El Benefactor De Los Indios Del Nuevo Mundo

El benefactor de los indios del Nuevo Mundo

Introducción.- Los actos de los seres vivos son los que marcan su grandeza, en este caso, Fray Bartolomé de Las casas fue un hombre servil a favor de los seres humanos; para ello tuvo que sobreponerse de acciones que marcaron su vida para ejercer su balanza hacía los indios del Nuevo Mundo. Los suceso que realizó para beneficios de los nativos americanos, fueron siempre a favor del humanismo que debe caer en cada uno de nosotros.

(…) La suya es vida de hombre apasionado, violento, osado, rápido y veloz en sus respuestas, fiero en las polémicas, en las que adquiriría el vigor y la fuerza de un héroe, la fiereza de un verdadero conquistador. Persuasivo e infatigable, centrada toda su vida en torno de unas pocas y bien definidas preposiciones, no abandonó la lucha sino con la muerte.

Así es como podemos definir a un hombre capaz de dar comienzo con los derechos de los hombres, derechos que desde el momento que llegó a concebirlos dio un giro de timón para prevalecer a favor de los humillados, de los desfavorecidos, de los salvajes, de esclavos, de los serviles que en su cotidianeidad eran, literal, un mundo distinto en todos los sentidos. El hombre que nació para ser libertador, Fray Bartolomé de Las Casas (1484- 1566). Defenderá sus derechos como seres humanos, personas racionales y libres, y luchará por conseguir para ellos la dignidad, la libertad, la justicia, preservar su cultura, su tierra y sus bienes.

Algo que lo llevó sin duda a convertirse en un humanista a favor de los indios es la masacre que contempló en un pueblo indígena, en Caona, un lugar en el cual la imprudencia del capitán y la crueldad innecesaria de sus hombres provocaron en la expedición. En la plaza del pueblo, tres mil o cuatro mil indios contemplaban con asombro, y sin duda con miedo, los caballos que traían los españoles. De pronto, uno de los soldados , sin más ni más, sin que hubiera mediado gesto ni amenaza alguna a los indios, sacó su espada y arremetió contra ellos, los demás soldados hicieron los mismo; en un instante, ejecutaron con las espadas –que poco antes habían afilado en las piedras de amolar que hallaron junto a un río– una carnicería espantosa. Sin duda alguna este tipo de actos debieron provocar la sensibilidad de su ser. Otro elemento a favor para su conversión a favor de los nativos norteamericanos fue estar presente en el discurso de Antonio de Montesinos en el cual confrontaba a los conquistadores sobre el trato inhumano en contra de los nativos de América y que dejó sin palabras a los asistentes, eso debió influir en los pensamientos para una mejoría en las conductas humanas hacía el prójimo, sea cual fuere su carácter natural.

A los 28 años es ordenado sacerdote; y ya para los 30 años, Bartolomé de las Casas tenía las facultades para colono, en la isla de Cuba, minero y clérigo y encomendero. Todo esto a costas de los indios, porque que los trabajó en las minas para explotar los minerales para el reino español, ya que estaba a la cabeza de varios de ellos como encomienda. A mediados de esa edad comienza la toma de conciencia sobre las condiciones inhumanas en que viven y padecen los indios, yendo en contra del cómo se llevaba a cabo el sistema de conquista y administración. Los indios son los legítimos dueños de las tierras del Nuevo Mundo, es lo que él considera o cree; de tal manera que renuncia a ellos como esclavos que eran de su propiedad.

Comienza el primero de sus viajes en pro de los nativos americanos. En 1515 viaja a España junto con fray Antonio de Montesinos para denunciar los sucesos en tierras conquistadas frente al rey y al cardenal; de este modo, consigue que algunos frailes Jerónimos acudan a América para solucionar las denuncias, aunque no del todo complacientes con lo antes denunciado. Lo nombran “protector de los

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