El Estado Absolutista

EL ESTADO ABSOLUTISTA Perry Anderson PRIMERA PARTE EUROPA OCCIDENTAL 1. El Estado absolutista en Occidente 2. Clase y Estado: problemas de periodización 3. España 4. Francia 5. Inglaterra 6. Italia 7. Suecia El objeto de esta obra es intentar un análisis comparado de la naturaleza y desarrollo del Estado absolutista en Europa. Este libro, concebido como un estudio marxista del absolutismo, se sitúa, entre dos planos diferentes del discurso marxista. La finalidad de este estudio es examinar el absolutismo europeo “en general” y “en particular”; es decir, tanto las estructuras “ puras” del Estado absoluto, como las variantes “impuras” que presentan las monarquías de la Europa pos medieval. Por otra parte, se construyen, modelos generales “abstractos”, no solo del Estado absolutista, sino también de la revolución burguesa o de Estado capitalista. El verdadero alcance del estudio que sigue se manifiesta en tres anomalías respecto a los tratamientos ortodoxos del tema. La primera se concede al absolutismo. En segundo lugar, Europa. En tercer lugar, la selección del objeto de estudio-el Estado absolutista- En este estudio no hay tal medio temporal, porque los tiempos de los principales absolutismos de Europa-oriental y occidental- fueron diversos. El absolutismo español sufrió su primera gran derrota a finales del siglo xvi en los Países Bajos; el absolutismo ingles fue derribado a mediados del siglo vii; el absolutismo francés duro hasta el final del siglo xviii; el absolutismo prusiano sobrevivió hasta finales del siglo xix; el absolutismo ruso solo fue derrotado en el siglo xx. Las diferencias en la cronología de estas grandes estructuras corresponden a una profunda diversidad en su composición y evolución. Y como el objeto específico de este estudio es todo el espectro del absolutismo europeo, su historia tiene muchos y yuxtapuestos comienzos y finales escalonados y dispares. EUROPA OCCIDENTAL EL ESTADO ABSOLUTISTA EN OCCIDENTE La larga crisis de la economía y la sociedad europeas durante los siglos xiv y xv puso de manifiesto las dificultades y los límites del modo de producción feudal en el periodo medieval. En el transcurso del siglo xvi apareció en Occidente el Estado absolutista. Las monarquías de Francia, Inglaterra y España representaron una ruptura decisiva con la soberanía piramidal de las formaciones sociales medievales. Engels, repitió “la condición fundamental de la antigua monarquía absoluta” era “el equilibrio entre la nobleza terrateniente y la burguesía”. Pudo referirse a la época del absolutismo como la era en que “la nobleza feudal fue obligada a comprender que el periodo de su dominación social y política había llegado a su fin”. Marx, afirmo que las estructuras administrativas del nuevo Estado absoluto era un instrumento burgués. Los historiadores marxistas han debatido el problema de la naturaleza social del absolutismo hasta nuestros días. Las monarquías absolutas introdujeron, ejércitos, burocracia, un sistema nacional de impuestos, un derecho codificado y un mercado unificado. Todas estas características son capitalistas y coinciden con la desaparición de la servidumbre. Las descripciones hechas por Marx y Engels del absolutismo como un sistema estatal que representa un equilibrio entre la burguesía y la nobleza. Sin embargo, un estudio más detenido de las estructuras de Estado absolutista en occidente niega la validez de tales juicios. El fin de la servidumbre no significo la desaparición d las relaciones feudales en el campo. Mientras el trabajo no se separó de las condiciones sociales para transformarse en “fuerza de trabajo”, las relaciones de producción rurales continúan siendo feudales. La aristocracia feudal sufrió una metamorfosis durante los siglos siguientes al fin de la Edad Media. Desde el comienzo hasta el final de la historia del absolutismo nunca fue desalojada de su dominio del poder político. El absolutismo fue: un aparato reorganizado y potenciado de dominación feudal, destinado a mantener a las masas campesinas en su posición social tradicional. El Estado absolutista nunca fue un árbitro entre la aristocracia y la burguesía, ni mucho menos un instrumento de la burguesía contra la aristocracia, fue el nuevo caparazón político de una nobleza amenazada. El feudalismo como modo de producción se definía por una unidad orgánica de economía y política; la servidumbre como mecanismo de extracción del excedente, en el nivel molecular de la aldea. El señor a su vez tenía que prestar servicios y homenajes de caballería a un señor supremo que reclamaba el dominio último de la tierra. Con la llegada del absolutismo nunca fue, para la propia clase dominante, un proceso de evolución, sino que estuvo marcada por rupturas y conflictos duros en el seno de la aristocracia feudal. Con la reorganización del sistema político feudal y la disolución del sistema original de feudos, la propiedad de la tierra tendió a hacerse menos” condicional” al tiempo más “absoluta”. La aristocracia tenía que adaptarse a un nuevo antagonista: la burguesía mercantil que se había desarrollado en las ciudades medievales. De ahí la resistencia de las ciudades de Occidente a lo largo de la peor crisis del siglo xiv, arruino a tantas familias patricias, Los Bardi y Peruzzi se hundieron en Florencia,; pero Augsburgo, Génova y Valencia iniciaban su ascenso. Durante la depresión feudal se desarrollaron importantes industrias urbanas, como del hierro, el papel y los textiles. Entre los años 1450 y 1500, se superó la crisis larga de la economía feudal gracias a una nueva combinación de los factores de producción, los avances tecnológicos urbanos. El descubrimiento del proceso seiger para separar la plata del mineral de cobre reabrió las minas de Europa central y provoco un nuevo flujo de metales en la economía; la producción monetaria de Europa quintuplico entre 1460 y 1530. El desarrollo de los cañones de bronce convirtió a la pólvora, en arma de guerra. El invento delos tipos móviles produjo la llegada de la imprenta. Todos estos inventos técnicos decisivos, se concentraron en la segunda mitad del siglo xv, y hacia 1470, cuando al fin cedió en Francia e Inglaterra la secular depresión agrícola. Desde el caos feudal, las guerras de las Rosas, la guerra de los Cien Años, las primeras monarquías “nuevas” se irguieron al mismo tiempo, durante los reinados de Luis xi en Francia, Fernando e Isabel en España, Enrique VII en Inglaterra y Maximiliano en Austria. Así cuando los absolutistas quedaron constituidos en Occidente, su estructura estaba determinada por el reagrupamiento feudal contra el campesinado, tras la disolución de la servidumbre; pero estaba sobredeterminada por el auge de una burguesía urbana, que tras una serie de avances técnicos y comerciales, estaba desarrollando ya la manufacturas preindustriales. El comercio y la

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