Ensayo Sobre Los 21 Minutos Mas Poderosos De Un Lider

LIDERAZGO: SER O NO SER…

La mayoría de personas necesita desarrollar las habilidades de liderazgo para lograr el éxito. Y de esta forma se comprende que NO todos seremos líderes aunque por apariencia se pueda decir que lo somos; ya que independientemente del potencial que se tenga, si no se tiene la disposición y humildad para transformar nuestras actitudes, formas de pensar y ver las cosas, difícilmente se llegará a mantener la estabilidad y solidez necesarias en nuestras posiciones y proyectos.

Para lograr esto es necesario - además de iniciativa y humildad -, preparación y determinación para enfrentar los obstáculos, búsqueda de asesoría en personas con experiencia, que aporten ideas y acciones positivas y que a la vez amonesten, critiquen constructivamente y regulen nuestro comportamiento cuando sea necesario; de esta forma se podrá vencer los lastres que nos limitan y sacar provecho de las virtudes y oportunidades, provocando que no sólo subamos a la cima sino que la gente que nos rodea también suba con nosotros, al ver las cualidades de LÍDER al que se debe seguir incluso más allá de las fronteras.

Por supuesto debe tomarse en cuenta la influencia, que debe ser utilizada sabiamente para que beneficie a todos, evitando caer en la falsa seguridad de que ya todo se tiene ganado, es necesario trabajarla y desenvolverse con paciencia y ahínco de manera que los demás desarrollen confianza y no teman afrontar los retos que se presenten al ser guiados por su líder; y éste debe estar consciente de su imperfección como ser humano y buscar principalmente en Dios la fuerza, la motivación y el coraje necesarios para seguir adelante. Teniendo en cuenta asimismo, la necesidad de mantener una estrecha relación con Dios en el hogar, que es la base para influir positivamente en cualquier lugar del mundo.

Las habilidades que se desarrollarán para ser un líder, siempre serán precedidas de una visión o una meta; con la salvedad de que, para hacerla realidad, se debe ser moldeado por las circunstancias y las pruebas para obtener la madurez adecuada, todo esto compartido con la FE puesta en Dios, y de esta forma ganar la recompensa del éxito. Si por el contrario, se toma el camino de la amargura y la necedad a pesar de las potencialidades propias, téngase por seguro que nunca se podrá dar el paso fuera de los grilletes de la mediocridad esclavizante; porque aún en la adversidad se debe tener la esperanza de que el desarrollo personal es posible mientras se crea en la intervención divina que hace posible el proceso de formación para el progreso y la enmienda de los errores y desaciertos del pasado.

El gran atributo de un líder será la capacidad de identificarse con los problemas que aquejan a su comunidad, tomarlos como suyos propios, y emprender acciones inmediatas que conduzcan a la resolución de los mismos. He aquí donde radica la dificultad del liderazgo: la preparación, y exige la mayor dosis de perseverancia y solidaridad para consumar la visión que se ha tenido, socializando la información y los planes, obteniendo el apoyo político y económico necesarios (según el ámbito en que se desempeñe), tomando las previsiones inherentes y juntando un grupo de trabajo capaz y motivado para cooperar y responder a la magnitud del (los) problema (s).

Otro punto fuerte que todo líder debe poseer es el de escuchar a sus interlocutores - pero más importante escuchar a Dios - para luego hablar, ser escuchado e influir en los demás, incluso en otros líderes; y aparejado a esto vienen la credibilidad, la seguridad y rectitud, la humildad para incluso compartir responsabilidades que no le corresponderían, y poder llegar a respaldar con hechos sus palabras; todo esto en beneficio de los que le siguen, ya sea en una comunidad o una empresa.

No se puede dejar de mencionar la integridad de carácter para despertar y mantener la confianza

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