  15 de Marzo de 2013  •  1.676 Palabras (7 Páginas)  •  270 Visitas

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LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS: LA PROPUESTA EDUCATIVA DE VASCONCELOS.

Meneses Morales, Ernesto (1986). “El debate nacional sobre el proyecto de Vasconcelos” y “La cruzada educativa de José Vasconcelos”, en Tendencias educativas oficiales en México 1911-

1934. México. CEE. pp. 294-301 y 311- 320.

LA CAMPAÑA CONTRA EL ANALFABETISMO

Al mismo tiempo que Vasconcelos llevaba adelante la campaña política para crear la Secretaría de Educación Pública, emprendió otra actividad importante: la cruzada contra el analfabetismo, iniciada en junio 20 de 1920, apoyada con gran entusiasmo por maestros, pero sobre todo por maestras.

Las condiciones de la cruzada: crear un cuerpo de profesores honorarios de educación elemental, formato por personas de ambos sexos que hubieran cursado como mínimo el tercer año de la primaria. La Universidad abriría un registro en el cual se inscribirían todos los habitantes del país que reunieran las condiciones establecidas en el párrafo anterior, y que desearan dedicarse a la enseñanza de la lectura y escritura, de modo voluntario y gratuito. La Universidad otorgaría un diploma a favor del inscrito que lo acreditaría como profesor numerario de educación elemental. Serían obligaciones de éste dar por lo menos una clase semanaria de lectura y escritura a dos o más personas, ya en su propio domicilio, ya en cualquier otro local donde fuere posible. Comenzarían sus clases hablando sobre el aseo y dando consejos elementales sobre la higiene, la respiración, el alimento, el vestido, el ejercicio.

Los profesores honorarios llevarían a sus alumnos, una vez que lo estimaran conveniente, ante los profesores e inspectores oficiales, a fin de que los examinaran y, en su caso, les expidieran certificado de saber leer y escribir. El profesor honorario que hubiera presentado a examen con éxito a más de 100 alumnos, recibiría de la Universidad Nacional de México un diploma que certificara este hecho. Dicha institución daría preferencia, para los empleos en todas sus dependencias, a las personas que acreditase que habían enseñado a leer y escribir a más de 100 alumnos. En las demás dependencias del gobierno federal y los estados, se daría preferencia a la solicitud de empleo a favor de las personas que hubieran presentado este certificado.

Julián Carrillo, averiguó hasta qué grado los estados habían apreciado la importancia de la campaña contra el analfabetismo, y notó con pena que la mayoría de los ciudadanos no había tomado en cuenta un asunto de tamaña trascendencia.

Carrillo proponía a Vasconcelos: primero, dirigir una serie de oficios a todos los periódicos de la República, con la invitación para hacer propaganda a favor de la campaña; segundo, comisionar a un ciudadano en cada una de las manzanas de las ciudades, villas, aldeas y pueblos a fungir de director de manzana, y así poder seleccionar a los profesores honorarios; tercero recomendar que los jefes de manzana fueran los ciudadanos más caracterizados y que el gobernador mismo lo fuera de su respectiva manzana; cuarto, extender nombramientos universitarios a todos los directores o jefes de manzana y quinto autorizar que en cada manzana, cuando ya no hubiera más analfabetos, el jefe de la misma levantara una bandera blanca.

Vasconcelos autorizó inmediatamente la realización del plan y se proponía, al mismo tiempo, fomentar el sentimiento nacionalista.

Dos preocupaciones fundamentales de Vasconcelos saltan a la vista en este juramento: La búsqueda de

unidad, antecedente necesario de la identidad nacional y la promesa de luchar sin descanso contra el analfabetismo.

El universal (abril 14 de 1921) reportaba que en vista de las alarmantes condiciones de la instrucción en el país, y ante el espectáculo de que el número de analfabetos crecía en vez de disminuir, se decidió a dar un vigoroso impulso a la campaña contra la ignorancia. Se instalaron escuelas rudimentarias en la capital y en las municipalidades y, en vista de la escasez de edificios, se contrató la construcción de 500 tiendas de campaña, que se colocarían en todas las plazas, jardines y barrios populosos. En dichas tiendas se establecerían las escuelas con muebles adecuados y sólidos, se instalaría alumbrado y se daría entrada a todo el que quisiera aprender a leer y escribir.

A pesar de la escasa cosecha que levantó la cruzada de alfabetización (apenas hizo mella en el inmenso número de analfabetos), la campaña cobró una resonancia especial, primero, por ser un ingenioso invento para combatir la ignorancia; segundo por suscitar un cambio de actitud en muchos de los ciudadanos, al interesarlos en los que no sabían nada, actitud contraria al espíritu individualista, distintivo del Porfiriato y tercero por adoptar la solución gratuita de combatir la ignorancia

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