El proceso de Cristo

El Proceso – Frank Kafka

El proceso es una de las obras inconclusas del escritor y abogado Checo Frank Kafka publicada en el año 1925, donde nos narra la vida de un hombre llamado Josef K, quien llevase una vida aburrida y rutinaria por así decirlo, pese a ello no se nos da más conocimiento de él frente actividades recreativas o gustos y pasatiempos que este poseyera, sin embargo conforme a la lectura descubrimos que se ve involucrado en un problema legal del cual desconoce las circunstancias lo cual le causara intriga y buscara la ayuda necesaria y medios para conseguir la absolución de aquellos cargos que se le son impugnados y así poder retomar su vida y trabajo como cotidianamente lo llevaba, cabe mencionar que este trabaja en un Banco en un puesto sino es el mayor, es uno que le permite llevar un estilo de vida gustoso que a K le acomoda y le va. Así mismo cabe mencionar sobre las mujeres que suscitan e interactúan en la obra las cuales podríamos resaltar que para nuestro señor K son una especie de objeto, a través de las cuales él utiliza para poder cumplir u obtener aquello que desea con facilidad siendo las mujeres quienes a su vez caen rendidas ante él frente su radiante figura.

En el primer capítulo de la novela nos menciona que el joven K despierta en su habitación sorprendido por un hombre que se encontraba consigo el cual desconocía por completo de quien fuese y de cuáles eran los motivos que lo orillaban a estar ahí, para después resolver su intriga y darse cuenta que se trataba de dos guardias quienes les informaban que su proceso estaba por empezar sin saber de qué se tratase. Solo sabe que es culpable. Para lo cual a sabiendas de ellos sus protectores o quienes le informaron de aquel arresto le mencionar que a pesar de ello él podía continuar por el momento con su trabajo de manera habitual sin más relevancia lo que para K fue algo raro, pero no presto más relevancia debido a que más allá era una persona la cual siempre había sido responsable con aquellas actividades que le correspondían y de este modo no quería que una vez más su trabajo se viera afectado por ello, sin más que nada tomo como un alivio aquello que los dos hombres le habían dicho sobre su trabajo.

Después de su “arresto” (más que arresto podría llamarle aviso de primer instante) va en busca de Bursther para de algún modo pedir disculpas por lo que llegase a suscitarse en su habitación, el señor K es una persona orgullosa que carece de aquel carácter para pedir y aceptar de algún modo la ayuda lo cual también será algo determinante durante la narrativa de la historia. La joven Lenin quien se encontraba cautivada por K le dice que si lo que quiere es escapar de las tribunas deberá aceptar que fue culpable de aquello que se le está siendo acusado.

Para lograr obtener una buena defensa que más allá de eso era algo así una especie de asesoramiento debido a que no se le presto apartidad de poseer un buen abogado, el señor K conoció a Huld quien fuese abogado quien era de algún modo un especialista en este tipo de casos en concreto, quienes fueron presentados gracias a su tío.

K recibe informes de que el pintor era quien podría brindarle un apoyo o una especie de salvavidas con respecto a los oficiales que se encontrarían durante su proceso para lo cual Titorelli le comenta que el ser absuelto de los cargos era prácticamente imposible, ya que nunca se había presentado algo así, debido a que los juicios simplemente se aplazaban por un largo o corto periodo pero siempre se volvía a ser enjuiciado o en este caso sentenciado, más sin embargo K por su orgullo y su supuesta sabiendo en lo que conocía respecto al tema buscaba o quería una absolución de todos los cargos con respecto a él, para así salir ileso (hablando de su imagen) de ese proceso que se le llevaría a cabo.
K acepto de no mejor modo la ayuda del pintor pero si más que incluso la del abogado ya que este la ofreció de una mejor manera que el abogado, el pintor le ofreció una declaración con la cual sería absuelto pero solo temporalmente, diciendo que si un juez lo decreta podría ser arrestado en cualquier momento y el proceso se volvería a suscitar para lo cual se le dijo que en dado caso de ello, se podría presentar nuevamente la declaración y así postergarlo pero sin la absolución de este proceso. Al igual que le mostro la opción de un aplazamiento el cual sería efectuar que el proceso cesase en el primer paso, para lo cual debería prestarse a citatorios con un juez, pero no con una obligatoriedad; y así con estas propuestas retener el proceso, pero no la absolución completa.

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